Fin de la era de Cristiano y Messi

El goteo, en tandas de cinco jugadores, duró cerca de media hora. Poco a poco, con suspense un tanto forzado, se iban conociendo los treinta finalistas al Balón de Oro y sus nombres no aparecían. Por fin llegó la última cartulina: Mbappé, Lautaro, Lookman, Rudiger y Grimaldo. Ya era definitivo. Ni Cristiano Ronaldo ni Leo Messi estaban en la lista. Ninguno ha hecho méritos suficientes para pelear siquiera por el galardón a mejor jugador del año, algo que no se veía desde hace dos décadas. 2003, año del triunfo del checo Pavel Nevded, fue la última ocasión en la que no estuvieron uno u otro. Cristiano, que hará 40 años el próximo febrero, ya faltó en esta exclusiva convocatoria el año pasado. Está fuera por segundo año consecutivo. Sigue haciendo goles (lleva 62 en 68 partidos con el Al-Nassr), pero el escaso brillo de la liga saudí, su falta de foco, no son suficientes para mantener al luso en el olimpo. Cristiano tampoco brilló con la selección portuguesa en la pasada Eurocopa. Más bien todo lo contrario. No hay opciones para el ganador de cinco Balones de Oro (2008, 2013, 2014, 2016 y 2017), quien asomó por primera vez en 2004 en la clasificación del trofeo (recibió 11 votos) y que se subió al podio por primera vez en 2007, segundo por detrás de Kaká y justo por delante de Messi. El brasileño, por entonces en el Milán, fue el último en conquistar el premio antes de que portugués y argentino iniciaran un dictadura que se mantuvo de forma ininterrumpida durante diez años, y que aún se ha extendido otro lustro más, apenas zarandeada por los galardones conquistados por Luka Modric y Karim Benzema. Messi, que en junio cumplió 37 años, entró por primera vez en la clasificación del Balón de Oro en la edición de 2006. Se llevó dos votos, y empató en el puesto vigésimo con Juninho Pernambucano, Luca Toni y John Terry. Luego, se impuso en las ediciones de 2009, 2010, 2011, 2012, 2015, 2019, 2021 y 2023. La última de ellas reconoció su labor en la victoria de Argentina en el Mundial de Qatar, el gran título que faltaba en la carrera del astro argentino y que lo instaló en la eternidad. Esta vez, ni siquiera el haber logrado su segunda Copa América le ha bastado para colarse entre los treinta mejores del año, según decisión de los cien periodistas que se encargan de las votaciones. Lautaro Martínez y Emiliano 'Dibu' Martínez, del lado argentino, y Vitinha y Rúben Dias, del portugués, son los que ponen rostro a este cambio de paradigma, también en sus respectivos países. En todo ese tiempo, Cristiano terminó doce veces entre los tres primeros y Messi, catorce. Síntoma de que, ganasen o no, siempre estaban al pie del cañón. Neymar, Griezmann o, incluso, Xavi, son algunos de los jugadores que amenazaron alguna vez con someter la supremacía de los dos mejores futbolistas del siglo XXI, pero nada de lo que hicieron fue suficiente. Solo en los últimos años, ya pasados ambos la treintena, fueron abriendo huecos que permitieron el lucimiento ocasional de otros. Messi recibió la noticia de su exclusión del listado aún convaleciente por la lesión en el tobillo que le mantiene inactivo desde la final de la Copa América. Cristiano, en la concentración de la selección portuguesa. Ninguno pareció tomárselo mal. No fue el caso del madridista Rodrygo , que al verse fuera de los treinta elegidos respondió con un mensaje en las redes en el que aparecía con sus títulos ganados en el Madrid.