Francis Peujio: Estrategias financieras para inversionistas mexicanos en un mundo incierto
Comienzo este artículo recordando las dos reglas básicas de inversión de Warren Buffet: “1. Nunca pierdas dinero” y “2. Nunca olvides la regla número uno”. Estas reglas son especialmente relevantes en un contexto actual caracterizado por una alta volatilidad en los mercados y crecientes preocupaciones por una posible recesión en Estados Unidos.
Es fundamental que los inversionistas en México ajusten sus estrategias para proteger su capital y obtener rendimientos en medio de la incertidumbre económica. La economía global enfrenta constantes desafíos, con factores como la inflación, decisiones de política monetaria y reformas internas que impactan directamente en las inversiones. A medida que estos factores continúan afectando los mercados, la flexibilidad y la adaptabilidad se vuelven clave para los inversionistas.
El 23 de agosto de 2024, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, anunció en el simposio anual de Jackson Hole que la Fed está considerando reducir las tasas de interés en su próxima reunión de septiembre. Powell subrayó que los indicadores económicos sugieren que es el momento adecuado para comenzar con los recortes, con el objetivo de enfrentar los desafíos inflacionarios sin comprometer el crecimiento económico.
Esta noticia ha generado expectativas en los mercados de un recorte de 25 puntos base, aunque algunos analistas no descartan la posibilidad de una reducción de medio punto (The New York Times, 2024). Este enfoque más flexible de la política monetaria estadounidense ha creado un efecto dominó en las economías globales, incluyendo México.
Las decisiones de la Reserva Federal también influyen en las expectativas de Banxico. A pesar de que la política monetaria en México ha sido tradicionalmente más conservadora, Banxico podría seguir el ejemplo de la Fed para evitar una desaceleración económica en el país. Esta posible reducción de tasas afectaría directamente las inversiones en deuda gubernamental y bonos corporativos, obligando a los inversionistas a ajustar sus portafolios para maximizar rendimientos y minimizar riesgos.
Para comprender mejor cómo los inversionistas mexicanos están respondiendo a este entorno de incertidumbre, es crucial analizar la composición de sus portafolios. Según el informe de estadísticas de diciembre de 2023 de la AMIB, los inversionistas mexicanos distribuyen sus activos de la siguiente manera: Deuda Nacional representa el 59.47 por ciento, Accionario un 24.06 por ciento, Bancario el 8.16 por ciento, Corporativo el 4.23 por ciento, Depósitos el 3.89 por ciento, Derivados el 0.02 por ciento, y Deuda Extranjera el 0.17 por ciento (AMIB, 2023). Estos datos reflejan una clara preferencia por la deuda nacional, que representa más de la mitad del portafolio, seguida por inversiones en acciones y depósitos bancarios. Este enfoque conservador sugiere que, en tiempos de incertidumbre, los inversionistas prefieren la estabilidad relativa que ofrecen los CETEs y otros instrumentos de deuda gubernamental.
La inflación en México ha mantenido niveles elevados durante 2024, lo que sigue siendo un factor clave en las decisiones de inversión. Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la inflación anual en julio fue del 5.57 por ciento, lo que ha impactado negativamente el poder adquisitivo de los consumidores y ha incrementado los costos de producción para las empresas (INEGI, 2024).
Este contexto inflacionario ha llevado a los inversionistas a buscar activos que ofrezcan protección contra la pérdida de valor del dinero, como los CETEs y los bonos corporativos de alta calidad, que han ganado popularidad debido a su estabilidad en tiempos de alta inflación.
En conclusión, el panorama actual exige que los inversionistas en México mantengan una vigilancia constante sobre las políticas monetarias tanto a nivel nacional como internacional. La combinación de políticas monetarias en Estados Unidos y México, la elevada inflación y la incertidumbre económica global presenta un reto continuo para la estabilidad de las inversiones.
Adoptar un enfoque estratégico, enfocado en la diversificación y en la inversión en activos de menor riesgo, puede ofrecer una mayor protección y estabilidad en tiempos de volatilidad. El enfoque debe ser flexible, con un monitoreo constante de los desarrollos económicos y políticos que puedan afectar los mercados.
El autor es profesor investigador de tiempo completo de la Escuela de Negocios de la UDEM. Cuenta con experiencia como consultor en el área de negocios internacionales, finanzas personales y corporativas. Es SNI nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) del CONAHCyT.