¿Por qué dejaron de emitir Gran Hermano los últimos 7 años? Historia de la tumba del reality por excelencia que ahora pretende renacer
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Han pasado 24 años desde que Gran Hermano irrumpiera en España y se convirtiera en uno de los programas más seguidos. Poco o nada queda ya de aquella primera edición inocente, en la que los primeros concursantes apenas sabían qué se iban a encontrar ni la repercusión que iban a tener y las estrategias no eran una constante. Desde entonces, y a lo largo de las 18 ediciones con personajes anónimos (hay otras ocho del formato conocido como VIP , con concursantes famosos), esa inocencia inicial, esa incertidumbre y desconocimiento de lo que estaba pasando con sus vidas a medida que el reality ganaba popularidad se ha ido perdiendo y los participantes entraban a la casa más famosa de la tele ya sabiendo. Pese a haber perdido cierta espontaneidad y naturalidad por este motivo, Gran Hermano ha seguido siendo un formato de éxito que ha ido fabricando personajes mediáticos que luego han encontrado un hueco en tertulias rosas o en otros realities. Sin embargo, el formato, apuesta segura siempre de Mediaset cada temporada, se frenó en seco en 2017 por un acontecimiento que sin duda ha marcado la historia del programa en nuestro país y ha hecho que muchos dieran el portazo al que antes era su entretenimiento favorito. Hablamos del grave caso de abuso sexual que se produjo en la edición 'Gran Hermano Revolution' emitida en 2017 , la última vez que el famoso concurso se ha hecho en nuestro país con concursantes no famosos. En aquella edición, dos nombres destacados: Carlota Prado y José María López . Ambos jóvenes -los por entonces tenían 24 años- comenzaron una relación sentimental dentro de la casa. Hasta ahí, nada extraño. Siempre se ha dicho que dentro de la casa «todo se magnifica» y son incontables las relaciones y líos sentimentales que han surgido a lo largo de las ediciones. Pero lo que ocurrió en este 'Revolution' cruzó todos los límites de la moralidad y la decencia. Tras una noche de fiesta dentro de la casa -era habitual que los concursantes fueran premiados con fiestas temáticas cada cierto tiempo- Carlota estaba visiblemente afectada por el alcohol . Su chico en ese momento, José María, se la llevó a la habitación y pese a que ella claramente no estaba en condiciones de consentir ningún tipo de relación sexual, él siguió adelante. Y las cámaras, que graban prácticamente cada rincón de la casa, lo registraron. La solución del programa de Mediaset, producido por Zeppelin, fue expulsar a José María, bien. Pero en cómo abordaron el tema con Carlota no estuvieron desde luego tan acertados . Llamaron a la concursante al confesionario para un asunto importante, sin darle más detalles, y le enseñaron las imágenes de la violación que había sufrido y de la que ella no tenía constancia. Al borde del ataque de ansiedad , pidió que por favor dejaran de mostrarle ese infierno, una petición que no fue atendida de inmediato. No sólo eso sino que ese momento terrible de toma de conciencia de lo que le había ocurrido estaba siendo también grabado. Carlota salió del concurso y regresó después para ser expulsada por el público, pero la marca 'Gran Hermano' en España ya agonizaba. A raíz del grave caso de abuso sexual y la muy criticada reacción de la dirección del programa, se inició en redes sociales un llamamiento al boicot casi sin precedentes que derivó en un rechazo total por parte de la audiencia y de los anunciantes, que se fueron cayendo uno a uno dejando al reality sin recursos económicos publicitarios. Se acabó. Tras la denuncia interpuesta meses después por Carlota, que tuvo que enfrentarse a severas secuelas psicológicas no sólo por el abuso sufrido sino por todo el circo mediático en torno a él, se celebró el juicio en 2022. La Fiscalía condenó a José María a 15 meses de cárcel y cuatro años de orden de alejamiento con respecto a Carlota a quien además debía pagarle una indemnización de 6.000 euros. Asimismo, Zeppelin TV aceptó abonar 1.000 euros más a la joven por la forma en que gestionaron desde la productora del suceso, mostrándole las imágenes en el confesionario, sin previo aviso ni consentimiento ni ayuda psicológica disponible, «lo que generó en ella frustración, daño moral y consecuencias psíquicas posteriores». Aquella fue la tumba del formato , que vio cómo las audiencias se esfumaban al mismo ritmo de que los anunciantes y el rechazo en redes sociales era generalizado. Aunque se han emitido desde entonces tres ediciones de GH VIP, los concursantes anónimos no volvieron a pisar la casa de Guadalix. Hasta ahora. Siete años después , un tiempo prudencial de intento de calmar las aguas y un protocolo de actuación ante casos de abuso sexual elaborado por Zeppelin TV mediante, las luces de la casa más famosa de la televisión vuelven a encenderse para recibir a 15 aspirantes a famoso que esperan dar juego en uno de los regresos más esperados. Al frente, un Jorge Javier Vázquez que tiene experiencia en capear temporales y a buen seguro deberán hacerlo, y es que la sombre del terrible suceso de 2017 difícilmente será olvidado por los seguidores del programa que, sin embargo, este jueves sintonizarán Telecinco para comprobar si las lecciones han sido bien aprendidas.