El diseñador que ha cambiado las alfombras rojas para vestir a la Virgen
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Ha vestido a actrices, novias, celebridades, desde Paris Hilton a Chanel, Petra Nemcova, Tulin Sahin, Clara Alonso, Cristina Pedroche, Marta Ortiz o Sebastián Yatra, pero hoy el diseñador palmero Andrés Acosta ha cambiado la alfombra roja y los escenarios por un proyecto íntimo y muy personal . «Es un regalo», asegura, y «sin duda, un punto de inflexión en mi carrera«. Con más de 15 años de trayectoria, Acosta ha sido el encargado de vestir a la Virgen del Pino de las fiestas trienales del pino en El Paso , su localidad natal, con un manto con 120.000 cristales y perlas cosidas piedra a piedra y puntada a puntada para uno de los trabajos más especiales que ha bordado hasta el momento. Confeccionado con diez metros tafetán de seda de El Paso en color natural, ha sido elaborado en la propia ciudad en el Museo-Taller de La Seda por Las Hilanderas a lo largo de un proceso artesanal de aproximadamente cuatro meses . La Palma es el único reducto en toda Europa donde se conserva y se desarrolla todo el proceso de manera manual, empleando incluso telares originales del siglo XVIII. El nuevo manto sigue las líneas marcadas de la creatividad del canario, en una propuesta que rinde tributo al cielo de La Palma , a sus orígenes empleando un tejido joya que encierra un simbolismo mágico y evoca la transformación en una obra de 3 metros de ancho por 2 metros de largo, que ha sido confeccionado con aproximadamente diez metros de tejido entregados al creador por las propias hilanderas y el Ayuntamiento de El Paso. El Sol, la Luna y las estrellas son elementos predominantes que se mezclan con sinuosas figuras que se elevan desde la base hasta la corona en línea con la intencionalidad de la inspiración. El colorido recoge brillantes, metálicos, dorados, delicados tonos verdes y cristal transparente y hielo que se entremezclan y bordan también sobre algunas superficies pintadas a mano en color dorado. La seda, en su tonalidad natural, revoca esa luz especial, y la pureza, la bondad y el amor que representa la figura de María. En su interior, ha sido forrado con un delicado tono verde como muestra de respeto al tradicional código de vestimenta por el que es conocida la Virgen del Pino . En seta ocasión el diseñador canario viste «a la madre, a la hermana, a la amiga, a la Virgen María, que es amor, una reina universal venerada por todas las religiones, que también puede ser un hombre» y que ha sido «la ocasión perfecta para poder materializar ese sueño de rendir tributo a los orígenes, a la artesanía, a la recuperación del oficio « en su tierra. No ha sido como una modelo o una novia, son patrones que han sido un reto profesional y personal, y una idea que le abrumó en un primer momento y que le ha sacado de «lo habitual» para conectar consigo mismo también. Después de una pandemia y un volcán, para el palmero Andrés Acosta este proyecto ha sido «un camino espiritual « lleno de magia, y una manera de dar las gracias a su gente. Conecta «la tierra, las tradiciones, todas estos orígenes con el cielo, que ha sido siempre una inspiración para mí y que continúa el proyecto del proyecto 'Orión' con tres vestidos bautizados como Alnitak, Alnilam y Mintaka: las tres estrellas principales que componen el cinturón, también conocidas como 'las tres Marías', que son el portal de acceso hacia el 'Reino de los Cielos'. «Sinceramente, siento que es un punto de inflexión en mi carrera y en mi vida , porque es un acto como de de rendición, de confianza ante todo lo que he vivido« y el agradecimiento sincero por haber podido »saborear éxitos que jamás imaginé con experiencias que han sido incluso más grandes que lo que yo puede soñar «. La Palma es »su cable a tierra«, ha señalado a ABC, y a su Isla Bonita la lleva por bandera, y así se lo devolvió su pueblo, llenando la iglesia para recibir el manto. »Es muy emocionante«. En su mente y en su relato se agolpan palabras llenas de recuerdos , de la casa de sus padres en el camino real que lleva a la capilla, 'hogar' de la Virgen del Pino y guardiana de uno de los pinos más longevos de las islas, con más de 800 años. «Si cuidas las raíces del árbol, las ramas alcanzarán las estrellas», parafrasea, en una máxima que con esta obra cobra más sentido que nunca. La presentación le ha llevado de vuelta a la iglesia donde hizo la comunión, la confirmación, esa ermita que es refugio de paz en La Palma para feligreses y también para los no creyentes, «un lugar lleno de magia y especial« , relata. Las mujeres de su vida han sido inspiración en su brillante trayectoria en el mundo de la moda, y ese linaje le ha acompañado en las 8 y 10 horas al día de bordar, respetando el trabajo de las hilanderas, la tradición, en una pieza «para siempre». El manto será donado tras las fiestas a la ciudad de El Paso y sus habitantes, se conservará y exhibirá en adelante junto a sus tres vestidos 'Orión' en la colección permanente del Museo de la Seda de la Ciudad de El Paso. Esta pieza conecta con su próxima colección que «pronto saldrá a la luz», ha adelantado. Este trabajo es «una celebración a la fe compartida, a ese amor de un abrazo o un beso, a los buenos deseos, a la felicidad compartida» y a nivel personal «una bendición».