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Сентябрь
2024

Desirée Vila: "El deporte me quitó una pierna, pero me salvó la vida"

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«Lo único incurable son las ganas de vivir». El lema de Desirée Vila, embajadora de Iberdrola, lo tiene tatuado en un costado y es además el título del libro que escribió en el que contaba su historia. No son palabras vacías, las lleva a la práctica con la buena actitud que suele mostrar. «En parte se hereda de la familia, del entorno, de tus amistades cercanas... Cuando tú transmites esa energía a tu alrededor, esa alegría, se te devuelve por mil. Para mí es bonito rodearme de gente optimista», explica en una conversación con la karateca Sandra Sánchez promovida por Iberdrola.

La luchadora tocó la gloria en Tokio 2020 y la atleta persigue ahora el sueño en París, en salto de longitud. El día y la hora son el 5 de septiembre a las 19:00.

Hubo un tiempo en el que Desirée perdió esa sonrisa que siempre la acompaña. Fue después de la desgracia que sufrió, aunque logró darle la vuelta. «Soy gallega y soy de un pueblito [Gondomar]. Mi familia no es para nada amante del deporte, así que yo soy como un bicho raro, porque siempre he sido como muy inquieta, siempre estaba haciendo volteretas...», recuerda. «Y, claro, mis padres, más que nada por no tener que aguantarme, dijeron: ‘‘Hay que apuntarla a alguna actividad extraescolar’’. Allí empezó mi carrera deportiva. Me adentré primero en el mundo de la danza, después de la gimnasia y tras el accidente, en el atletismo», cuenta Desirée a Sandra.

Deporte toda la vida

El «accidente» lo sufrió en 2015. Una negligencia médica (ganó el juicio) hizo que tuvieran que amputarle la pierna derecha. Los malos pensamientos invadieron su mente. «¿Quién me va a querer ahora?», y cosas así, se decía. Pero el deporte acudió al rescate. «El deporte me quitó una pierna porque me lesioné entrenando, pero me salvó la vida porque yo no acepté mi discapacidad hasta que empecé en el atletismo. El deporte me ha dado la oportunidad de seguir adelante, de pasar página y decir: ‘‘Vale, pues cerramos esta etapa y viene otra’’», asegura Desirée. «El deporte siempre va a formar parte de mi vida, y con una discapacidad mucho más. La prótesis te limita, si tú no tienes la fuerza suficiente para moverla no puedes caminar, no puedes llevar una vida autónoma, independiente, pero con el deporte sí. Igual con 60 años ya no me puedo poner a saltar longitud, pero haré deporte cien por cien», añade.

Así describe el salto de longitud

Desirée Vila no tardó en destacar en atletismo y los de París serán sus segundos Juegos. En Tokio compitió en los 100 metros y en longitud, donde obtuvo un diploma al ser sexta. A la capital de Francia llega en el mejor momento de su carrera, ilusionada porque esta vez habrá público (en Japón no hubo por la pandemia) y su gente estará animando; y con el anhelo de dar el salto que le lleve a lo más alto en una disciplina que «aunque la gente puede pensar que es solo correr y saltar, hay una parte técnica importante». Así la define: «Desde que levantan la bandera y te dicen que todo está preparado, tienes un minuto», describe. Entonces, empieza la carrera. «Hay que intentar entrar a la máxima velocidad, pero tiene que ser controlada porque tienes que batir. Intentamos ajustar lo máximo posible», disecciona.

[[QUOTE:PULL|||"Los nervios también juegan y creo que ese es mi punto fuerte, que me vengo arriba en las competiciones importantes"]]

«Luego está la parte aérea, después de batir: tienes que mantenerte ahí en una posición, hay varias técnicas, y ese control del cuerpo que yo tenía como gimnasta lo he aplicado a la longitud», continúa. La arena del foso –admite– a veces es muy dura y «se notan las rozaduras». El viento es otro elemento a tener en cuenta. «Al aire libre, si es de más de dos puntos a favor, la marca no es válida. El viento va cambiando y tienes que adaptar la carrera, por eso es más fácil en pista cubierta que al aire libre», indica. ¿Qué pasa por su cabeza durante todo ese tiempo? «No da tiempo a pensar demasiado, como mucho te concentras. Intento sonreír antes de saltar, como para recordarme que nosotros los deportistas hemos tomado la decisión de dedicarnos a esto, haces lo que te apasiona y lo mínimo es disfrutarlo», reflexiona. Filosofía que aplica tanto en la competición como en los agotadores entrenamientos que hace de lunes a sábado.

Y después de la técnica está la parte mental, determinante siempre en el deporte. «Los nervios también juegan y yo creo que ese es mi punto fuerte, que yo en las competiciones importantes me vengo arriba, me crezco y soy capaz de enfocarme en el objetivo», reconoce.

Las redes para mostrar el deporte adaptado

Aparte de atleta, Desirée es muy activa en redes sociales, donde muchas veces cuenta su día a día. «Intento dar a conocer el mundo del deporte adaptado, del que cada vez se habla más. No me presiona porque tampoco lo pienso mucho. Cuando grabo un vídeo no soy consciente de la repercusión que puede llegar a tener. Nosotros los deportistas creo que tenemos un altavoz muy grande y que debemos utilizarlo para dar a conocer nuestro deporte», opina. «En tu caso, por ejemplo, seguro que miles de niños han conocido el karate gracias a ti», le dice a Sandra Sánchez. «Hay que utilizar ese altavoz y dar a conocer una realidad que si no fuese por las redes sociales no conocerían», concluye.