El Hierro vuelve a protagonizar las llegadas de cayucos a Canarias con más de mil personas rescatadas en cinco días
Cruz Roja prepara camas de campaña en un polideportivo para las próximas llegadas y un equipo de atención primaria se desplazará a la isla para ofrecer atención médica a los supervivientes
Sánchez apuesta por abrir en Mauritania, Gambia y Senegal cauces de migración legal para reducir las llegadas de cayucos
El Hierro sigue siendo el principal destino de los cayucos que toman la ruta canaria. Desde el lunes hasta este viernes han alcanzado la isla menos poblada de Canarias un total de siete embarcaciones con más de 1.000 personas a bordo. El muelle de La Restinga es, desde finales de 2023, uno de los símbolos de la emergencia humanitaria que atraviesa el Archipiélago. Sin embargo, el repunte de esta semana ha vuelto a dejar los recursos herreños al límite.
Este jueves, después de intensas jornadas de rescate seguidas, 701 migrantes permanecían en el Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE) de Valverde, que tiene capacidad para 800 personas. El recrudecimiento de la guerra de Mali y la inestabilidad del Sahel son algunas de las razones que explican las llegadas, que coinciden con la gira africana del presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, para frenar la inmigración.
La jornada de el lunes ya auguraba una semana intensa de rescates. El 26 de agosto fueron detectados dos cayucos con 136 y 51 personas a bordo. Al día siguiente, fueron localizados 244 migrantes en otras dos embarcaciones. Este jueves, la cifra de barcazas rescatadas cerca de El Hierro ascendió a cuatro, con un total de 755 supervivientes. Uno de estos últimos cayucos se había quedado averiado en mitad del Atlántico.
Para llegar a la isla canaria más remota, los cayucos emprenden largas y peligrosas travesías que en muchas ocasiones se saldan con la muerte. En otros casos, los supervivientes llegan exhaustos y deshidratados. Los sanitarios de El Hierro se encuentran día tras día con la cara más dura de la ruta canaria. ''Sabemos que tenemos que seguir y seguiremos. Continuaremos haciendo lo mismo y viendo calamidades, sí, pero seguiremos hasta que el cuerpo aguante. No sé cuánto tiempo, ni me interesa, pero sé que vamos a aguantarlo porque nos necesitan'', aseveró el director médico del Hospital Insular, Luis González, en una entrevista concedida a este periódico. ''No nos temblará el pulso en hacer más turnos, más guardias, y en brindar todo lo que tenemos de nosotros mismos'', añadió.
En esta línea, el Gobierno de Canarias ha anunciado que un equipo específico de atención primaria se desplazará a la isla para la atención de las personas migrantes. El objetivo es poder asistir a las personas que puedan llegar en las próximas semanas y que no se vean mermados los servicios de urgencias y el resto de prestaciones sanitarias, tal y como señaló este jueves Fernando Clavijo. Por otra parte, tal y como ha adelantado Efe, Cruz Roja ha instalado cerca de 200 camas de campaña en el polideportivo de San Andrés, junto al CATE actual, para hacer frente a nuevas llegadas a la isla.
El refuerzo del control fronterizo por parte de Marruecos ha desplazado las salidas hacia el sur del continente. Mauritania, Gambia y Senegal se han convertido en los principales países de salida de los cayucos blancos y de colores que llegan a Canarias. En los primeros meses del año, el país mauritano fue el punto de partida del 83% de los migrantes que llegaban al Archipiélago. Entre ellos, cientos de malienses que escapan de un país sumido en una guerra desde hace más de una década.
El conflicto armado ha empeorado en las últimas semanas, empujando a más personas al océano. Sin embargo, para los refugiados malienses Mauritania no es solo un lugar de tránsito, sino también de destino. Según ha informado la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), refugiados del norte y del centro del país están bien establecidos y arraigados en el territorio vecino.
La pequeña isla de El Hierro, con poco más de 11.000 habitantes, es el último pedazo de tierra con el que se topan los migrantes africanos antes de perderse para siempre en el Atlántico. La letalidad de la ruta ha hecho que algunos cayucos aparezcan al otro lado del planeta. El último fue localizado por un grupo de pescadores en la costa de República Dominicana. En su interior solo quedaban esqueletos y documentos que mostraban que sus ocupantes eran africanos cuyo destino principal era Canarias.