El impresionante verano del Atlético tiene una contrapartida
Mientras el Barça ficha a Pau Víctor, no le alcanza para Nico Williams (ni para Chiesa), y tiene que borrar a Christensen para inscribir a Olmo, el Atlético de Madrid ha vivido un verano de lujos. El club colchonero no parece tener ningún problema económico, ni de fair-play, ni de límite a sus ambiciones deportivas. Ha fichado a Julián Álvarez y Sorloth para la delantera, al rocoso Gallagher como pulmón para el centro del campo y a Robin Le Normand, ganador de la Eurocopa con España y puntal de una Real Sociedad que le está echando mucho de menos. Además, en la última curva, ha sabido llevarse cedido a Clément Lenglet, un defensa que tuvo horas buenas en el Sevilla y en el Barça y, con la exigencia de Simeone, quizá pueda volver a mostrar su cara más eficaz. El caso más paradigmático de este Atlético que le dice al mundo que aspira a todo, ha sido el fichaje de la araña Álvarez, la estrella argentina, campeón del mundo al lado de Messi.