El Gobierno convocó a los estatales a negociar salarios: cuál es el techo ultra bajo que temen los gremios
El Gobierno llamó a una audiencia a los gremios estatales para definir la actualización de sus salarios en paritarias luego de la última cita a mediados de julio y cuando se aproximaba ya el vencimiento de la negociación bimestral previa. Lo hace en el marco de las versiones que circulan desde hace días, no oficializada por el Ejecutivo nacional, que desde la Casa Rosada se pretende poner un techo del 2% a los acuerdos de sueldos hacia adelante.
"Si insisten con su idea de imponer un techo a las negociaciones, tienen que saber que se va a frustrar toda posibilidad de acuerdo", acusó el secretario general de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar. "Vamos a rechazar cualquier oferta que no garantice la recuperación de todo el poder adquisitivo perdido durante este año. Otorgar incrementos salariales por debajo de la inflación se ha convertido en una práctica sistemática de esta gestión", señaló el dirigente de uno de los gremios de las y los trabajadores del Estado.
Según la notificación oficial, la cita es mañana viernes 30 de agosto a las 13 en la sede Callao de la Secretaría de Trabajo que comanda Julio Cordero.
Acorde a los cálculos de ATE, desde la asunción del Javier Milei, los estatales perdieron más de un 27% de su poder adquisitivo. La junta interna de ATE en el INDEC estima que una familia necesita $1.412.647 por mes para no ser pobre, según las estadísticas recabadas por el organismo.
El 19 de julio último, los estatales volvieron a la mesa paritaria luego de que el Gobierno de Javier Milei los convocara tras un cuarto intermedio que se extendió desde el 1 de julio y luego de un mes, el de junio, donde no hubo definiciones de ajuste salarial. La oferta dividió a ATE y UPCN respecto a la oferta de un bono por única vez y un porcentaje del 6,6% en dos tramos para la paritaria 2024/2025
"Esta propuesta es inaceptable. Un recorte de esta magnitud en los ingresos del sector público no encuentra precedentes en las últimas décadas. Es un ajustazo", dijo entonces Aguiar. Y añadió: "Los ofrecimientos ni siquiera se condicen con los niveles oficiales de inflación. Está claro que enfrentamos un plan deliberado para destruir los salarios y las condiciones de vida de todos los empleados públicos."
Curiosamente, casi al mismo tiempo que se cerraba la paritaria con el acuerdo de solo uno de los gremios, el mayoritario, el subsecretario de Comunicación de Nación, Javier Lanari, tuiteaba que la inflación prevista para julio rondaría el 3,8%. Finalmente fue del 4%, por lo que la recomposición volvió a quedar por debajo del IPC, tal como sucedió con las negociaciones previas.
En julio, el Gobierno acercó finalmente la oferta de un aumento del 6,6% en dos tramos, de 3,5% para el mes en curso, julio, y un 3% para agosto. Respecto a junio, donde no hubo ajuste salarial, los negociadores del Ejecutivo propusieron el pago de un bono remunerativo por única vez de $60.000, que representó un estimativo de 4,8% en los salarios promedios si bien solo recompuso lo perdido en un mes.
La suma por única vez de $60.000 alcanzó a los 36 convenios sectoriales que se encuentran dentro del convenio colectivo de trabajo enmarcado en el decreto 214 / 2006. Por ende, quedan fuera las y los trabajadores de los organismos descentralizados como el PAMI, ANSES o la AFIP entre otros.
Desde ATE ya habían advertido que no estaban dispuestos a firmar aquella propuesta porque la consideraban insuficiente, tal como replican ahora. Mientras que en UPCN, la aspiración era que de mínima el acuerdo iguale la inflación, según comentaron a este medio. A su entender, aquel acuerdo no fue el ideal pero al menos sirvió para mantener a los salarios en carrera. La apuesta, deslizaron desde el gremio mayoritario a El Cronista, es empezar a recuperar los puntos perdidos una vez que se estabilice la inflación en un nuevo piso.