El placer de unas vacaciones en moto
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Para realizar un viaje en motocicleta lo primero que hay que tener en cuenta es la buena compañía, naturalmente no se debe ir solo, por seguridad. Una vez reunido el grupo se planifica el viaje y en este caso la planificación inicial era recorrer Portugal desde Coruña hasta Faro. Posteriormente la ruta se recortó para realizar un recorrido más corto por el norte de Portugal. Unos 900 kilómetros en tres días por las viradas carreteras portuguesas. Y como no, un tema importante es el tipo de motocicleta a utilizar para poder llevar todos el equipamiento con seguridad y confort. En este caso utilizamos la nueva Honda África Twin CRF 1100 L. Con el resultón y poco tragón propulsor de 102 caballos, múltiples ayudas electrónicas para conseguir un superior confort y una elevada seguridad, además de la caja de cambios con el sistema DCT (automático/secuencial) y las maletas laterales y el baúl trasero de gran capacidad en material de aluminio para albergar nuestro equipaje. Con todo este equipamiento, las maletas cargadas y el depósito lleno de combustible comenzamos la ruta tres amigos y yo. La primera parte de la ruta tenía el objetivo de llegar a Braganza, ya en Portugal, para dormir la primera noche. El lugar elegido fue el hotel rural Abel, base ideal y económica para dormir y cenar el típico bacalao del país. Por la mañana a apenas seis kilómetros nos adentramos en la bonita ciudad de Braganza con visita obligatoria al castillo para seguir ruta posteriormente hasta Guimaraes parando en Chaves donde realizamos la comida a orillas del rio Támega, visita al castillo de Santo Estévao para llegar a pernoctar a Guimaraes. Esta ciudad medieval declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco donde nació el primer rey de Portugal Alfonso Henriques. Aquí no se puede dejar de visitar por las estrechas callejuelas del casco antiguo la plaza Largo da Oliveira con la iglesia gótica de Nuestra señora de Oliveira o los arcos con soportales del Palacio del Consejo para seguir por el Castillo de Guimaraes del siglo X, en lo más alto de la ciudad, desde donde se puede visualizar toda la espectacular ciudad. En la montaña de Penha se encuentra el santuario con el mismo nombre que se puede subir hasta allí en funicular con unas vistas panorámicas realmente llamativas. Desde Guimaraes partimos hacía Aveiro espectacular ciudad costera conocida por sus playas, pasando por Braga, donde comenzamos a subir hacía España por la costa hasta llegar a la frontera de Tuy y posterior tirada hasta volver a la Coruña. Todo el recorrido con un total de 855 kilómetros con unos consumos que en ningún momento superaron los cinco litros en nuestra Honda se realizó por carreteras nacionales y comarcales, repletas de curvas, bellos paisajes y pueblitos muy tranquilos. No podemos recomendar más un recorrido similar para cualquier grupo de motociclistas que quieran realizar un viaje veraniego a lomos de sus máquinas.