Aumentar la supervivencia de pacientes con tumores sólidos ya es posible gracias a un tratamiento de corrientes eléctricas
Existe un procedimiento diferente para tratar el cáncer llamado Tumor Treating Fields (TTFields, por sus siglas en inglés). Este novedoso tratamiento oncológico consiste en “administrar corrientes eléctricas que interfieren en los mecanismos básicos de supervivencia de las células tumorales”, explica el doctor Antonio Calles, especialista en Oncología Médica de la Unidad de Tumores Torácicos/Pulmón del Hospital Ruber Internacional.
En concreto, el tratamiento con TTFields consiste en aplicar una serie de adhesivos en la caja torácica -en el caso del cáncer de pulmón-, que se recambian diariamente. Estas pegatinas son los electrodos que emiten el campo eléctrico y van conectados a un generador de corriente, que normalmente los pacientes llevan con una mochila o una bandolera.
“Se les recomienda que
estén con ellos al menos 18 horas al día, por tanto, más allá de los
inconvenientes que tiene portar este tipo de dispositivo, para los pacientes no
supone ningún tipo de riesgo ni de falta de seguridad”, indica el experto.
Para iniciar el tratamiento, la Dra. Mª Ángeles Vaz,
especialista en Oncología Médica de la Unidad de Sarcomas y Tumores de partes
blandas del centro hospitalario madrileño, explica que es necesaria una
valoración por parte del médico responsable del tratamiento oncológico y, si se
considera que el paciente se puede beneficiar, se procede a la prescripción del
dispositivo. Después, “un equipo de
personas entrenadas se encarga tanto de su colocación inicial como de un
seguimiento posterior para solucionar cualquier tipo de incidencias”. Además,
el tratamiento TTFields no requiere ingresos hospitalarios y todos los
procedimientos se llevan a cabo en el domicilio del paciente.
Según la Dra. Vaz, es un tratamiento novedoso y
completamente diferente a lo utilizado hasta ahora en oncología, “ya que el
mecanismo para frenar la multiplicación de las células tumorales no se basa en
la aplicación de fármacos o de radioterapia, sino en campos eléctricos
alternos”. En ese sentido, el Dr. Calles señala que, cuando se emite a una
determinada frecuencia específica, “este efecto afecta fundamentalmente a las
células tumorales en división y consigue ralentizar el crecimiento del tumor”.
Los especialistas aseguran que ya hay datos clínicos que
apuntan a que, aplicado en combinación con inmunoterapia, estas corrientes
específicas pueden aumentar la supervivencia en pacientes con diferentes
tumores sólidos. Y es que los TTFields han demostrado eficacia, en primer
lugar, en los tumores cerebrales, “en concreto, en uno muy agresivo en el
cerebro llamado glioblastoma multiforme”, subraya el Dr. Calles.
Además, ha demostrado eficacia en los tumores del tórax,
tanto el cáncer de pulmón no microcítico, “el más frecuente que vemos en los
países occidentales”, añade el Dr. Calles, como en el mesotelioma, un tumor de
la cavidad torácica, de la pleura, es decir, la membrana que rodea a los
tumores. Por su parte, la Dra. Vaz subraya que “se está estudiando en otro tipo
de cánceres y actualmente se están esperando resultados para su futura
aplicabilidad”.
En ese sentido, el Dr. Calles destaca que el tratamiento con
TTFields no demuestra un incremento de la respuesta, “sino un retraso en el
tiempo a la progresión, y eso repercute a la supervivencia. No vemos respuestas
como tal porque, sobre todo, lo damos en combinación con quimioterapia e
inmunoterapia, o solo con inmunoterapia en cáncer de pulmón, por tanto, no
podemos discernir la eficacia si la respuesta está siendo por los TTFields o
por la inmunoterapia o la quimioinmunoterapia”. Sin embargo, indica, cuando se
comparan esos tratamientos solos con o sin los TTFields, los expertos ven que
los pacientes que reciben más tiempo de tratamiento con TTFields son los que
más supervivencia tienen.
La población que se ha estudiado respecto a este tratamiento
es fundamentalmente adulta, es decir, “cualquier paciente mayor de 18 años con
un tumor sólido de estas características podría ser candidato a este
tratamiento”, afirma el Dr. Calles, quien asegura que este dispositivo no es un
tratamiento oncológico de tipo medicamento, “que es a lo que normalmente
estamos acostumbrados en oncología médica, pero ya tiene autorización de
comercialización para los pacientes con glioblastoma multiforme tanto en Estados
Unidos como en el marco de la Unión Europea y, por tanto, está disponible en
España”.