Sinner nota la presión, pero despeja los nervios y un susto para empezar en el US Open
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Levanta el puño Jannik Sinner después de sortear un inicio dubitativo, presa de los nervios y de un Mackenzie McDonald entonado que le complicó el estreno en este US Open en el que todas las miradas se fijan en él. Llega como número 1, sí, que mantendrá haga lo que haga en este último Grand Slam del año, pero también con esa carga en la espalda de dos positivos que dio en marzo y que irrumpieron en su preparación para este torneo neoyorquino. Por el momento, está en segunda ronda, liberado de la presión inicial y abrumador a partir del susto. En segunda ronda, otro estadounidense, Alex Michelsen. Decía que llegaba relajado, que toda la situación de su positivo por dopaje en marzo había quedado atrás después de que lo absolvieran y explicara que le habían permitido jugar durante todos estos meses porque había sido él quien había ido con el caso a las autoridades en primer lugar. Pero ya en la pista, toda esa tensión se notó en su mano, agarrotado el italiano desde el inicio, siete errores no forzados en solo dos juegos que se llevó McDonald con autoridad y sorpresa. Le costó muchísimo recuperar la confianza en su tenis, veinte minutos hasta que pudo equilibrar el choque a dos, y a partir de ahí, de nuevo el apagón. Con un estadounidense encendido al otro lado que lo presionó al fondo, de lado a lado, y encadenó cinco juegos consecutivos para poner al límite al número 1 del mundo, catorce errores, y las manos en la cabeza del personal. Se animaba y se animaba el de San Cándido al inicio del segundo set, que también comenzó con break abajo, pero también pagaba la frustración de los errores con bolazos desganados cuando se le iba alguna idea fuera. Aprovechó que al estadounidense se le fue bajando la efectividad y él encontró por fin la derecha y los primeros servicios. Determinante fue ese segundo juego de más de once minutos con el que logró equilibrar la contienda y devolver la rotura. Más cómodo y más centrado también en su puesta en escena, se hizo más grande y más número 1 en el fondo para devolver por el mismo resultado el castigo del primer parcial. Subió una marcha, ya ocupando toda la pista, cargadas las derechas cruzadas y con muchísima potencia con el revés y las piernas, y atenuado el estadounidense, que intentaba cortar la sangría con puntos de dos o tres intercambios, pero no resultó. La fórmula que funcionó fue la del italiano, que empezó a tener prisa por irse al vestuario para descansar del desgaste físico y emocional de esta primera actuación en la Arthur Ashe. No se inquietó ni con un 0-30 en el tercer juego del tercer set; puso el empeño en hacer de cada golpe un ganador (once) y fue un 6-1 en un visto y no visto; ningún error en su cuenta. Todavía más rápido fue el cuarto set, enganchadísimo ya Sinner a su ritmo vertiginoso con el que atropelló a un McDonald incapaz de hacer frente a ninguno de los ataques del italiano, doce puntos consecutivos, con un segundo juego con cuatro saques directos. Se despierta con fuerza el número 1 después de notar la presión de quien es la estrella del torneo y no solo por su favoritismo para llevarse el título el próximo 8 de septiembre. "No he empezado de la mejor forma posible. Los primeros partidos de los torneos son siempre difíciles. Y a partir del segundo set, he conseguido encontrar soluciones. Voy día a día. Tengo que ir mejorando y cogiendo ritmo. Es mi primer triunfo en la Arthur Ashe y siempre lo recordaré", comentó el italiano tras el partido. También sufrió más de la cuenta la número 1 de la WTA, Iga Swiatek . Campeona en 2022, quiere quitarse la espina de los octavos del año pasado, y aunque aseguraba que venía con expectativas bajas y sin presión, también notó cierta tensión ante la rusa Kamilla Rakhimova, repescada de la previa y que tuvo tres bolas de set en el tie break del segundo parcial (6-4 y 7-6 (6)). Tanto Swiatek como Sinner siguen después del susto, pero se quedan en el estreno tres nombres de los grandes. A la despedida definitiva del US Open de Dominic Thiem del lunes le siguieron las más sorprendentes de Felix Auger-Aliassime, que cayó contra Jakub Mensik por un contundente 6-2, 6-4 y 6-2; y Stefanos Tsitsipas, incapaz de superar a Thanasi Kokkinakis (7-6 (5), 4-6, 6-3 y 7-5).