La advertencia de la OCU sobre las inyecciones para adelgazar y sus efectos en la fertilidad
Los fármacos antidiabéticos agonistas del receptor GLP-1 son, sin duda, la gran revolución en el ámbito médico de estos últimos cinco años. Indicados inicialmente para las personas con diabetes tipo 2, pronto pasaron a convertirse en superventas en todo el mundo por su eficacia en la pérdida de peso. Dentro de esta familia hay comercializados en España cuatro principios activos diferentes: liraglutida (Saxenda), semaglutida (Ozempic y Wegovy), dulaglutida (Trulicity) y tirzepatida (Mounjaro).
Cuando un fármaco comienza a utilizarse de manera masiva, es común que aparezcan efectos inesperados y desconocidos hasta el momento. En la mayoría de los casos, estos nuevos efectos suelen ser perjudiciales y terminan sumándose a la lista de posibles reacciones adversas que se incluyen en los prospectos de los medicamentos. Lo que no suele ser tan común es que ese nuevo efecto inesperado pueda acabar siendo beneficioso. El último poder que se le ha atribuido a estos fármacos es el de potenciar la fertilidad. Y es que algunas mujeres con problemas de infertilidad o tomando anticonceptivos orales han descrito embarazos tras empezar el tratamiento con el medicamento tirzepatida.
En ese sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha pide a la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) que aclare la interacción de las inyecciones de Mounjaro con los anticonceptivos. Advierte de una importante discrepancia entre la información del prospecto y la ficha técnica de estas inyecciones adelgazantes en función del país donde se comercialicen. Mientras que en el fármaco vendido en Estados Unidos y el Reino Unido se informa de que su principio activo podría reducir la eficacia de los anticonceptivos orales, esta interacción no se considera relevante en las inyecciones que se venden en la Unión Europa.
En concreto, la OCU indica que aunque la ficha técnica de la UE apunta una reducción en el área bajo la curva del anticonceptivo oral, observa que “esta reducción de la exposición tras una dosis única de tirzepatida no se considera clínicamente relevante y, por tanto, no es necesario un ajuste de dosis de los anticonceptivos orales”. Sin embargo, la ficha técnica del Reino Unido matiza los datos ofrecidos por Mounjaro y ofrece una recomendación diferente: “No es necesario un ajuste de dosis de anticonceptivos orales en mujeres normopeso, pero ante la escasa información disponible sobre el efecto de la tirzepatida en la farmacocinética y eficacia de los anticonceptivos orales, no puede descartarse una reducción de su eficacia en mujeres con obesidad y sobrepeso. Por tanto, se recomienda cambiar a un método anticonceptivo no oral o añadir un método anticonceptivo de barrera 4 semanas antes de iniciar el tratamiento con tirzepatida y durante 4 semanas después de cada aumento de dosis”. La interacción sería incluso mayor en la información técnica de EEUU: “El uso de Mounjaro podría reducir la eficacia de los anticonceptivos orales hormonales debido al retraso del vaciado gástrico. Este retraso es mayor tras la primara dosis y disminuye a lo largo del tiempo. Se recomienda a las pacientes que usen anticonceptivos orales hormonales que cambien a un método anticonceptivo no oral o añadan otro de barrera”.
La OCU considera que se trata de "discrepancias importantes" que podrían dar lugar a embarazos no deseados entre aquellas mujeres que combinen el uso de anticonceptivos orales con las inyecciones adelgazantes de Mounjaro. De ahí la aclaración solicitada a la AEMPS. Mientras tanto, por precaución, la organización recomienda a las mujeres afectadas que consulten su uso con el médico prescriptor, ya sea el endocrino o el ginecólogo. Por último, OCU señala que, en las inyecciones adelgazantes con principios activos diferentes a la tirzepatida, como la semaglutida (Wegoby, Ozempic) y la liraglutida (Saxenda), no se conocen interacciones relevantes con los anticonceptivos orales, por lo que su uso puede combinarse.