Junqueras toma la iniciativa para intentar presidir ERC
El verano no ha sido de tregua en ERC. Las espadas siguen en alto con la mirada puesta en el congreso de noviembre. O antes, a tenor de los movimientos de los partidarios de Junqueras. Más de un tercio de miembros del Consell Nacional han pedido que se avance al mes de octubre. Según los estatutos, el congreso debe realizarse a los tres meses de la dimisión del presidente. Junqueras dimitió el 10 de junio por lo que, en teoría, el congreso se debería realizar el 10 de septiembre. La fecha del 30 de noviembre se marcó ante la posibilidad de una repetición electoral. Con Salvador Illa de presidente esa fecha podría decaer y adelantarse el congreso.
Mañana se reúne la dirección de ERC para tomar una decisión. No será fácil porque los partidarios de Rovira se niegan porque todavía no tienen un candidato para enfrentarse a Oriol Junqueras, y los de Junqueras quieren achicar tiempos y forzar un congreso en próximas fechas precisamente para no darles tiempo a encontrar un candidato/a con cara y ojos.
La desconfianza aumenta entre los dos sectores y la interinidad de la dirección no ayuda a que las aguas se amansen. Al contrario, se mantienen bravas. Algunos hablan incluso de que los acuerdos con los socialistas están en peligro si gana Junqueras, algo difícil de creer por los resultados de la consulta interna. Si los junqueristas se hubieran opuesto hoy se estaría hablando de repetición electoral. De hecho, ayer hubiera acabado el plazo en caso de no haber designado presidente.
Los partidarios de Rovira rompieron las hostilidades con un manifiesto firmado por más de mil militantes que abogaba por una renovación de liderazgos, un claro mensaje contra Junqueras. Los partidarios del hoy candidato y antes presidente del partido reaccionaron con otro manifiesto con más de dos mil firmas y celebraron un acto en Sant Vicens dels Horts, convocado por redes sociales, que registró en pleno verano un aforo considerable superior a las 500 personas.
En estos días, mientras los partidarios de Rovira buscan su candidato/a –ante la falta de concreción hablan de dirección horizontal y coral–, los de Junqueras han vuelto a tomar la iniciativa. El próximo día 21 en el Teatre de la Passió de Olesa de Montserrat– Teatro de la Pasión donde se representa la pasión y la muerte de Jesús– la plataforma «Militància decidim»– Militancia decidimos, que agrupa a sus partidarios presentará «los ejes principales de la propuesta de renovación» que representa la candidatura de Junqueras que pretende aglutinar a más de 1500 militantes.
En el acto participará el candidato, y también Raúl Romeva –ambos siguen inhabilitados por 12 años porque no se les ha aplicado la Ley de Amnistía– arropado por diferentes militantes «que provienen de espacios políticos y territoriales diversos que aportan experiencia en todos los campos y son un ejemplo de voces que apuestan por un proyecto que une renovación y experiencia».
Oriol Junqueras ha aprovechado estos meses para abrir lo que él llamó «un proceso de escucha y de conversaciones con la militancia», aprovechando que la dirección provisional de ERC le apartó de las negociaciones con el PSC y le negaba un papel dirigente. Una negación que se había plasmado ya en los últimos meses de Govern de Pere Aragonés. Lo que en un principio era un ninguneo a Junqueras, a la postre le ha beneficiado porque le ha mantenido alejado de los escándalos de la campaña de Ernest Maragall y contra él mismo organizados por un grupo paralelo que actuaba a las órdenes del departamento de comunicación –y por tanto de la dirección encabezada por Salvador Sabrià, que dimitió una vez trascendió el escándalo– y de la propia Marta Rovira, y alejado también de las negociaciones para investir a Illa. Junqueras en este punto ha mantenido siempre una posición ambigua que zanjó con un «hemos de estar vigilantes para que se cumplan los acuerdos».
Con este movimiento, Junqueras quiere dar el pistoletazo de salida a su campaña oficial, al margen de cuando se fije la fecha definitiva del congreso, para hacer evidente que el sector de Rovira sigue sin candidato o candidata, que tendrá el duro papel de presentarse contra Junqueras, que lleva dirigiendo el partido los últimos 13 años. No se descarta que en los próximos días el sector «rovirista» anuncie la presentación de su candidatura para contrarrestar el empuje del junquerismo. Sus partidarios siempre han lanzado un eslogan «junquerismo es amor», y a la luz de lo que está pasando no ha enamorado nada a los partidarios de Marta Rovira.