Los fabricantes alemanes exigen que se establezcan metas de combustibles sintéticos

«Europa solo puede alcanzar sus objetivos de reducción de CO2 con un enfoque que englobe todas las soluciones tecnológicas posibles», afirmó la presidenta de la asociación alemana de fabricantes de automóviles (VDA). «La política está llamada a establecer incentivos para el aumento de energías renovables y así garantizar y fomentar inversiones». En un reciente documento, la organización exigió un enfoque ambicioso para la futura Directiva de Energías Renovables (RED III) que está desarrollando la UE, con la intención de que los combustibles renovables sean incluidos en la legislación, que fue revisada en 2023. Según la asociación «la RED III establece un objetivo climático claro para el sector del transporte en los estados miembros de la UE, pero no lo hace así para los combustibles renovables. Con ellos, el parque de vehículos de combustión puede circular de manera climáticamente neutra a largo plazo, y se puede incentivar el crecimiento del mercado cero emisiones». «El hecho es que el aumento de la electromovilidad, incluidas las tecnologías de hidrógeno en el sector de vehículos comerciales, permitirá importantes reducciones de CO2 en los próximos años. Sin embargo, esto no es suficiente, ya que en Alemania seguirá habiendo vehículos con motores de combustión durante mucho tiempo», subraya Müller. «Incluso si se alcanza el objetivo del Gobierno de 15 millones de autos eléctricos para 2030, todavía habrá al menos 40 millones de automóviles y camiones con motores de combustión en las carreteras alemanas.» Para esta flota de vehículos, los combustibles renovables son urgentemente necesarios, afirman desde la VDA. Además, la asociación señala que la normativa, tal y como está redactada, no es precisa a la hora de contabilizar la energía. Afirman, « ciertas cantidades puestas en circulación se contabilizan varias veces, por ejemplo, la electricidad de carga se cuenta como el triple de su cantidad real». Con esto, «se pretenden crear incentivos de inversión, pero tienen un efecto inhibidor de la demanda, si los objetivos generales de la regulación no aumentan en consecuencia». Desde la VDA mantienen que la contabilización múltiple debería desaparecer gradualmente de cara a 2030, salvo para el hidrógeno, que debería mantener sus inversiones de cara al futuro.