Vecinos de Limón denuncian falta de atención de Cruz Roja en medio de ola de violencia

Cristel Salas, excruzrojista, vecina de Limón e integrante de una comisión que busca organizarse para mejorar el servicio ante emergencias, afirma que la Cruz Roja del cantón de Limón está prácticamente cerrada. Dice que solo hay dos ambulancias, dos choferes y un administrador, y no hay voluntariado, lo que afecta la atención de unos 100.000 habitantes.

Limón es el segundo cantón con más homicidios en el país, pues en lo que va del año ya suma 50 casos, la misma cantidad que se registra en toda la provincia de Cartago. Además, la provincia caribeña es la que presenta la tasa más alta de asesinatos a nivel nacional.

Salas expresó su preocupación ante la falta de personal y afirmó que no sabe qué pasaría en caso de una emergencia grave. Incluso, dice que en la provincia se habla sobre el posible cierre de algunos comités, como los de Matina y Talamanca.

Para ella, la situación es grave y sostiene que en Limón las cortinas metálicas del comité siempre están cerradas. Añade que valoran la idea de desarrollar un proyecto con excruzrojistas y voluntarios para ofrecer una opción que facilite atender a quienes presentan alguna urgencia y no pueden pagar servicios de ambulancias privadas.

William Sánchez, dueño de la empresa de ambulancias privadas Vida y Esperanza y vecino de Limón, comentó que suelen trabajar en el traslado de pacientes con clínicas privadas.

Sin embargo, recordó un incidente ocurrido hace unos cuatro meses en Limón 2000, donde atendieron a una trabajadora doméstica que sufrió una fractura de tibia y peroné. Ella le contó que luego de llamar al 911, le informaron de que no había ambulancias disponibles y que la prioridad eran las personas baleadas o apuñaladas. La señora, de unos 50 años, pudo pagar servicios privados, y aunque el accidente ocurrió a las 6:15 a. m., la ambulancia privada la encontró aún en el piso a las 11:00 a. m., y la llevó al centro médico.

Sánchez afirma que muchas personas prefieren contratar servicios privados por una atención más rápida y que en su trabajo ha constatado que la falta de recursos no solo afecta al comité de Limón, sino a la mayoría en el ámbito nacional.

Cruz Roja niega desatención

Ante estas declaraciones, Wagner Leiva, director de Respuesta a Emergencias de la Cruz Roja, admitió que en Limón solo hay dos ambulancias, pero aclaró que cuentan con 59 voluntarios y 18 cruzrojistas remunerados que trabajan todos los días de la semana, las 24 horas del día.

Leiva explicó que las cortinas metálicas en Limón están cerradas para resguardar las unidades, equipos y la seguridad del personal, debido a que el comité colinda directamente con la acera. Sin embargo, esto no significa que esté clausurado. Hay un timbre en la entrada para que cualquier persona pueda acercarse al comité y ser atendida, siempre y cuando los socorristas no estén en otra emergencia. Además, mencionó que los protocolos institucionales permiten atender cualquier eventualidad con el apoyo de comités cercanos, si es necesario.

Leiva descartó que se vayan a cerrar comités auxiliares en la provincia caribeña o en cualquier otra parte del país.

Señaló que la entidad realiza actividades propias que le permiten captar el 58% de los recursos necesarios para sus operaciones, y el resto se obtiene con apoyo gubernamental, lo que les permite cumplir con su servicio humanitario y gratuito de salvar vidas. Parte de estos recursos provienen de la asistencia a conciertos y estadios, gestiones de ayuda empresarial, la recolección de fondos en parqueos y sodas en lugares turísticos como los volcanes Poás e Irazú e incluso ventas de tamales en algunos comités.

Afirmó que hacen el mayor esfuerzo con los recursos disponibles, pero reconoció que el aumento de incidentes delictivos y la violencia en todo el país exigen cada vez más a la Cruz Roja. Dijo que, en promedio, atienden un caso por minuto. El año pasado se registraron más de 500.000 atenciones en todo el territorio y en el primer semestre de este año ya se contabilizaban más de 277.000. Aclaró que las llamadas deben gestionarse a través del sistema de emergencias 911.

En cuanto a Limón, Leiva mencionó que la situación socioeconómica y la presencia de organizaciones criminales complican el panorama. Sin embargo, negó que solo atiendan casos de baleados y apuñalados, ya que a diario se ocupan de situaciones como atención a embarazadas, pacientes con hipertensión arterial, problemas cardíacos, personas extraviadas en montañas y afectados por accidentes acuáticos en ríos y mares.

Este año se han trasladado 3241 personas por emergencias médicas, en muchos casos se trata de pacientes diabéticos o hipertensos que no asistieron a citas de control o no tomaron los medicamentos y sufren descompensaciones.

Más allá de formar grupos aparte, Leiva hizo un llamado a los interesados en ser voluntarios a acercarse al comité y donar parte de su tiempo y conocimientos. Reconoció que esto representa un desafío, pero destacó que en el último año se han reclutado 510 voluntarios en todo el país, contando ahora con más de 5.000 a nivel nacional.

Señaló que existen otros factores ajenos a la institución que afectan la atención, como trayectos largos, presas en carreteras, deslizamientos o manifestaciones que cierran vías. Además, la Cruz Roja debe respetar las leyes de tránsito vigentes.

En algunas ocasiones, al llegar a una emergencia, los pacientes están prensados y se requiere tiempo, a veces horas para su liberación y traslado.

La saturación de hospitales también incide directamente en la atención, ya que las ambulancias pueden pasar horas esperando camillas disponibles en el centro médico o un lugar donde dejar a los pacientes, alegó Leiva.