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Август
2024

Las minas con 400 años de historia que se pueden visitar y acaban de convertirse en Patrimonio de la Humanidad

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La isla de Sado, la sexta más grande de Japón, es un paraíso natural escondido y dominado por dos cordilleras montañosas a ambos lados que se extienden de norte a sur. Con 855 kilómetros cuadrados de extensión y una forma de «Z», está ubicada a 45 kilómetros frente a las costas de la ciudad de Niigata y tanto su orografía montañosa, como sus llanuras y las formaciones rocosas del litoral lo convierten en una especie de «Japón en miniatura» con paisajes y rincones de gran belleza natural.

Por otro lado, la isla de Sado es sinónimo de dos de los metales más preciados: el oro y la plata. Aquí, la extracción de ambos metales a gran escala comenzó en 1601 y duró casi 400 años, llegándose a extraer un total de 78 toneladas de oro y más de 2.330 toneladas de plata, hasta que, en 1989, la minería se detuvo. Los vestigios de ese pasado todavía se conservan a día de hoy; de hecho, las minas de Sado acaban de ser incluidas en la lista de Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El Sitio Histórico de la Mina de Sado

En la actualidad, el Sitio Histórico de la Mina de Sado es una instalación turística donde los viajeros pueden aprender sobre los cambios en la tecnología minera y los métodos de producción, mientras observan los vestigios patrimoniales de los pozos, así como las instalaciones de tratamiento del mineral. En este lugar se llevaron a cabo tareas que iban desde la minería hasta la fabricación de monedas de oro conocidas como koban.

La longitud del túnel excavado en la mina es de 400 kilómetros. Para descubrir estas excavaciones únicas, los viajeros pueden seguir dos recorridos: el túnel del periodo Edo (Sōdayu) y el túnel del periodo de Meiji (Dōyu).

El túnel de Sōdayu es un recorrido de 30 minutos que recrea la experiencia minera del periodo Edo (1603-1867). Contaba con nueve venas principales ricas en oro y plata, que hoy en día los visitantes pueden descubrir de primera mano, además de conocer cómo era la vida en la mina durante esa época a través de herramientas y otros objetos expuestos en estos pasajes excavados por el hombre. El túnel fue declarado monumento histórico nacional el 24 de mayo de 1994.

El túnel Dōhyu, excavado en la era Meiji (1868-1912), nos permite hacer una ruta de 40 minutos con la cual podremos ver los carros de la mina y el patio de trituración que quedaron intactos desde aquella época. También se puede observar el corte abierto de Doyu-no-Warito, agrietado a causa de la extracción.

Además de los túneles, el recorrido por las Minas de Sado se puede completar con la visita a su museo y sala de exposiciones en el que los visitantes podrán descubrir más detalles sobre el proceso de extracción y la estructura de los túneles, ver reproducciones de la época, aprender sobre los minerales y sostener un lingote de oro real.

La isla de Sado más allá de las minas

Sado es un destino ideal para el senderismo y el turismo de naturaleza, con sus pintorescas playas, terrazas de arrozales y carreteras montañosas. La mejor forma de explorar esta vertiente escarpada de Japón es por carretera, a través de sus rutas panorámicas. Debido a su situación geográfica tan particular y su latitud, hay una gran variedad en su flora, desde cipreses primigenios hasta plantas alpinas.

Los parajes naturales de la isla son también el hogar del toki o ibis crestado japonés, cuya población está en recuperación gracias a métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente. En el Parque Forestal de Toki se pueden observar estas aves en su hábitat natural. Y es que la isla entera es un paraíso natural con lugares tan pintorescos y protegidos como el Sado Geopark y el Parque Cuasi Nacional de Sado-Yahiko-Yoneyama.

La isla ofrece experiencias únicas como navegar en un tarai bune (una peculiar barcaza con forma de gran cuenco de madera circular) en Ogi o participar en el Festival Anual de la Celebración de la Tierra (Earth Celebration), un evento que reúne cada mes de agosto a los mejores intérpretes de taiko (tambor tradicional japonés) y otro tipo de conciertos amenizados con teatros alternativos y gastronomía étnica.

Los visitantes podrán alojarse en los tradicionales ryokan, relajándose con baños termales. Sado también es conocida por sus arrozales de Iwakubi Shoryu y su producción sostenible, permitiendo a los viajeros degustar el exquisito arroz de Niigata y el típico sake local.

Cómo llegar a la isla de Sado

La isla de Sado se encuentra en el mar de Japón, a 45 kilómetros al oeste de la ciudad de Niigata. Para llegar a esta isla, concretamente al puerto de Ryotsu, la mejor opción es vía jetfoil (hidrodeslizador) de alta velocidad o el ferry. Para ir a las minas, los viajeros pueden optar por un autobús con un trayecto de unos 70 minutos. También se puede alquilar un coche en la zona portuaria.

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