Testigos de la catástrofe: descubren que la extinción de los dinosaurios está escrita en el genoma de las aves
0
Hace 65 millones de años, un asteroide de 10 kilómetros de diámetro chocó contra nuestro mundo y cambió para siempre el curso de la vida en la Tierra. La roca espacial puso en marcha una dramática reacción en cadena de cambios que puso punto y final al largo reinado de los dinosaurios , pero abrió al mismo tiempo el camino para la llegada de otras formas de vida. Poco después del impacto, en efecto, surgieron los primeros ancestros de las aves actuales. Y ahora, un estudio de la Universidad de Michigan ha conseguido identificar, por primera vez, los rastros de aquella catástrofe en los genomas de las aves: cambios dramáticos provocados por la extinción masiva y que permitieron a las aves diversificarse y convertirse en los animales tremendamente exitosos y variados que son hoy. El trabajo se acaba de publicar en ' Science Advances '. «Al estudiar el ADN de las aves vivas -explica Jake Berv, autor principal del artículo-, podemos intentar detectar patrones de secuencias genéticas que cambiaron justo después de uno de los eventos más importantes en la historia de la Tierra. La firma de esos acontecimientos parece haber quedado impresa en los genomas de los supervivientes de una manera que podemos detectar incluso decenas de millones de años después». Los componentes fundamentales del ADN (los nucleótidos) se componen de cuatro bases diferentes, denominadas A, C, G y T (adenina, citosina, guanina y timina). Las proporciones de estos cuatro 'ingredientes' dentro del genoma pueden cambiar, lo que resulta en cambios en el desarrollo de las criaturas. Y eso es precisamente lo que Berv y su equipo descubrieron en su análisis: el evento de extinción masiva provocó cambios en la composición de los nucleótidos de los pocos dinosaurios 'aviares' que sobrevivieron a la extinción. Y también descubrieron que estos cambios parecen estar relacionados con la forma en que las aves se desarrollan cuando son bebés, su tamaño adulto y su metabolismo. Por ejemplo, aproximadamente entre 3 y 5 millones de años después de la extinción masiva, los linajes de aves supervivientes tendieron a desarrollar tamaños corporales más pequeños. También cambiaron la forma en que se desarrollaron como crías, y más especies se volvieron 'altriciales'. Es decir, que aún están 'incompletos' cuando nacen y necesitan que sus padres los alimenten y cuiden durante muchas semanas, incluso meses. Las aves que nacen listas para valerse por sí mismas, como las gallinas y los pavos, se denominan 'precociales'. Estudios anteriores sobre la evolución de las aves habían supuesto una composición fija del ADN que no podía cambiar. Pero los nuevos métodos utilizados por los investigadores en su estudio dejaron claro que no es así. «Descubrimos -afirma Berv- que el tamaño del cuerpo adulto y los patrones de desarrollo previo a la eclosión son dos características importantes de la biología de las aves que podemos vincular con los cambios genéticos que estamos detectando. Hasta donde sabemos, los cambios en la composición del ADN no se habían asociado hasta ahora de manera tan clara con la extinción masiva del final del Cretácico». Hasta ahora, los cambios en la composición del ADN no se habían examinado de cerca en el contexto de una extinción masiva. Y, sin embargo, sabemos que las extinciones masivas pueden tener un efecto dramático en el mundo, cambiando ecosistemas enteros y sus relaciones, así como las relaciones entre los organismos dentro de ellos. «Nuestro estudio -asegura por su parte Daniel Field, de la Universidad de Cambridge y coautor de la investigación- destaca que estos fenómenos de extinción pueden en realidad influir aún más profundamente en la biología de los organismos, alterando aspectos importantes de la evolución de los genomas. Este trabajo amplía nuestra comprensión de los dramáticos impactos biológicos causados por las extinciones masivas y destaca que la que acabó con los dinosaurios gigantes fue uno de los eventos de mayor impacto biológico en toda la historia de nuestro planeta».