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Август
2024

Una llamada telefónica sentenció a Fuad Shukr, el líder militar de Hizbolá eliminado en Beirut

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Abc.es 
Las tensiones en Oriente Próximo se han traducido en millares de muertos entre los que destacan diversos líderes de las múltiples partes implicadas. Entre ellas, el grupo terrorista libanés Hizbolá, que recibió un duro golpe cuando Fuad Shukr , uno de sus militantes de mayor rango —algunos medios le califican como uno de los líderes de la organización—, recibió una llamada el pasado 30 de julio que sentenciaría su vida porque le llevó al lugar exacto donde Israel atacaría , según informa el medio estadounidense 'The Wall Street Journal', (WSJ). El líder de este grupo chií y proiraní vivía en el séptimo piso de un edificio residencial en el barrio de Dahiyeh, al sur de Beirut, y trabajaba en su oficina ubicada en el segundo. Allí recibió una alerta de Hizbolá que comandó a sus altos mandos a que se dispersaran, dado que temían un ataque inminente. Sin embargo, el diario estadounidense revela, según sus fuentes, que Israel podría haber intervenido la red de comunicaciones internas de Hizbolá y le condujo de vuelta a su apartamento. A eso de las 19 horas, Israel atacó el edificio, matándole a él y a su mujer, junto a otras dos mujeres y dos niños; el ataque dejó también alrededor de 70 heridos. Estados Unidos llevaba mucho tiempo detrás de Fuad Shukr porque fue el cerebro del atentado del 23 de octubre de 1983, cuando un camión bomba estalló matando a 241 militares estadounidenses en Beirut . El atentado se le atribuyó a la Yihad Islámica, ya que Hizbolá todavía no había declarado oficialmente su existencia, aunque Skukr fue uno de sus fundadores así como uno de sus agentes más importantes. También orquestó una operación en la que varios secuestradores se hicieron con el vuelo 847 de la aerolínea estadounidense TWA en 1985 para exigir la liberación de 700 prisioneros retenidos por Israel. Después de esta operación, continuó con un papel importante en Hizbolá , aunque optó por pasar a la clandestinidad. Shukr apenas se movía del edificio en el que residía en el sur de Beirut (Líbano), pues probablemente quería limitar su circulación por el espacio público. Tanto era así que en el Líbano todos conocían su nombre, pero no cómo era, incluso se llegó a publicar en los medios libaneses una fotografía errónea de él. «Habíamos oído su nombre, pero nunca lo habíamos visto», dijo un vecino al WSJ, cerca del lugar de su muerte. «Era como un fantasma» . Esta operación supuso un duro golpe a Hizbolá, que se completó con el asesinato horas después en Irán de Ismael Haniyeh, líder de Hamás , cuando este acudió a Teherán al acto de toma de posesión del nuevo presidente Masoud Pezeshkian . Según el diario estadounidense 'The New York Times', en el asesinato de Haniyeh también estaría implicada la inteligencia israelí, que presuntamente habría comprado a miembros del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (CGRI). Este cuerpo está a cargo de la casa de huéspedes de Teherán, donde se hospedaba Haniye cuando explotaron unos artefactos activados por control remoto que se ubicaban en varias habitaciones del edificio. Hizbolá respondió con ataques que no llegaron a buen puerto e Irán llamó a la ira: amenazó con lanzar una ofensiva conjunta entre los diversos grupos opositores para provocar serios daños a Israel, algo que no se ha producido todavía. No obstante, las tensiones en el conflicto sí escalaron y ahora es Estados Unidos junto a Egipto y Qatar quienes tratan de mediar en el conflicto y abogan por un alto el fuego .