Las restricciones al consumo de agua en Lucena, sujetas a que no haya más averías en la red
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El bando del Ayuntamiento de Lucena sobre limitaciones al consumo de agua para usos como el llenado de piscinas, el riego de jardines o la limpieza de acerados, ha hecho saltar las alarmas en la localidad cordobesa que ha mantenido durante más tiempo –más de nueve meses– las restricciones al consumo dictadas como consecuencia de la sequía el pasado verano . Sin embargo, Aguas de Lucena espera poder salvar el periodo estival sin tener que imponer restricciones horarias «siempre y cuando no se reproduzcan o vayan a más las incidencias en el abastecimiento por parte de Emproacsa», según ha indicado la Consejera Delegada de la empresa municipal, María de la O Redondo. Y es que este año, el problema no es la falta de agua, sino las incidencias derivadas de la secuencia de averías en la red general de suministro de Emproacsa, que ya ha llevado a varios municipios de la provincia a adoptar una primera tanda de medidas de ahorro, tras ver como se vaciaban con rapidez sus depósitos. En el caso de Lucena, ayer los depósitos apenas superaban los 3 metros de altura, sobre un máximo de 8. «Vamos recuperando lentamente, aunque estamos lejos de los apenas 1,5 metros que llegamos a alcanzar la semana pasada», señala Redondo, que apunta que pudo haber sido peor, ya que, en el momento de las averías de Emproacsa los depósitos de La Calzada y El Cahiz sumaban 7,5 metros de altura, y Lucena ha contado con el suministro del manantial propio del Nacimiento de Zambra. Redondo señala que ahora lo importante es «llegar al 15 de agosto », cuando, tradicionalmente, se produce en el conjunto de la provincia un notable descenso del consumo como consecuencia de las vacaciones, y con ello la exigencia de presión en las conducciones de Emproacsa, que ha motivado este problema y ya ha llevado a la Diputación a poner sobre la mesa la necesidad de una renovación de la red provincial, que podría tener un coste de unos 100 millones de euros . Para ello, seguirá siendo importante la aportación de Zambra. A la pérdida de casi la mitad del agua por el camino –a falta de renovar la red– se suma el paulatino descenso del caudal. En junio salían del acuífero 6.352 metros cúbicos , de los que llegaban a los depósitos 3.212. En julio esa cantidad bajo hasta 5.317 en salida y 2.892 en llegada. Ayer, solo llegaron al depósito de La Calzada 2.023 y, en días previos, incluso se ha estado por debajo de los 2.000. Con esta cantidad menguante de suministro desde el nacimiento de Zambra, mantener una aportación mínima de 16 horas de bombeo por parte de Emproacsa es fundamental. «Desde hace unos días hemos recuperado las 15 o 16 horas, pero antes llegaban de forma continuada y ahora lo hacen de forma más intermitente para no sobrecargar la red provincial y provocar nuevas roturas, por lo que el nivel es menos estable», apunta Redondo, que insiste en que, pese a todo, «la tendencia es ir recuperando agua en nuestros depósitos y no esperamos que sea necesario recurrir a las restricciones horarias, salvo incidencias más graves en la red de Emproacsa».