‘El Mayo’ Zambada denuncia secuestro y traslado forzado a Estados Unidos
Nueva York. El narcotraficante mexicano Ismael “El Mayo” Zambada llegó a Estados Unidos “secuestrado y por la fuerza” por el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán cuando se dirigía a una reunión con el gobernador del estado mexicano de Sinaloa, según un comunicado emitido el sábado.
“Fui secuestrado y llevado a Estados Unidos por la fuerza y contra mi voluntad”, dijo Zambada, cofundador del cártel de Sinaloa, en su primera declaración desde su detención el 25 de julio en suelo estadounidense.
Zambada llegó a El Paso, Texas, en compañía del hijo de su compañero de cártel, Joaquín Guzmán López, uno de los denominados “Chapitos”, y el piloto en un vuelo privado.
En su declaración, enviada a través de su abogado Frank Pérez, Zambada precisa que busca aclarar las “informaciones inexactas” que han circulado en la prensa de Estados Unidos y México sobre las circunstancias de su sorpresiva detención”.
Ismael ‘El Mayo’ Zambada fue capturado en Estados Unidos tras acuerdo con hijo de ‘El Chapo’
Zambada, de 76 años, relata que Joaquín Guzmán López, a quien conoce “desde niño”, le pidió asistir a una reunión para “ayudar a resolver las diferencias entre los líderes políticos” de su estado.
La reunión iba a incluir a Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuen Ojeda, exdiputado federal, alcalde de Culiacán y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), sobre quién debía dirigir la institución, señala.
En la reunión también participarían Cuen Ojeda y Rocha Moya, junto con Iván Guzmán Salazar, un narcotraficante.
Cuen Ojeda fue asesinado el mismo 25 de julio, según las autoridades, durante un intento de robo de su camioneta. Sin embargo, Zambada asegura que “lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar” donde él fue “secuestrado”.
Tampoco se tuvo noticias de los dos miembros de seguridad que entraron con él al lugar de la cita: “José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, un miembro de mi equipo de seguridad desde hacía mucho tiempo”.
Zambada hizo llamado a la paz
Ante el temor de un ajuste de cuentas por su secuestro y posterior entrega a la justicia estadounidense, Zambada hace un llamado a los sinaloenses a la “mesura y a mantener la paz” en su estado. “Nada se resuelve con violencia. Ya hemos recorrido ese camino y todos perdemos”, asegura.
También pide a los gobiernos de México y Estados Unidos “transparencia” y “la verdad” sobre su secuestro y “sobre las muertes de Héctor Cuen, Rosario Heras, Rodolfo Chaidez y cualquier otra persona que haya perdido la vida ese día”.
En su declaración, Zambada cuenta cómo llegó al lugar de la cita, en Huertos del Pedregal, en las afueras de Culiacán, poco antes de las 11:00 a. m. Había “un gran número de hombres armados con uniformes militares verdes que supuse que eran pistoleros de Joaquín Guzmán y sus hermanos”.
Joaquín Guzmán López le “hizo un gesto para que le siguiera”, asegura Zambada, uno de los narcotraficantes más poderosos de México que durante casi cinco décadas evitó su detención.
‘Emboscada’
“Confiando en la naturaleza de la reunión y en las personas implicadas, le seguí sin dudarlo”. Sin embargo, le llevaron a una sala que estaba a “oscuras”, donde le tendieron una “emboscada”, dice.
“Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me colocó una capucha de color oscuro en la cabeza. Me ataron y esposaron, y luego me obligaron a meterme en la caja de una camioneta”, relata. En ese vehículo lo llevaron a una pista de aterrizaje y lo obligaron a subir a un avión privado, donde se le “ató con bridas al asiento”.
Asegura que durante ese tiempo le “sometieron a malos tratos físicos”, causándole “lesiones importantes en la espalda, la rodilla y las muñecas”.
Unas tres horas después, en un vuelo “sin escalas”, “El Mayo”, Guzmán López y el piloto aterrizaron en El Paso, Texas, donde los agentes federales estadounidenses los detuvieron.
“La idea de que me entregué o cooperé voluntariamente es completa e inequívocamente falsa”, asegura.
Según documentos judiciales, Zambada, que se declaró no culpable de los cargos de narcotráfico, blanqueo de dinero y conspiración para cometer asesinato que le imputa la justicia estadounidense, se sentará en el banquillo en el mismo tribunal de Nueva York que juzgó y condenó a cadena perpetua a “El Chapo”.
Por su parte, Joaquín Guzmán López, quien también se declaró no culpable, será juzgado en Chicago.