Los habitantes de Casablanca no quieren palmeras en su ciudad
Hace diez años, las calles de Casablanca empezaron a cambiar con la introducción de las palmeras “Washingtonias”. Una medida que desde entonces ha desatado una polémica que no se ha disipado con el tiempo. Todavía hoy se alzan voces para cuestionar esta elección urbanística que, según varios vecinos y activistas medioambientales, ignora las necesidades medioambientales reales de la ciudad.
Salima Belmokadem, ingeniera paisajista y ferviente defensora del medio ambiente, encabeza el movimiento “Marruecos Medio Ambiente 2050”. Critica duramente los métodos utilizados en la gestión urbana del verde en Casablanca. “Sustituir árboles centenarios por palmeras es una práctica que no podemos tolerar ”, informa Le360.
Describe una situación en la que grandes árboles, testigos de la historia de la ciudad, son arrancados de raíz para dar paso a especies que no proporcionan suficiente sombra, ni biodiversidad, ni siquiera una estética adaptada al clima local. Estas acciones son el resultado de decisiones tomadas sin la suficiente consideración por la sostenibilidad o el bienestar común. Esto pone de relieve la ironía de la situación: Casablanca, una ciudad que experimenta temperaturas crecientes y períodos prolongados de sequía, opta por una especie que es menos capaz de contribuir a la regulación térmica que los árboles nativos. “Plantar una palmera en un entorno que necesita desesperadamente resiliencia climática es una aberración ”, insiste.
Esta medida de plantar palmeras no es sólo una cuestión de elección de árboles, es sintomática de una falta de visión medioambiental en los órganos de decisión. "Aunque se han lanzado campañas de sensibilización y se han enviado cartas a los responsables, el eco de estos esfuerzos parece perderse en el laberinto de la administración ", insiste.
Por su parte, Moulay Ahmed Afilal, vicepresidente del consejo municipal de Casablanca, indica que dicho consejo apuesta por una política de plantación de árboles, en particular en las entradas a la ciudad. “ La plantación de palmeras no fue una decisión política del ayuntamiento, sino que se llevó a cabo durante el desarrollo de las líneas del tranvía por motivos técnicos, sin intervención directa del ayuntamiento”, observa. ,“ Actualmente, el municipio está invirtiendo en un proyecto de plantación de árboles, reconociendo su importancia para los marroquíes, especialmente en tiempos de sequía como el que estamos atravesando”, concluye.