Revitalizar la cultura educativa del esfuerzo
¿Por qué los asiáticos muestran mejor desempeño en las evaluaciones PISA que miden la capacidad de los estudiantes de 80 países para leer, comunicarse adecuadamente, resolver problemas matemáticos y medir ciertos conocimientos científicos básicos?
Países occidentales de altos ingresos, como Finlandia y España, están cayendo. En Costa Rica, es usual escuchar a profesores universitarios decir alarmados que a sus aulas llegan estudiantes que carecen de las habilidades mínimas de comprensión de lectura, pensamiento crítico o para la resolución de problemas matemáticos con algún grado de dificultad.
Asia enfocó su modelo educativo hacia una cultura de esfuerzo con el fin de propiciar la adquisición de conocimientos, potenciando las capacidades de los estudiantes a través de una sostenida disciplina y la interacción permanente con el educador.
Occidente tomó la dirección inversa. Por ejemplo, los peores resultados de la historia española en matemáticas y ciencias en las pruebas PISA coinciden con la polémica ley Celaá, señalada por educadores, investigadores y agrupaciones de docentes como promotora del menor esfuerzo en los estudiantes.
El docente e historiador español Jesús Ángel Romero denunció en la prensa el daño que la ley le hacía a su sistema educativo, ya que la graduación de secundaria es posible aun cuando el alumno registre un número indeterminado de suspensiones, incluso aprobaciones del primer año secundario con hasta ocho o nueve suspensiones. En palabras del docente, es un “aspecto chocante que llama la atención… el problema del abandono escolar se trata de solucionar regalando títulos devaluados”.
Abuso de la tecnología en el aula
Occidente adoptó el modelo del facilismo, desenfocando la necesidad de adquirir conocimientos y, peor aún, abusando de una extrema tolerancia en la utilización de herramientas tecnológicas en los procesos de enseñanza, lo cual es un atajo que está ocasionando una desmejora y un vacío en la adquisición de saberes.
La sustitución de la clase magistral acorta el camino a la investigación, el aprendizaje y al razonamiento crítico. Elimina la presión y la obligación de procesar y conservar los conocimientos.
Es casi una mala palabra obligar al educando a leer y redactar. Se llega al extremo de no dar importancia a la ortografía, mucho menos a la redacción.
Otra amenaza del exagerado uso de la tecnología en los procesos educativos es la manipulación cibernética, incluso reconocida por los activistas promotores de la maximización de las aplicaciones en los salones de clase.
Los riesgos de manipular y adoctrinar son muchos, al punto que especialistas lo califican de despotismo de los algoritmos, pues estos funcionan con mecanismos que desestimulan los puntos de vista o criterios distintos u opuestos al momento de recibir información automática de los motores de búsqueda.
Cristóbal Cobo, experto en investigación docente del Banco Mundial, se refiere al peligro de dar mayor prioridad a la tecnología que a la interacción personal entre el educador y el educando. Subraya que una de las complejidades del proceso educativo es que, más que la simple obtención facilista de datos, es sobre todo la formación en valores y consejos para salir de situaciones humanas que desafiarán a la juventud a lo largo de su actividad profesional y de su vida, aspecto que no es exportable ni reducible a algoritmos.
Lo anterior se agrava si tomamos en cuenta que el control del sistema cibernético mundial está aún más concentrado que la economía y el mercado en general, pues el 90% de las búsquedas se gestionan a través de Google, el 95% de las computadoras del planeta usan los sistemas operativos que controlan las dos empresas Microsoft y Apple, y el 74% de los usuarios mundiales de la web utilizan algún tipo de servicio ofrecido por la empresa Meta. Las compañías tecnológicas acumulan el 80% de la riqueza corporativa global.
Disciplina y respeto
Una consecuencia marginal de este retroceso de la cultura educativa del esfuerzo se refleja también en aspectos como una seria crisis de comportamiento de los estudiantes. El país ha sido testigo de varios sucesos muy lamentables, como el ocurrido en julio a una estudiante que fue humillada y atacada por otro colegial en el autobús que brinda servicio a una institución educativa sancarleña.
Parte del problema radica en que cuando los profesores exigen disciplina y urbanidad, enfrentan oposición y críticas. El profesor se enfrenta al irrespeto, incluso de padres de familia y a un sistema que actúa como represor contra el mismo maestro o profesor, pues el sistema castiga a la docencia que exige la disciplina estudiantil o una adecuada ética de respeto durante la convivencia entre ellos.
Es indispensable revertir esta tendencia y ofrecer un mayor empoderamiento al educador, pues este sigue siendo un factor fundamental para la orientación vocacional y formativa del alumnado. Si seguimos dándole cabida, por más recursos que se inviertan, la educación seguirá en picada.
Otro elemento dañino que se une a esta corriente facilista es la tendencia posmoderna que devalúa la verdad ante un relativismo militante. La Real Academia opinó en uno de sus informes, publicado el 14 de diciembre del 2023 en el diario español El Mundo, que el nuevo modelo educativo está sustituyendo el razonamiento y otorga más importancia a las opiniones subjetivas y a las emociones de los alumnos.
El autor es abogado constitucionalista.