El paso de palio de tumbilla de la Virgen de los Reyes cumple un siglo
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Dentro de una semana, el 15 de agosto de 2024, el paso de palio de tumbilla de la Virgen de los Reyes cumplirá un siglo de existencia. Este proyecto fue creado por Juan Talavera Heredia, quien se basó en el que la Virgen poseyó en el siglo XVII, con rasgos parecidos a los de la Virgen de las Aguas del Salvador. El 15 de agosto de 1924, la Virgen de los Reyes salió por primera vez en una procesión magna, siendo llevada hasta la Plaza Nueva por la inauguración del monumento al Rey San Fernando. Será, el día de la Virgen, la última ocasión en la que sacará los bordados de la tumbilla porque para la magna procesión del 8 de diciembre estrenará una nueva que está confeccionando el taller de Santa Bárbara bajo el diseño de Javier Sánchez de los Reyes al encontrarse la actual en mal estado de conservación, una obra imposible de recuperar. En su momento, surgió la idea de modificar el paso de la Virgen, pero el proyecto quedó paralizado hasta 1921, cuando se creó una junta directiva para realizar las actuales andas de salida. Enrique Almaraz y Santo aprobó el diseño. Posteriormente, los sevillanos recibieron una circular en la que se formaba una comisión de mujeres para obtener donativos y plata, encabezada por la Infanta Doña Luisa de Orleans, quien residía en Sevilla por aquel entonces. El paso comenzó a hacerse realidad gracias a Dolores Llorente de Ybarra, quien donó el actual sillón de la Virgen , una pieza elaborada por Rafael Alcoba . Este sillón fue realizado utilizando carey sobre roble antiguo, con apliques de plata repujada. Por otro lado, Reyes e Inés León y Armero hicieron la aportación de la peana de plata , confeccionada por José Moguer. Sobre la pieza puede leerse la leyenda: «Costeada en sufragio del alma del Excmo. Sr. Antonio de León y Armero». El taller de José Olmo y Hurtado realizó los bordados en tisú blanco, con un estilo de la época del Renacimiento. En el interior, se situaba la Giralda en una de las cartelas interiores con dos jarras de azucenas y el escudo del Cabildo Catedral. En el frontal, se encontraba un escudo con un castillo y leones de la etapa fernandina. Así quedó, a falta de bordar el escudo de Sevilla, que se elaboró en años venideros. Los faldones son del mismo autor que los de la tumbilla, Olmo y Hurtado, quienes ejecutaron estas piezas en tisú blanco con hojas vegetativas en oro y varias jarras de flores en el centro, evocando un frontal de la Catedral del siglo XVI. Los respiraderos están unidos a los faldones sobre malla de oro. En la orfebrería, los cuatro varales portan cañones y nudetes, con capiteles y basamentos dóricos son estilo del siglo XVIII.