Una España superada se despide de las medallas
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Se acabó la aventura del basket español en París. La selección femenina se quedó sin opciones de repetir las semifinales de Río, donde luego alcanzó la plata, y cayó eliminada en cuartos ante Bélgica, que ya fue su verdugo en la final del último Eurobasket. Las chicas de Miguel Méndez se despiden tras una buena primera fase en Lille, con victorias ante China, Puerto Rico y Serbia, y una mala eliminatoria en el Arena Bercy, condenadas por su falta de acierto en el tiro y en la defensa. España se enfrentó a un inicio de partido frenético, sin apenas interrupciones. Desatados los dos equipos en ataque e inspirados también ambos en el tiro. Emma Meesseman, la estrella belga, fue en cierto modo responsable. Nada más empezar enchufó dos triples consecutivos que le dieron esa vida al duelo. No estuvo del todo incómoda España en ese escenario, en parte gracias a que Gustafson también tuvo su día. La jugadora nacionalizada fue el sostén ofensivo de la selección ante la avalancha de triples de las belgas (4 de 4 en los primeros cinco minutos), lo que permitió que al final del primer cuarto se llegara con el encuentro empatado. Catorce minutos tardó Miguel Méndez en mandar al banquillo a la de Wisconsin, en parte porque también era la única capaz de sujetar a Kyara Linskens, la poderosa pívot rival. Sin Gustafson en la cancha, España bajó sus prestaciones y Bélgica comenzó a tomar ventaja. Linskens hizo diabluras en la pintura y la selección, muy precipitada en esa fase del juego, mostró su incapacidad para reaccionar. A 2:39 del descanso llegó la máxima diferencia para Bélgica (32-44), aunque un triple de Cazorla a continuación evitó que el desangre fuera completo. En la reanudación creció la empanada de España, floja en defensa y nula en ataque. Una desafortunada jugada de María Araújo desembocó en un 2+1 de Linskens que llevó la diferencia hasta los 18 puntos (39-57). Las de Miguel Méndez estaban obligada a reaccionar de inmediato, pero no tuvieron argumentos. Las ganas de acercarse cuanto antes en el marcador provocaron un festival de fallos en el correcalles en el que se convirtió el partido en el último cuarto. Bélgica mantuvo la ventaja en el entorno de los veinte puntos, cortando de raíz cualquier intento de aproximación. Si Vilaró anotaba un triple, Vanloo respondía de inmediato con otro más espectacular a continuación. A Bélgica ni siquiera le hizo falta la mejor versión de Meesseman, que a pesar de sus 19 puntos y 9 rebotes estuvo más fallona de lo habitual. En cambio, España echó en falta una mejor versión de jugadoras, como María Conde, Alba Torrens y Laura Gil. En realidad, solo Gustafson dio la talla necesaria que hacía falta para soñar con la semifinal. Hubo reacción que dejó el marcador definitivo en un engañoso 66-79, pero España nunca estuvo cerca de optar a las medallas. "No hemos sido capaces de hacerlas jugar de manera diferente a la que querían; y eso las ha llevado a hacer muy buenos porcentajes. Se nos ha hecho muy duro el partido", analizaba Miguel Méndez, técnico español. "Ahora mismo hay dolor, tristeza y frustración", resumió Alba Torrens sobre el sentir del vestuario tras el partido. "No hemos sido capaces de poner nuestro potencial cuando lo necesitábamos. Ellas han hecho un grandísimo partido y no hemos podido competir. Siempre hemos ido por detrás". La jugadora mallorquina evitó decir si este partido será su despedida de la selección. "No tomé esa decisión antes de venir y no la quiero tomar hoy. Lo haré en frío. Cuando llegue el momento". .