Los 3 tipos de yoga que son perfectos para hacer después de los 50 años y cuidar la salud física y mental
La práctica de yoga ha ganado popularidad entre personas de todas las edades, pero su relevancia se acentúa especialmente después de los 50 años.
Existen 3 tipos de yoga que se destacan por su capacidad para cuidar la salud física y mental en esta etapa de la vida. Estas variantes ofrecen beneficios específicos que atienden las necesidades particulares en este rango etario.
Estas prácticas promueven la actividad física, fomentan el equilibrio emocional y la conciencia corporal. Conocé las 3 opciones recomendadas e incorporalas a tu rutina diaria.
De cuerdo al portal Glamour, el yoga, con su enfoque integral, se presenta como una opción valiosa para contrarrestar el sedentarismo y el estrés característicos de la vida moderna. A continuación, explicamos estos 3 tipos de yoga:
1. Yoga en silla: la opción ideal para principiantes
El yoga en silla se presenta como una excelente alternativa para quienes recién se inician en esta práctica después de los 50. Esta modalidad permite realizar las asanas desde una posición sentada, lo que brinda mayor estabilidad y confianza a los practicantes.
Para muchos, el principal desafío al comenzar con yoga es mantener el equilibrio. El uso de una silla como apoyo resuelve este inconveniente, permitiendo ejecutar las posturas y torsiones con mayor seguridad.
Esta variante resulta particularmente útil para personas con movilidad reducida o que simplemente prefieren un enfoque más gradual en su acercamiento al yoga.
2. Hatha yoga: equilibrio emocional y físico
El hatha yoga se destaca como una práctica ideal para quienes buscan combatir el estrés y alcanzar un equilibrio entre cuerpo y mente.
Esta modalidad se caracteriza por posturas que se mantienen durante períodos más prolongados, lo que permite un estiramiento profundo de los músculos y una efectiva liberación de tensiones acumuladas.
Más allá del aspecto físico, el hatha yoga apunta a fortalecer la disciplina emocional. A través de la combinación de posturas sostenidas y técnicas de respiración, los practicantes logran mejorar su equilibrio corporal y también su claridad mental.
Este enfoque integral hace del hatha una opción valiosa para quienes desean tomar decisiones más conscientes y manejar mejor el estrés cotidiano.
3. Vinyasa yoga: fluidez y dinamismo en movimiento
Para aquellos mayores de 50 que buscan una práctica más activa, el vinyasa yoga se presenta como una opción atractiva. Esta variante se distingue por:
- Un enfoque en la fluidez del movimiento.
- Conexión entre las diferentes posturas en una secuencia dinámica y continua.
En el vinyasa, las transiciones entre asanas son más rápidas, pero siempre manteniendo una sincronización con la respiración. Si bien al principio puede parecer desafiante, esta modalidad permite a los practicantes desarrollar su propia intuición y crear secuencias personalizadas.
Aunque requiere cierta experiencia para dominar los movimientos, el vinyasa ofrece una forma energizante y creativa de practicar yoga, adaptable a diferentes niveles de habilidad.