JUAN VENÉ EN LA PELOTA: EL INOLVIDABLE CHIQUITÍN
Juan Vené
Venezuela está orgullosa y feliz, de haber sido la cuna nativa de una de las figuras más deportivas en la historia de la humanidad, Herman (Chiquitín) Ettedgui.
Chiquitín nació hace 107 años, el 31 de julio de 1917, en la alegre costa carabobeña que llamamos Puerto Cabello.
Y fue la figura más querida del deporte en Venezuela, por ser un atleta de máxima calidad en más de una docena de especialidades.
Tan precoz en el deporte, que a los 14 años, jugaba pelota vasca en el Frontón Jai Alai, ubicado en el Paseo Colón, de los Caobos, Caracas.
Esa travesura se debió a que su abuelo era vasco. El nombre del abuelo era Herman, por lo que así bautizaron a quien después fue “Chiquitín”.
La familia Ettedgui llegó a vivir en la capital venezolana, cuando el niño había cumplido cinco años. Y desde entonces, se emocionaba con cuanto deporte veía.
En sus años juveniles fue de los mejores jugadores en la organización caraqueña del fútbol, famosa con el nombre de “Unión Sport Club”. Tenían equipos de todas las categorías y de tanta calidad, que eran ejemplos a seguir en otros países. “Chiquitín” fue estrella en todas las edades.
Y fue estrella “Chiquitín” en el béisbol, como pitcher de excelente curva y outfielder de una velocidad asombrosa en sus piernas. Perteneció a uno de los equipos de aficionados más famosos de Venezuela, Los Sapos.
Fue en pista y campo uno de los mejores de su época, especialmente en las carreras de mayor velocidad. Todavía tuvo tiempo para competir en voleibol y en golf.
Y le quedó tiempo a “Chiquitín” para sus labores periodísticas, de narrador deportivo, anotador oficial del béisbol profesional, estadístico y para hacer famosa en Venezuela la frase de “gracias por no fumar”.
El periodismo lo condujo a la Cancillería venezolana, donde desempeñó labores tan importantes, que inventó un código comunicacional para la correspondencia con las Embajadas de todo el mundo. De manera que nadie, aparte de los autorizados por ese Ministerio, podía entender la diaria correspondencia.
Y lo de “Chiquitín” surgió porque los caraqueños son adictos a poner sobre nombres y porque era el de menor estatura en cuanta competencia aparecía.
“Chiquitín” e Hilda fueron tan sensatos, tan pacientes y tan inteligentes, que estuvieron casados durante 74 años, y procrearon cinco valiosos y querendones hijos, Herman, Morella, Norman, Alberto y Myriam. También vieron nacer 16 nietos y 29 bisnietos.
Murió el inolvidable “Chiquitín” el 17 de junio de 2012, a solo semanas de su cumpleaños 95.
Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.
@juanvene5