Rahm llega líder a la ronda final: «Cada día me he visto un poco mejor»
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Jon Rahm ha venido a París a por el oro. Va lanzado a por él y no quiere parar hasta verlo colgado de su cuello. El vasco saldrá este domingo a la última jornada en el Golf National con todas las opciones después de completar otra gran vuelta en la tercera jornada. Su cinco bajo par, con siete birdies y dos bogeys, le dejan empatado en el liderato con el estadounidense Xander Schauffele, ganador este año del US Open y el British, además de vigente campeón olímpico. Poca broma. Rahm está, de momento, acariciando la primera medalla del golf español en unos Juegos, pero el objetivo no se puede dar por conseguido, ni mucho menos. Su diferencia es exigua con el numeroso grupo de perseguidores que se ha formado tras él, repleto además de nombres ilustres. Tommy Fleetwood está con -13, Hideki Matsuyama, con -12, y Scottie Scheffler y Rory McIlroy, cerraron el día en -10. También se ha subido al carro de candidatos el danés Nicolai Hojgaard después de firmar este sábado la mejor ronda de toda la semana. Entró en la casa club con una sonrisa de oreja a oreja y una tarjeta de 62 golpes, nueve por debajo del par, después de siete birdies, un eagle y ningún fallo. «Cada día me he visto un poco mejor. Muy cómodo en el campo, dándome buenas oportunidades. Estoy con muchas ganas de la ronda final», dijo un Rahm satisfecho con su trabajo y con el resultado, pero sin atisbo de conformismo. «Hay gente que ha hecho muy pocas, y si el domingo no sale viento cualquiera te puede dar un susto. Queda bastante por jugar y no se puede tener un día mediocre. Hay que ir a ganarlo». Lo mismo que se dijo antes del fin de semana vale para la jornada final. Un día inspirado de cualquiera de los quince primeros les dará todas las opciones de victoria. Y eso lo sabe también Rahm, que no quiso aflojar en ningún momento del día, y que reaccionó con maestría tanto a sus momentos malos, que los hubo, como a los buenos de sus competidores. Lo mejor fue su putt en el 17, justo después de que Schauffele le arrebatara el liderato con un eagle en el 14. El de Barrika embocó un putt de once metros para volver a igualar su particular duelo con el mejor golfista de esta temporada. «Hacer un birdie del 15 al 18 es como robarle un hoyo al campo», afirmó el español. «Son hoyos que se te pueden complicar mucho las cosas. Terminarlos bajo par es algo que firmamos todos los jugadores y es lo que he hecho hoy». A Jon le recordaron el putt que embocó en ese mismo hoyo en la Ryder Cup de 2017, con el que derrotó a Tiger Woods y acercó la victoria europea: «Quería dejarla dada e irme al 18 con una sonrisa en la cara… y ha entrado. La situación es diferente, pero salir de ese hoyo con un birdie es un bonus muy importante». Rahm sabe que probablemente se jugará la victoria con Schauffele , un jugador que lleva un año extraordinario y que tiene como gran objetivo revalidar el título olímpico de Tokio. Sus dos 'majors' esta temporada lo convierten en el gran rival. «Cada uno tiene que ir a lo suyo. No puedo hacer nada para influir en su juego, así que tengo que dedicarme a lo mío. La presión es parte del deporte y uno se acostumbra. Hay que meterse en ese espacio mental que te ayude a jugar», concluyó el español. Se queda sin margen David Puig , que finalizó el día con 70 golpes para un total de -5, demasiado lejos ya salvo que se saque un conejo de la chistera el domingo. El de La Garriga comenzó de forma espectacular, con un eagle en el hoyo 3 y un gran birdie en el 6, pero se desinfló en la segunda vuelta del recorrido, con dos bogeys en el 13 y el 17. «De tee a green he estado muy bien, pero con el putt me ha costado mucho», analizaba Puig. «No termino de leer bien las caídas y han pasado muchas bolas rozando el hoyo. Ha sido un poco desquiciante. He empezado muy bien y los últimos hoyos también han sido buenos, con muchas opciones de birdie que no he podido meter ninguno. El domingo me toca ser agresivo de verdad, jugar más a las banderas para intentar restarle el mayor número de golpes al campo».