La propiedad privada comienza por casa, por Rafael Belaunde Llosa
El déficit habitacional del Perú se estima en dos millones de viviendas y se categoriza en dos tipos. El cualitativo, referido a las viviendas con limitaciones en su infraestructura, espacio, disponibilidad de servicios públicos y que requieren un mejoramiento o ampliación y se calcula en 1.500.000 de viviendas, y el cuantitativo, que se refiere a las familias sin vivienda permanente. Se estima en 500.000 viviendas.
Dos propuestas para atender esta situación:
- El cualitativo: Cofopri ha titulado 2.830.000 predios. Con su fuerza de campo, el Estado puede identificar viviendas que padezcan esta condición y focalizar con gran precisión las viviendas a atender. Asimismo, el hecho que estén inscritas en RRPP constituye una garantía real, que facilitaría la implementación de un programa masivo de mejoramiento y consolidación de viviendas, con parte del riesgo coberturado por el Estado, como sucede con Mi Vivienda, solo que, para familias de mucho menores ingresos, que si bien ya tienen una casa, esta es muy precaria.
- El cuantitativo: Consolidar un banco de predios estatales con vocación urbana. En esos predios se deberá promover el desarrollo de habilitaciones urbanas. El costo por metro cuadrado por habilitar un terreno con agua, desagüe, pistas asfaltadas, veredas pavimentadas y suministro de energía eléctrica asciende a unos USD46. Habilitar medio millón de lotes populares de vivienda de 100 m², ascendería a USD2.300 millones, ¡lo mismo que se le dio a Petro Perú en el 2021! La ejecución de estas obras se haría por subasta inversa, en la que gana quien ofrezca los lotes a menor precio y a mejores condiciones de pago. Los adjudicatarios de estos lotes podrían aplicar a los programas de vivienda ya existentes como Techo Propio o construir directamente con asesoramiento del Ministerio de Vivienda.
La Economía Popular de Mercado pasa por construir una sociedad de propietarios.