Cobrar el 100% de la pensión y trabajar, nuevos incentivos para el retiro...¿Cómo me afecta en la reforma de pensiones?
0
La ministra de Seguridad Social, Elma Saiz, ha logrado con las pensiones lo que no ha conseguido la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, con la reducción de la jornada de trabajo, sellar un pacto con empresarios y sindicatos que completa la reforma acometida por el ministro José Luis Escrivá en la pasada legislatura. Los cambios, que han salido adelante tras casi un año de negociaciones, llegaron justo a tiempo para el que presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pudiera sacar pecho ayer en su balance del curso político. El objetivo es lograr ahorros en pensiones en un momento de extrema debilidad económica del sistema. Y para ello hay reformulaciones en la jubilación parcial y cambios en la modalidad de retiro activo. El acuerdo se acompaña de un nuevo procedimiento para establecer los coeficientes para adelantar la jubilación sin recortes en las profesiones penosas o peligrosas; y un sistema de colaboración con las mutuas que intenta frenar la escalada de absentismo pero que sigue reservando las bajas a la sanidad pública. Estas son las novedades acordadas en el diálogo social: Se amplía de dos a tres años la opción de anticipo del retiro respecto a la edad ordinaria de jubilación que corresponda en función de la carrera de cotización, con límites en la rebaja de jornada, que el primer año estará entre un 20% y un máximo del 33% para aquellos que anticipen más de dos años el acceso a la jubilación. La reforma permitirá concentrar esta jornada recortada, previo pacto con la empresa, y se mejoran las condiciones del trabajador relevista (en los casos de jubilación parcial con contrato de relevo) que tendrá que tener un contrato fijo y completo. Los cambios en este caso se acompañan de la ampliación hasta el año 2029 de la actual regulación de la jubilación parcial anticipada de los trabajadores de la industria manufacturera, con condiciones más ventajosas que para el resto de sectores. Es otra de las fórmulas para acceder de una forma progresiva al retiro, una modalidad que permitía a asalariados y autónomos seguir trabajando una vez jubilado y cobrar al tiempo el 50% de la pensión (el 100% en el caso de los autónomos con trabajadores a su cargo). Ahora se elimina el requisito de tener una carrera de cotización completa, es decir haber generado el derecho a cobrar el 100% de la base reguladora, lo que facilita su acceso para las mujeres, con carreras de cotización más cortas. Además se mantiene un año de espera para poder acceder a este retiro activo desde que el trabajador se jubila y, a partir de ese primer año, cobrará 45% de la pensión en el primer ejercicio; el 55%, el segundo año; el 65% en tres años;el 80% en cuatro años y el 100% en cinco años. Para los autónomos con asalariados, sin embargo, el cobro de esta compatibilidad se recortará del 100% al 75% en el primer año que se reciba, pero irá aumentando anualmente en 5 puntos hasta el 100%. Una novedad que incluyen los cambios es que se podrán compatibilizar los incentivos a la jubilación demorada y la jubilación activa. En el caso de la jubilación demorada se establece la posibilidad de recibir un nuevo incentivo adicional por cada seis meses de retraso a partir del segundo año, sin tener que trabajar todo un año completo para poder recibir dicho incentivo, que pasa a ser del 2% si se ejercita a los seis meses y se mantiene en el 4% si se trabaja todo un año demás, como ocurre en la actualidad. También se mantiene la posibilidad del cobro mixto, es decir una parte en incremento de la pensión y otra en abono de una cantidad a tanto alzado. Habrá mejoras y también certidumbre en la jubilación para profesiones penosas, tóxicas o de riesgo. La nueva norma evitará que estos colectivos tengan que solicitar y negociar con la Seguridad Social, como ocurre hasta ahora, unos coeficientes que les permitieran adelantar su retiro sin penalización de sus pensiones, a diferencia de las jubilaciones anticipadas ordinarias en las que si se recorta la pensión por el adelanto. Habrá un nuevo procedimiento para el reconocimiento de los coeficientes reductores, además de determinados indicadores objetivos, que se complementarán con otros adicionales e informes epidemiológicos. Se recuperará el coeficiente multiplicador del 1,5 para este colectivo y se establece que los fijos discontinuos con contrato a tiempo parcial se beneficien también de la regla general de parcialidad, que hace que cada día de alta en la Seguridad Social suponga un día completo cotizado. El Gobierno y los agentes sociales han dado el visto bueno a un acuerdo de colaboración con las comunidades autónomas que implicará más participación de las mutuas para frenar la escalada del gasto en las bajas laborales, que aleja la posibilidad de que estas entidades colaboradoras de la Seguridad Social puedan dar altas. Como ya informó ABC, la colaboración se circunscribe a los procesos traumatológicos, los más frecuentes y de mayor duración. Ahora se establece una hoja de ruta que en todo el proceso monitorizarán los médicos de la sanidad pública, a los que se sigue reservando los procesos de alta y baja de los trabajadores, y que llevará como condición que el paciente de su consentimiento para que la mutua supervise su caso. Más de ocho millones de bajas por enfermedad el pasado año y un coste de 14.000 millones han convertido esta partida en la más elevada tras las pensiones. El coste de las ausencias al trabajo se ha disparado un 80% en los últimos cinco años y este 2024 las previsiones son que el absentismo, teniendo en cuenta el gasto más el coste directo para las empresas, roce los 30.000 millones. El pacto incluye la recuperación de la rebaja de cotizaciones por contingencias profesionales con un nuevo sistema basado en las inversiones realizadas en prevención de riesgos laborales y en el control de los accidentes en la empresa. Se pondrá en marcha un mecanismo con un sistema de códigos de siniestralidad que en función mejorías dará lugar a incentivos de hasta el 8%.