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Июль
2024

Exfutbolista de Limón se mete a los barrios más peligrosos en busca de talentos

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“De Limón, lo que se habla no es bueno; siempre se ve lo malo. Sabemos que la zona es complicada, pero acá lo que faltan son oportunidades”.

Delberth Cameron, recordado futbolista de la década pasada de Limón F.C., se cansó de ver que en su amada provincia todo el mundo criticaba, pero nadie hacía nada, y él decidió moverse y ponerse a trabajar para cambiar una realidad compleja.

Hace once años, el volante izquierdo fundó una escuela de fútbol con proyección social. Un día, según recuerda, su corazón sintió un fuego interior que lo llevó a tener la idea de, por medio del fútbol, atacar los sectores más vulnerables de Limón: Limón 2000, Moín, Tuba Creek, Nueve Millas, entre otros.

El jugador, en un principio, pensó en buscar un lugar que llamara la atención y que los talentos llegaran a él. No obstante, empezó a notar que “Dios lo que quería era que yo fuera a los lugares y hablara con las familias, con los jóvenes, y eso hice.”

En 2013, Delberth tuvo su última experiencia como futbolista profesional cuando vistió la camiseta de Siquirreña, en la Liga de Ascenso. Sin embargo, en 2014 comenzó a trabajar en su sueño: la escuela de fútbol.

“Hay unos becados que no pagan, porque cuando yo comencé lo hice en una iglesia y esperaba que llegaran los niños, pero luego entendí el mensaje que Él (Dios) me dio, y fue: ‘Vaya a los barrios donde no hay pantalonetas, donde no hay niños con tacos, donde no hay recursos,’ y empecé a traer chicos sin cobrar”, puntualizó.

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El exjugador ya tiene a cargo a 280 niños, con edades que van desde los cinco hasta los 18 años.

Delberth ha hecho recorridos Limón hasta Talamanca y otros barrios buscando talento. El exdeportista ha tenido que enfrentar diferentes experiencias que han marcado su vida desde la parte formativa.

“Yo tuve un chico que conmigo era muy respetuoso, pero se le veía la rebeldía, y cuando no estaba acá, sabemos que las influencias no eran las mejores. Él venía maleado, pero yo me encargué de empezar a darle cobertura espiritual. Después de cierto tiempo no lo vi más, no volvió, y yo lo que imaginé era que lo habíamos perdido en una banda. Pero la sorpresa fue que me lo topé en una competencia de atletismo y ahora es una de las principales promesas del atletismo nacional; tiene 18 años”, describió.

Así como le tocó sonreír de orgullo, el exverdiblanco también lloró porque algún pupilo suyo tuvo un cierre repentino de su vida.

“Hace poco mataron acá en Limón a un chico que estuvo conmigo, y cuando yo vi la noticia lloré muchísimo, porque uno siente que no logró el objetivo. La problemática es fuerte. Acá en Limón es fácil entrar en una banda y recibir dinero fácil. Con esto debemos luchar”, puntualizó.

En su escuela, el exdeportista recalcó que él intenta, a como dé lugar, recuperar la alegría del deportista caribeño, una situación que a su criterio se ha ido perdiendo. En la época de Delberth, el zurdo se encargaba de guiar a Kurt Bernard, Kareen MacLean y Ricardo Allen a la hora de celebrar anotaciones.

“El jugador de Limón es alegre, y eso ya no se ve. Por eso yo busco, desde la formación, darle esa identidad a los jugadores. Yo me acuerdo de que en aquel momento yo veía celebraciones de equipos africanos y hacía la coreografía con mis compañeros para poder celebrar cuando anotábamos”, dijo.

Cameron es claro en dar a conocer que su principal satisfacción no es económica, sino espiritual.

“Vea, yo por estos niños he dado todo. En ocasiones, en el carro yo monto hasta ocho niños con tal de que no se pierdan el entrenamiento. Yo llevo los uniformes, los lavo, compro las cosas... Todo. Esta etapa me hace recordar mis inicios con Horacio Esquivel, y él me formó a mí; yo puedo formar toda la vida, soy feliz”, acotó.

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El exdeportista comparte su pasión por ayudar a los demás con su trabajo en JAPDEVA, donde hace funciones de marinero.

“Yo soy uno de los que acomoda los barcos cuando llegan. Es un trabajo muy duro porque hay cuerdas muy fuertes, pero cuando uno disfruta lo que hace todo se vuelve sencillo. Honestamente, yo comencé como misceláneo, pero poco a poco he ido ascendiendo”, finalizó.