Josué Méndez: "Contra la censura hay que luchar a todo nivel"
"El desafío no es convocar al público que está contigo, sino a la gente que no piensa como tú y poder dialogar”, comenta el cineasta y director artístico del Festival de Cine de Lima, Josué Méndez.
El director de Días de Santiago y El caso Monroy nos dice que, en medio de la crisis por la llamada ley anticine que podría ser aprobada por insistencia en el Congreso, el festival responde mostrando más cine peruano. “Mientras los políticos no vean nuestras películas o no sepan qué ley hacer, en el festival sabemos qué hay que hacer: subrayar cómo la industria ha ido creciendo, la increíble calidad que hay de cine peruano. Vimos 45 películas peruanas (para esta edición), nunca habíamos visto tantas”.
El evento presentará 123 largometrajes entre nacionales e internacionales, varias cintas han sido estrenadas en el Festival de Cine de Cannes. "Eso para nosotros es como una medallita. Le da mucho valor al festival", comenta Méndez. La edición 28 tendrá una nueva sección, ‘Competencia peruana’, en la cual se estrenarán ocho películas, una de ellas es Álbum de familia de Joel Calero tras La piel más temida.
“Daremos un premio incluso mejor al de la ‘Competencia latinoamericana’. De esa manera damos nuestro granito de arena a la discusión, ¿no? Esto no puede parar, tenemos que seguir dando herramientas y no darle la espalda como hacen algunos”. En la competencia latinoamericana también están tres peruanas, Kinra, premiada en el Festival de Cine de Mar del Plata, Reinas y Raíz, ambas estrenadas y reconocidas en Berlín.
Como cada edición, la organización espera la presencia de las autoridades y a la ministra de Cultura. “El festival es de ellos también, trabajamos conjunto con el Ministerio de Cultura, el espacio Cine del Mañana lo hacemos juntos y eso no ha cambiado. Entonces, más allá de que hay mucho a nivel político, el festival es una fiesta del cine donde están invitados todos. Cuando hicimos la marcha (hacia el Congreso con el colectivo ‘En defensa del cine peruano’), lo que hicimos fue invitarlos a ver las películas, creo que eso es lo que falta”.
En El caso Monroy, Damián Alcázar interpreta a un empleado público que, cerca de su jubilación, encuentra en el penal de mujeres un trabajo y a la vez un espacio para ejercer poder. En Días de Santiago, un joven exmilitar regresa a Lima, pero encuentra una ciudad caótica y una familia que refleja también, la corrupción. Para Méndez, que el cine exponga ciertos temas no es motivo para “pelearse”, al contrario. “Nos estamos acostumbrando al ambiente polarizado, donde tomas un lado y al otro lo descalificas. Haremos una mesa sobre ley de cine y están invitados desde el ministerio, la comunidad cinematográfica y los congresistas”.
Algunos productores creen que se pretende desaparecer DAFO. ¿Podría suceder eso?
No tengo la sensación de que quieran desaparecer DAFO, lo que yo creo que quiere hacer un sector poderoso de la política es definir la narrativa, definir qué películas se deben hacer y cuáles no.
¿A cuál entregar los estímulos culturales y a cuál no?
Exacto. Lo cual va contra todo derecho nacional e internacional. Yo creo que contra la censura puntualmente hay que luchar y es una lucha a todo nivel. Políticamente es una lucha, pero no puedo pararme en el Congreso a discutir, pero sí desde el cine podemos hacer algo. La respuesta es no dar la espalda, sino acompañar en momentos de crisis.
La autógrafa fue observada por el Ejecutivo, pero no mencionan la parte que podría significar censurar algunos temas.
Ese es un punto absolutamente político. Yo confío en que políticamente se va a ganar esa batalla porque es inviable esa cláusula. No veo cómo puede progresar esa cláusula, por lo menos como estamos ahora (sonríe), no sabemos cómo estemos el próximo año.
¿Esperan que se mencione al sector en el discurso de hoy?
Ya en discursos no hay que creer, podrá decir lo que le convenga, en general como todos nuestros políticos. Creo que hay que esperar acciones, que el Gobierno se ponga la camiseta de la cultura peruana, que decida por políticas que sean de Estado no del Gobierno de turno. Yo aspiraría que exista reflexión de la clase política; el poder no es para lograr lo que quiera uno, sino para el beneficio de tu comunidad