Rafa y el globo de Montgolfier
Algunos, yo creo que muchos, teníamos la corazonada de que, al final, los ingenieros franceses iban a lograr lo imposible y que la llama olímpica ardería durante las próximas dos semanas en la cúspide de la torre Eiffel. Habría sido una imagen destinada a durar siglos. Pero el equipo de soñadores que creó el inmenso espectáculo de la ceremonia inaugural de los Juegos de París, y que dirigía el dramaturgo Thomas Jolly, debió de decirse: “Eso es lo que espera todo el mundo. Pues como esto tiene que ser una sorpresa, vamos a hacer otra cosa”. Y a alguien se le ocurrió resucitar a ...