Jon Rahm se mete en la pelea por su tercer grande y exhibe su mejor juego del año
Los grandes jugadores se crecen en los momentos clave. Y el escenario que presenta Royal Troon esta semana es acreedor de la mayor epopeya de un Jon Rahm que vuelve por sus fueros. El jugador español no estaba teniendo un año fácil después de su fichaje por el LIV golf y los resultados no acababan de llegar. Pero lo peor eran las sensaciones, que le mandaban al hotel con el mal sabor de no estar haciendo bien las cosas. Sin embargo, ha sido volver al Open Británico, su torneo favorito, y cambiar todo de golpe. Se trata del campeonato más antiguo, en el que labró su leyenda su ídolo Seve Ballesteros y que siempre ha ansiado poseer. Ya ha terminado segundo y tercero en el pasado y, dada su calidad, en algún momento tiene que llegar ese ansiado primer puesto del podio. Con las duras condiciones climáticas del jueves se había colocado con un discreto +2, pero con la seguridad de haber jugado bien al golf. Y hoy ha mejorado esa prestación con una vuelta bajo par (-1) y un ascenso en la clasificación de una treintena de puestos que le deja con opciones para el fin de semana. «Estoy muy orgulloso de algunos momentos, como el del hoyo 9», rememoró el vasco con una sonrisa al describir cómo la embocó desde el 'rough' de la derecha, con la bola mucho más baja que los pies, a cuarenta metros de bandera. Fue el punto de inflexión de una vuelta que hasta el momento la había tenido controlada, aunque sin mayor brillantez. Es cierto que le funcionaban el 'driver' y el juego corto, pero necesitaba ese primer 'birdie' del día. Y con ese golpazo le dio la vuelta a la tortilla. En los hoyos de vuelta se vio de nuevo al Rahm Campeador del pasado, ese que infundía temor a sus rivales y que aquí está dispuesto a ganar la batalla después de que le dieran por muerto. Encadenó dos birdies al 14 y al 15 y su semblante era muy diferente. Por fin se le veía disfrutar en un campo de golf, dominaba el viento a su antojo y la bola respondía obediente. Sin embargo, los dioses del golf todavía no le quieren bendecir como en el pasado y están dispuestos a hacerle sufrir un poco más si quiere alzar la Jarra de Clarete el domingo. Un bote de mala fortuna en el 16 le llevó a la ría que separa la calle de ese par 5 y le forzó a un dropaje con el que perdió un punto de la manera más absurda al fallar un 'putt' corto de un metro, como repetiría luego en el 18. Esto significa que pudo haber acabado fácilmente con dos golpes menos de los que reflejó su tarjeta y ese es motivo de esperanza para los 36 hoyos restantes. «He jugado muy bien; me sabe mal porque he acabado sobre par (+1 en el total). Creo que la diferencia de golpes con el líder (ocho) es remontable», resumió confiado Rahm. Pese a esta convicción del de Barrica la tarea no va a ser sencilla, ya que en la cabeza se ha consolidado un hombre muy experto en este tipo de recorridos y que ya sabe lo que es ganar un 'British': Shane Lowry (-7). El irlandés bajó dos tantos del par en otra ronda mágica en la que tuvo que verse con un inesperado doble 'bogey' en el hoyo 11, después de que un cámara le molestara en la salida. Pero el barbudo se repuso de maravilla y acabó con dos aciertos en los tres últimos hoyos para dejar un -7 en casa club que nadie puso en peligro. «Este torneo significa todo para mí. Es muy duro ganar y cuando se presenta una oportunidad así, hay que aferrarse a ella. Mi trabajo mañana va a ser colocarme en disposición de triunfar el domingo y haré todo lo posible para conseguirlo», declaró el líder. A sus 37 años nadie duda de que tiene la capacidad para hacerlo. Dos golpes por detrás están el sorprendente debutante Daniel Brown y su compatriota inglés Justin Rose , que tiene una ocasión de oro para triunfar en el torneo que le vio echar los dientes allá por 1998, cuando acabó cuarto sin haberse pasado aún a profesional. La buena actuación hispana se completó con Jorge Campillo y Luis Massaveu , que con su resultado de +6 se hicieron un hueco en el fin de semana por primera vez. Si bien en el caso del amateur madrileño es un hecho reseñable por ser su debut en un grande y sin duda por haber sacado partido a la presencia de Gonzalo Fernández-Castaño llevándole la bolsa, para Campillo no deja de ser un alivio ver que en su octava participación en un 'major' por fin se va a poder medir a los mejores durante cuatro rondas. El viernes solo hubo 18 vueltas bajo par y la de extremeño fue una de ellas, con el mejor resultado del día (-3). La parte amarga para los españoles fue la eliminación de Nacho Elvira (+7), Ángel Hidalgo (+11) y Jaime Montojo y David Puig (+13), que no pudieron remontar los malos resultados de la primera vuelta. Y para decepción de los aficionados al golf, las superestrellas Rory McIlroy (+11) y Tiger Woods (+14) también se fueron para casa. 1. Shane Lowry (IRL) -7 2. Daniel Brown (ENG) -5 Justin Rose (ENG) 4. Billy Horschel (EEUU) -2 Dean Burmester (RSA) Scottie Scheffler (EEUU) ---- 13. Jon Rahm (ESP) +1 69. Jorge Campillo (ESP) +6 Luis Massaveu (ESP)