La energía nuclear contiene los precios de la luz en plena ola de calor
Ola de calor. Temperaturas por encima de los 40 grados y noches tropicales con los aires acondicionados echando humo. Velocidad del viento: nula, prácticamente incapaz de mover las palas de los aerogeneradores que habitualmente proveen de la electricidad base al sistema. Los precios del megavatio hora se disparan, pero de momento se mantienen en cotas más bajas que en anteriores olas de calor. ¿Por qué?
Por la conjunción de dos tecnologías que en estos picos son las responsables de sostener la demanda y de contener los precios. En ausencia de la eólica, hundida como quinta fuente de generación en estos días de calor, con 80 gigavatios hora de los 785 GWh generados ayer por las distintas tecnologías, es la fotovoltaica la que tira del sistema, con 180 GWh.
A su lado, a muy corta distancia, la nuclear respalda la seguridad del suministro con 166 GWh, según los datos de Red Eléctrica. En un pañuelo, los ciclos combinados de gas, con 141 GWh y a más distancia, como cuarto responsable de la producción de electricidad, la hidráulica, con 86 GWh. Así, hasta el agua tira más que el viento cuando la canícula aprieta.
Con estos mimbres, el precio de la electricidad será hoy un 3,5% menor al de hoy, con una media de 97,78 euros/megavatio hora (MWh), pero superará los 100 euros/MWh durante catorce horas. Según los datos del Operador del Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE), la electricidad tendrá su precio más alto entre las 21 y las 22 horas, cuando alcanzará los 121,22 euros/MWh, y el más bajo (68,72 euros/MWh) entre las 16 y las 17 horas.
La luz alcanzó el jueves el precio más alto desde el pasado 9 de enero (101,37 euros/MWh por los 113,83 euros/MWh que se marcaron entonces). Todo apunta a que los precios continuarán altos mientras el viento no alimente a los molinos aunque la menor demanda industrial frenará probablemente la escalada durante el fin de semana.
En cualquier caso, el precio de este viernes será un 2,8% más caro que el de hace un año, el tercer miércoles de julio de 2023, cuando fue de 95,11 euros/MWh de media. En los primeros 19 días de julio, el precio promedio de la electricidad es de 66,07 euros el MWh, por encima del tope de 45 euros/MWh, a partir del cual, al mes siguiente, se aplica un IVA de 10%. El precio de la electricidad en el mercado mayorista supone un 75 % en el término de consumo de la factura de los cerca de 8,6 millones de consumidores acogidos al mercado regulado, entre ellos los beneficiarios del bono social eléctrico o las familias numerosas.
El precio medio diario de la luz en España, que será el mismo que en Portugal, será más caro que el de Francia, donde se situará en 78,58 euros/MWh, y que en Alemania (85,90 euros/MWh); pero estará por debajo del de Italia, donde alcanzará los 118,14 euros/MWh.
Julio mantiene la senda alcista iniciada en junio, tras una primavera con precios extraordinariamente bajos, pero ralentizada por el impacto fotovoltaico. Según los analistas de Grupo ASE, se trata de un incremento muy moderado porque en las horas centrales del día los precios han descendido un 24% respecto a junio. En concreto, la fotovoltaica ha producido el 26% de la electricidad, liderando el «mix» de generación, cubriendo hasta el 50% de la demanda en las horas centrales del día y hundiendo así el precio en las horas solares, suavizando la tendencia alcista de los precios.
Las predicciones climatológicas para final del mes indican que la generación eólica se moderará y se situará por debajo de su promedio, a la vez que se registrará una fuerte subida de las temperaturas que elevarán la demanda un 6% y provocarán un repunte en los precios. De cumplirse, serán la fotovoltaica y la nuclear, especialmente, las que sostengan la escalada.
El consenso de los analistas energéticos, recogido en la proposición no de ley presentada por el Partido Popular para mantener operativas las centrales nucleares apunta a que los costes variables de las plantas (combustible, operación y mantenimiento, etc.) están alrededor de los 40 euros/MWh para las centrales históricas, ya amortizadas. Por encima de ese precio de venta, se entiende que las centrales obtendrían beneficios aunque luego están los crecientes impuestos y tasas que afrontan las plantas. El uranio, combustible que se utiliza en estas centrales, solo tiene un peso de un 6% en el coste del kilovatio hora. El cierre de los siete reactores para 2035, responsables del 20% de la generación, solo disparará el precio especialmente en picos de demanda.