Ídolo de Puntarenas trabaja en el camión recolector de la basura pero no pierde la fe de volver a equipo de Primera División
Sin trabajo y ante la necesidad de llevar sustento a su familia, uno de los históricos jugadores campeones del Municipal Puntarenas, de la temporada 1986-1987, no lo pensó dos veces y aceptó la oferta de un amigo para incorporarse a laborar en la Municipalidad de Puntarenas.
Alfredo Diablo Contreras Zúñiga, ídolo de la afición chuchequera y parte de aquel plantel que alcanzó el cetro ante Alajuelense, inició su trabajo en el camión recolector de basura con el fin de sacar adelante a sus seres queridos y orgulloso de ejercer un trabajo honrado sin importar lo que piensen y digan las personas.
El exjugador del Municipal Puntarenas y del extinto Belén, a quien fue dedicado el Torneo Apertura 2022, se levanta a las 4:30 a. m. para alistarse y viajar hasta el plantel de la municipalidad, donde comienza sus labores a las 6 a. m. de lunes a sábado.
Alfredo, de 57 años, junto a sus compañeros, realiza seis recorridos semanales, bajo el ardiente sol, recogiendo las bolsas de basura desde muy temprano. Si no hay inconvenientes, concluyen su labor alrededor de las 9:30 a. m., pero si deben descargar el camión, terminan a eso de las 2 p. m.
“Desde diciembre estaba sin trabajo y la andaba pulseando, pues hay que mantener a la familia. Hace dos meses, un amigo de la Municipalidad de Puntarenas me habló del trabajo y no lo pensé dos veces. Un trabajo honrado es trabajo. Me siento orgulloso de lo que hago, pues es la manera de sacar adelante a mi esposa e hija”, confesó Contreras.
El recio defensor recordó que laboró como entrenador de la categoría Sub-20 con el Puntarenas FC, años atrás, y luego con el Comité Cantonal de Puntarenas, en mantenimiento por casi un año. Después, la empresa Sardimar lo contrató como técnico para un torneo empresarial donde salió campeón con sus dirigidos, pero el proyecto no prosiguió y debió buscar nuevamente empleo.
Así como en la cancha nunca negó el pie o dio un balón por perdido, Alfredo Contreras tampoco se arruga ante las pruebas que la vida le pone en el camino. Recuerda que después de la pandemia de la covid-19 no pudo seguir con su negocio de mariscos, por lo que trabajó en una ebanistería en Esparza y hasta en construcción cuando fue necesario.
“Le soy honesto. Mi actual trabajo no me hace ni más grande ni más pequeño. Lo importante es mantener a mi familia. No me preocupa lo que diga la gente. Por el contrario, muchas personas que me reconocen me felicitan porque demuestro humildad y también perseverancia para salir adelante. Mientras un trabajo sea honrado, lo haré para mantener a mi familia”, aseguró Contreras.
El futbolista indicó que las personas que lo reconocen en las calles de barrios como Fray Casiano, Camboya, Santa Eduviges, San Luis, Bellavista, La Reseda y El Chauite, lo saludan y respetan.
“Me dan aliento y dicen que me admiran por mi humildad. Un exjugador de Puntarenas San Luis me dijo vacilando: ‘Profe, ahora que anda detrás del camión va a agarrar buena condición física y hasta va a volver a jugar’. No me lo dijo en chota, sino en una broma sana, y eso no me molesta”, añadió Contreras.
Alfredo Contreras no se queda sin futbol
Pese a todas las vicisitudes, Alfredo Diablo Contreras no pierde la fe de volver a sentarse en un banquillo en la Liga de Ascenso o, por qué no, en la Primera División.
Después de estar al frente del equipo Sub-20 del Puntarenas FC, llegar a la final del torneo de Linafa con el Puntarenas San Luis y ser asistente técnico en Marineros FC, el exlateral mantiene la esperanza de dirigir, pues tiene licencia A y experiencia; solo espera que le salga una opción.
De momento, Alfredo está al frente del Puntarenas San Luis Esparza, que este año jugará el torneo de Linafa, en un nuevo proyecto.
“El año pasado llegamos al Puntarenas San Luis y logramos salvarlo de descender a otra categoría. Ahora estamos con un proyecto nuevo, en Esparza, donde estamos observando jugadores y viendo los detalles para empezar el torneo. Es un poco difícil, pero vamos para adelante. Aquí no tengo un sueldo, es una ayuda que me dan por entrenar, por lo que mi salario mensual es el de la municipalidad”, explicó Contreras.
Para el entrenador, lo primordial es que el equipo tenga una identidad y por ello, una o dos veces por semana viaja a Esparza para entrenar al plantel, aunque tiene claro que es necesario entrenar más para que el equipo tenga un buen desempeño en el certamen.
“El Puntarenas San Luis Esparza es un equipo en formación. Va a depender del esfuerzo de los jugadores. Sabemos que el inicio no será sencillo, pero tengo fe en que el plantel va a entender las ideas y podremos hacer un buen papel. Hago el esfuerzo de ir a entrenar en la tarde-noche y llego como a las 10 p. m. a mi casa, y al día siguiente salgo a trabajar a las 6 a. m. Todos nos sacrificamos por el equipo”, recalcó Contreras.
Alfredo reiteró que su amor por el fútbol está intacto, que sueña con una nueva oportunidad en Primera División o bien en el equipo de su provincia, donde puede aportar su experiencia y conocimiento a los jóvenes para que defiendan con orgullo la camiseta naranja.