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Июль
2024

Un paseo de las raíces al lujo

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Cuando piensas en esta isla, te vienen a la mente sus increíbles playas, pero no hay que olvidarse de descubrir su esencia. El lujo hoy en día consiste en los pequeños detalles. Una gran oferta cultural y de ocio, el Gran Lujo, los hoteles rurales de montaña, senderismo, plantaciones de café, de viñas, de plátanos, servicios de Wellness de primer nivel, gastronomía inigualable… Gran Canaria de mil formas, para disfrutarla desde la costa hasta su corazón rural.

La isla te recibe todo el año siempre con su temperatura estable, con esa sensación de verano cualquier día del año. Eso ya es un lujo. La diversidad de paisajes que tiene la isla te lleva a distintos mundos en un instante. La mezcla entre el mar y la montaña constituye la primera parada de esta aventura que empieza de una forma rural, conociendo una de las raíces de la isla, y sintiendo la tierra: EL MUSEO DEL PLÁTANO. Con una guagua, serpenteamos las carreteras secundarias que nos llevan hasta Arucas, al norte de la isla. Más de 7.000 plataneras nos reciben con vistas al mar, y donde nos explican lo difícil que es tener un plátano en nuestra mesa. Cada planta de plátanos, porque es una planta y no un árbol, tiene una sola cosecha, un solo racimo de plátanos en la vida de la planta, y después será cortada para dejar crecer la siguiente planta, que dará en nueve meses su racimo de plátanos. La finca esta presidida por una casa canaria restaurada, con arquitectura original de la isla, y datada en 1804. Termina la visita al campo, pero empieza la de El Museo, donde dan muchos más datos acerca de las distintas calidades y tipos de plátanos que hay por el mundo, y más curiosidades y elementos que te hacen ser una experta en una sola visita.

En la isla hay una gran oferta hotelera, de todos los estilos, precios, ubicaciones… Escogemos Maspalomas, al sur de la isla, y un hotel que tiene dos vertientes muy interesantes. Una es la gastronomía y la otra el lujo en el detalle. El hotel Palm Beach, de la cadena hotelera Seaside, presume por ser uno de los pocos en los que la gastronomía es su bandera y de tener una zona wellness increíble. Está rodeado por un gran palmeral protegido y junto a la reserva de las Dunas de Maspalomas, y nos hemos trasportado de inmediato a un oasis en un entorno privilegiado. Gimnasio al aire libre, piscinas de agua mineralizada, tres saunas diferentes, una cueva de sal, y una gran variedad de tratamientos exclusivos.

La gastronomía de este hotel se ha convertido en un referente, desde sus desayunos en la zona buffet, con el pan hecho por ellos mismos y un show cooking continuo, a noches de barbacoa o de cocina italiana donde producen su propia pasta fresca y sus salsas, sin olvidar el restaurante a la carta con cocina mediterránea de primer nivel.

Nos desplazamos de nuevo al norte de la isla, esta vez a el municipio de Agaete. Su capital es de 1481, y aquí nos vamos a empapar con un trocito de historia. A mediados del XIX, Don Francisco Manrique de Lara, es el propietario de una de las fincas más importantes del norte de la isla. Entendió que era una tierra fértil y dotó a la finca con adelantos tecnológicos y agrícolas importantes para producir vino y café. Esta finca es propietaria del cafetal más importante de Europa y produce vinos que han obtenido destacados premios. En la casa principal de este complejo de Las Longueras, hoy convertida en Hotel Rural de lujo, vemos el típico mobiliario anglo canario, por la influencia británica en las islas a lo largo del siglo XIX, y en las paredes cuadros de César Manrique o Pepe Dámaso. Un descubrimiento en medio de la naturaleza, que nos sigue sorprendiendo cuando cerca de sus jardines está la plantación de café y de viñas en plena falda de los riscos de Tamadaba. Todo se cultiva de forma artesanal, con el objetivo de recuperar la tradición agrícola y vinícola de la zona, y con una calidad impresionante.

Nuestro recorrido por la isla esta vez nos lleva a San Agustín, para buscar una terraza donde tomar un coctel y luego cenar. Escogemos la terraza Chill Out Gorbea, donde te ofrecen una carta de cócteles estupenda, mientras disfrutas en una terraza con piscina y vistas increíbles. Pero lo que nos sorprende de esta ubicación es el restaurante que hay en su terraza. Tiene una cocina y un servicio excepcionales, con una carta esmerada y cocina internacional. Alucinamos con el jamón ibérico… de los mejores que hemos probado en España. Y destacar la calidad de los productos que ofrecen en la carta, su presentación y su sabor. Un descubrimiento interesante el de este restaurante…

No podemos ir a Gran Canaria y no visitar su centro histórico, en el barrio de Vegueta. Lo tienen muy cuidado, y si decides visitarlo, verás la cantidad de historia que tiene la isla. Este barrio se fundó en 1478. Con su arquitectura colonial y el encanto de la tradición, nos da la bienvenida al corazón más antiguo de la ciudad, con calles empedradas que serpentean cerca del mar. En este barrio podrás ver la Catedral de la plaza de Santa Ana (siglo XV), la casa-museo de Colón, que te lleva a investigar un poquito más el descubrimiento de América, y las rutas por las que fue y volvió Colon. Nos ha sorprendido de este barrio la modernidad en lo que a gastronomía y servicios se refiere. Es un barrio lleno de restaurantes, cafés, terrazas al aire libre, como la terraza Belvedere del hotel Cordial, que al estar ubicada en la plaza Mayor, te permite tomar un coctel o un café con vistas a este barrio histórico y a la Catedral.

Después del bullicio de la ciudad, volvemos al campo, a buscar paz, y encontramos un hotel rural también con mucha historia. El Hotel Rural Las Calas es una Casa Solariega del siglo XVII, situada en el corazón de la isla y que se ha convertido en el destino ideal para el senderismo, el yoga y la conexión con la naturaleza en un lugar acogedor y confortable. Con una piscina en medio de un jardín de plantas aromáticas, que cultiva personalmente la dueña de este hotel, que se esmera por atender al viajero de una forma personal y cercana.

Con ganas de tener un poco de lujo, cambiamos el destino y volvemos a Maspalomas, para ir a cenar esta vez a un hotel espectacular con una cocina internacional increíble. El hotel Residencia es un 5 Estrellas Gran Lujo y nos recibe en su terraza llena de palmeras y rodeado por sus increíbles villas que le dan a este hotel, junto con su trato absolutamente personal, esa categoría de Gran Lujo.

Dicen que es el complejo hotelero más selecto de Gran Canaria, pero en esta ocasión hablaremos de su restaurante, en una terraza orientada a las montañas y con una gastronomía única, pero sobre todo nos ha sorprendido el trato personal que pone el staff de este hotel para que sientas ese lujo que solo saben dar en este tipo hoteles. Luces bajas en la mesa, platos decorados como si de unas tres estrellas Michelin se tratase. Los productos de la isla se superan con este chef, el alemán Wolfgang Grobauer, que después de muchos años en Francia, tiene mucha base de sus platos en la cocina francófila, pero que después de algunos años en Canarias, ha sabido sacarle un mayor partido a la cocina de las islas.

Buscando el relax y recuperar fuerzas, nos encontramos con el spa que ofrece el hotel Salobre, también en el sur de la isla. Es perfecto para sesiones de meditación, así como para la realización de actividades holísticas y deportivas con gimnasio, pista de baloncesto, bicicletas, zona de eco fitness,

campo de fútbol, clase de yoga o pista de running. Todas las disciplinas, ya sean deportivas o espirituales, se desarrollan en un entorno único, ideal para eliminar el estrés. El centro Be Aloe ofrece también selección de terapias faciales y corporales, además de un circuito wellness que hará que pienses que quieres volver.

Y para terminar con lo típico de la isla, el sol y el mar, no podemos irnos sin ir a un beach club. Nos vamos al mayor beach club familiar de Canarias, que está ubicado en una de las más privilegiadas localizaciones de Gran Canaria y tiene todos los ingredientes para asegurarte disfrutar de un día en familia: ocio, relax y diversión. Se llama Perchel Beach Club, y está situado en la bahía de Arguineguín, con el impresionante océano atlántico a tus pies. Llegamos y nos vamos directamente a la zona de piscina a tomar un aperitivo en una cama balinesa enorme, o un coctel que los tienen muy ricos, antes de comer en su restaurante, con una carta que te va a hacer dudar qué pedir, porque todo es muy apetecible, aunque el arroz es uno de sus platos fuertes. Y la siesta en este beach club tiene su zona, lejos de los niños y en una terraza con unas camas enormes con parasol, donde cerrar los ojos y soñar.

Con todo esto hemos podido comprobar que Gran Canaria es mucho más que sol y playa. Hemos descubierto el interior, con una oferta de montaña y rural de verdadero lujo. Hoteles de cinco estrellas, incluso Cinco Estrellas Gran Lujo, que ya es otro nivel. Hemos paseado por el centro de la capital, con todo ese olor a historia, una muy desconocida para los que vivimos en la península, y nos ha sorprendido y enriquecido. Hemos hecho yoga, nos hemos relajado en spas, zonas de recreo, con vistas increíbles desde en cualquiera de las ubicaciones. Una isla “continente” con un poco de todo y mucho más que un lujo.