Inglaterra exprime a la ‘naranja mecánica’ y se cita con España en la final

Ollie Watkins saltó desde la banca para darle a Inglaterra la mayor alegría en la Eurocopa. El futbolista, que apenas había jugado 20 minutos en este torneo, sin contar el tiempo que estuvo en la cancha contra Países Bajos, le dio el pase a su escuadra a la final del certamen.

Inglaterra definirá el próximo domingo contra España el título de la Eurocopa. Ollie Watkins, al minuto 90, soltó un fuerte remate cruzado, imposible para el arquero tulipán, e Inglaterra ganó 2-1.

Buen juego en Dortmund, donde Xavi Simons sorprendió con un derechazo apenas a los siete minutos de juego.

Fue un golazo el que marcó el jugador del Leipzig, pero propiedad del PSG. Simons se avivó en la salida de Inglaterra, apretó en la marca a Declan Rice, le robó la pelota, avanzó, vio el espacio y soltó el bombazo. Golazo y 1-0 a favor de Países Bajos.

Daba la sensación de que el cuadro naranja se apoderaría del encuentro, pero los ingleses se adueñaron de la pelota, llegaron por los costados y comenzaron a insinuarse, hasta que Harry Kane logró el empate.

Primero lo intentó con un par de remates, uno de ellos de volea dentro del área, al minuto 18, que se marcó como penal. Cuando Kane sacaba el disparo, Denzel Dumfries corrió a taparlo y le pegó un planchetazo. Tras la revisión del VAR, el árbitro marcó el manchón blanco y Kane, como casi siempre lo hace, no falló desde los once metros.

El tanto enfrió a Países Bajos e impulsó a Inglaterra, que jugó mejor, tuvo más llegadas y mereció irse al descanso con la victoria.

En el segundo tiempo, de nuevo, el cuadro inglés impuso las condiciones. Mandó en gran parte del tiempo de juego y aprovechó el ritmo lento que en muchas ocasiones mostró el rival.

Inglaterra fue una de las selecciones que más decepcionó en la primera fase de la Eurocopa, no solo porque avanzó a octavos tras dos empates y un triunfo 1-0 contra Serbia, sino porque su estilo de juego no agradó.

Pero el fútbol tiene esas cosas que lo hacen un deporte distinto y, contra Países Bajos, Inglaterra jugó su mejor partido en el torneo.