La estrategia de Almeida contra la soledad no deseada: el primer centro intergeneracional, IA y 'cohousing' para mayores
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Hace dos años, Mercedes estaba sola. Apenas salía de casa: «No tenía adonde ir». Hasta que se acercó a un centro municipal, hizo terapia de grupo, participó en actividades, salió de excursión. «Ahora tengo cuatro amigas, ya amigas amigas, tenemos nuestro grupo de Whatsapp. Me encuentro bien, estoy más acompañada», cuenta. Mercedes es una de las personas mayores de 65 años que ha combatido la soledad no deseada a través de los recursos del Ayuntamiento de Madrid y, este miércoles, ha compartido su experiencia en la presentación de un nuevo plan para ayudar a los cerca de 90.000 mayores que están aislados en la capital. En la ciudad viven 666.000 personas de más de 65 años y, según la Encuesta de Salud de la Ciudad de Madrid elaborada por Madrid Salud en 2022, el 14% de los preguntados reconocieron sentirse solos siempre, casi siempre o bastantes veces en el último año. La cifra ha aumentado respecto a 2020, cuando el Informe Monográfico sobre el Sentimiento de Soledad calculó que el 9,2% de los mayores sufrían soledad no deseada. En 2023, cuando José Luis Martínez-Almeida revalidó la alcaldía, su equipo preparó una estrategia para atajar este problema que ahora se pone en marcha. Son cuatro ejes (envejecimiento activo, prevención y sensibilización, detección e intervención y tecnología) con treinta medidas. El plan ha avanzado en los últimos meses con algunos proyectos piloto, como Paloma, la inteligencia artificial que detecta la soledad no deseada , pero este miércoles el delegado de Políticas Sociales, Familia e Igualdad, José Fernández, ha desgranado todos los detalles. En primer lugar, la creación del primer centro intergeneracional para jóvenes y mayores, bautizado como Ouka Leele, que se inaugurará a finales de 2024 en el distrito de Arganzuela. También se potenciará el teléfono municipal de atención preferente al mayor (900 111 065) y se activará una Oficina Activa Senior para informar a los mayores de todas las actividades y servicios públicos. En este apartado informativo, el consistorio prevé el envío de 90.0000 cartas a los mayores de 80 años con un tríptico que contiene todos los recursos para ellos: desde el servicio de lavandería hasta la teleasistencia, desde los centros de día hasta los programas de acompañamiento. El ayuntamiento también ha firmado convenios con distintas asociaciones y entidades, «las antenas y puntos de referencia para detectar la soledad no deseada», ha destacado Fernández. Entre ellas, las adjudicatarias del contrato de teleasistencia, que suma ya 145.000 usuarios, o las parroquias de Cáritas. Desde hace meses, el Área de Urbanismo trabaja en una nueva fórmula de 'cohousing' para acoger a personas mayores , en concreto, tres parcelas municipales que se destinarán exclusivamente a este tipo de residencia. Además, la ciudad dispone de 91 centros para mayores de 65 años repartidos por los distritos, 65 centros de día, programas de ejercicio al aire libre e instalaciones deportivas y culturales. Y desde sus casas, los mayores disponen del servicio de ayuda a domicilio y distintas herramientas de teleasistencia , como relojes inteligentes con GPS y botón SOS. «Lo que nosotros llamamos la medallita», ha bromeado Mercedes este miércoles. La aplicación de tecnología avanzada para abordar la soledad no deseada comenzó a finales de 2023, cuando el Ayuntamiento de Madrid diseñó Paloma, una inteligencia artificial (IA) capaz de rastrear a los mayores solos. El proyecto piloto realizó más de 2.000 llamadas y reconoció 600 situaciones de soledad no deseada mediante conversaciones telefónicas. Ahora, la concejalía de Políticas Sociales pretende mejorar esta IA, una Paloma 2.0 que también será capaz de divulgar información y ofrecer servicios. «Haremos un seguimiento continuo de estas treinta acciones y, si hay que rectificar, lo haremos, porque es un documento activo», ha asegurado el delegado del ramo, que ha insistido en que uno de los objetivos es «intentar que los mayores permanezcan el mayor tiempo posible en su domicilio». El reto es grande en una ciudad con una de las esperanzas de vida más altas del mundo: 85,4 años . La vicealcaldesa, Inma Sanz, también participa en el plan: «Tenemos unas cifras mucho mejores si las comparamos con otras ciudades europeas, pero precisamente por nuestro estilo de vida hace que ese sentimiento se perciba más grave. Tenemos que conseguir entre todos que no haya una sola persona en Madrid que se sienta sola».