La Policía de Cantabria desmantela dos asociaciones cannábicas tapaderas de venta de drogas
La Policía Nacional ha detenido a cinco varones entre 21 y 66 años de edad como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas; y a tres varones y una mujer, con edades comprendidas entre los 27 y los 43 años, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas y de defraudación de fluido eléctrico. Los agentes tenían conocimiento de la existencia de un grupo de personas dedicadas a la venta y distribución de sustancias estupefacientes (marihuana y hachís), amparándose en dos asociaciones cannábicas situadas en el centro de la ciudad de Santander.
Durante los últimos meses las llamadas de informadores anónimos residentes en las inmediaciones, especialmente de una de las asociaciones cannábicas, trasladaban su gran malestar a los agentes por la existencia de la asociación, que interpretaban como un foco o punto de venta indiscriminada de sustancias estupefacientes.
Los investigadores pudieron constatar que el principal responsable de la asociación cannábica, disponía además de una segunda asociación de la misma tipología, ubicada en otro local radicando en otro punto muy céntrico de la ciudad.
Dichas asociaciones, según sus propios estatutos fundacionales, decían tener fines terapéuticos, con un consumo compartido siempre en el interior de su propio local, y un estricto control sobre las cantidades y socios, que debían de llevar un respaldo facultativo, sin promover, facilitar o favorecer el consumo de este tipo de sustancias a personas ajenas o que no atendieran al perfil descrito, de forma que bajo ningún concepto se pusiera en riesgo la Salud Pública.
Finalmente, tras las investigaciones, los agentes pudieron constatar la actividad ilícita de las asociaciones cannábicas, que lejos de preservar la salud pública y poner en práctica los medios precisos para la consecución de los fines que promulgaban, en realidad, constituían puntos de venta indiscriminados de sustancias estupefacientes, con nulo control sobre los destinatarios de las mismas , y que en absoluto la consumían de manera privativa en las asociaciones, respondiendo sus actividades única y exclusivamente a un ánimo de lucro.
Días pasados, los agentes del Grupo de Estupefacientes procedieron a la entrada y registro, en dos viviendas sitas una en la zona de Monte y la otra, en el centro de la ciudad; y seguidamente, en los dos locales de las asociaciones cannábicas situadas en la zona centro de Santander (zona Floranes y zona calle Castilla-Hermida).
También llevaron a cabo la detención de seis personas, siendo cuatro de ellas las que participaban de forma activa en la actividad ilícita y dos que hacían de testaferros, quienes a cambio de una prestación económica figuraban en la Junta Directiva como Secretario y Tesorero de una de las Asociaciones; las cuatro personas que participaban de forma activa fueron detenidos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico y las otras dos personas, que hacían de testaferros a cambio de una prestación económica, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas. Además, los policías contaron con el apoyo de técnicos del Departamento de Toma de Medidas y Fraude de Viesgo Distribución Eléctrica S.L, en una de las asociaciones cannábicas, en la que había una conexión fraudulenta a la red eléctrica.
Pocos días después de haberse llevado a cabo la actuación policial, con el desmantelamiento de las dos Asociaciones Cannábicas referidas, el Grupo de Estupefacientes pudo constatar cómo estas personas, en el local sito en la zona de Floranes, volvían a retomar la actividad ilícita, al abrigo de esta asociación cannábica continuando con la venta y distribución de sustancias estupefacientes (marihuana y hachís).
Además, las llamadas de informadores anónimos residentes en las inmediaciones manifestaban de manera reiterada su gran malestar por el retorno a la actividad ilícita en este local, que se interpretaba como un foco o punto de venta y distribución de sustancias estupefacientes y que funcionaba a los pocos días de la primera actuación policial llevada a cabo el día 16 de mayo del presente año.
Asimismo, los agentes del Grupo de Estupefacientes comprobaron la actividad ilícita en la Asociación Cannábica, dedicada nuevamente a la a la venta y distribución de sustancias estupefacientes (marihuana y hachís), creyendo muchos de los consumidores que la venta revestía atributos de legalidad, poniendo en riesgo la Salud Pública y respondiendo su actividad única y exclusivamente a un ánimo de lucro.
Finalmente, el día 2 de julio del presente mes, los agentes del Grupo de Estupefacientes procedieron a la entrada y registro, con autorización judicial pertinente, en el local de la asociación cannábica situado en la zona de Floranes en Santander; llevando a cabo en esta ocasión, la detención de cuatro varones, como presuntos autores de un delito de tráfico de drogas, por su participación de forma activa.
Uno de los sospechosos resultó ser uno de los principales responsables de la asociación, concretamente el que hacía funciones de secretario y tesorero, fue arrestado nuevamente en esta segunda fase de la operación, como presunto autor también de un delito de tráfico de drogas. Se logró la clausura del local y suspensión de actividades, procediéndose al precintado y cierre de este local.
En los cinco registros efectuados , los agentes se incautaron: 3.900 gramos de marihuana; 1.200 gramos de hachís; 1 gramo de cocaína rosa; numerosos botes conteniendo marihuana prensada; 58 cigarros porros; siete balanzas de precisión; una prensa para confeccionar aceite de hachís; dos máquinas de hacer porros; numerosos aparatajes para la instalación de plantaciones “indoor” de marihuana (balastros, extractores, ventiladores, etc…); un puñal, cuatro cuchillos, mil novecientos noventa y cinco euros (1.995€) en efectivo y diversos útiles destinados a la actividad ilícita.
Dos varones detenidos, que figuraban como Junta directiva en la Asociación, fueron oídos en declaración en dependencias policiales y puestos por estos hechos en libertad con cargos, tras ser advertidos de la obligación de comparecer ante la Autoridad Judicial cuando fueran requeridos para ello.