Las pistolas con las que Napoleón pensó suicidarse se subastan por 1,69 millones de euros
Recluido en el palacio de Fontainebleau tras ser derrotado en 1814 por los aliados (Rusia, Austria y Prusia, además de Gran Bretaña), Napoleón consideró suicidarse antes de aceptar el exilio en la isla de Elba. Tenía en su poder un juego de pistolas exquisitas que habían sido fabricadas por el famoso artesano armero Louis-Marin Gosset en materiales de primera como nobles como raíz de nogal, ébano, terciopelo verde o perlas. Estuvo a punto de dispararse en la sien, pero finalmente se echó atrás. Ahora, ese juego de dos pistolas se han subastado en Francia por 1,69 millones de euros a pesar de que el Gobierno ha rechazado darles el certificado de exportación.
La venta se realizó en Fontainebleau (a las afueras de París), dentro de dos jornadas de subastas organizadas por las casas Osenat y Rossini (especializadas en la era napoleónica), junto a otros 237 lotes, informa EFE. El precio de adjudicación fue de 1,3 millones de euros, cifra que subió a 1,69 millones con impuestos y comisiones. El juego de pistolas, cuyo precio se estimaba en entre 1,2 y 1,5 millones de euros antes de impuestos, incluye las dos armas labradas, junto con sus accesorios de uso y limpieza y su cofre, ricamente adornado.
Finalmente, se las regaló al general y diplomático Armand de Coulaincourt, duque de Vicence (Vicenza, en la Italia actual) en la noche del 12 de abril de 1814. El lote de las pistolas era el más destacado de esta venta y, por su importancia histórica, el Gobierno francés trata de impedir su salida del país. "Se deniega el certificado de exportación solicitado para un cofre que contiene un par de pistolas de chispa y sus accesorios, obra de Louis-Marin Gosset de principios del siglo XIX, regalo de Napoleón I al general Coulaincourt", indicaba la orden, emitida el 3 de julio pasado por el Ministerio de Cultura y publicada el sábado en el Boletín Oficial.
El destino de las pistolas, según el Ministerio francés de Cultura, debería ser el de unirse a las colecciones nacionales y, en concreto, al sable que también regaló al mismo tiempo Napoleón al general Coulaincourt tras ser depuesto. El rechazo de la concesión del certificado de exportación abre un plazo de 30 meses en el que las autoridades francesas podrían hacer una oferta a los propietarios de la obra, que no tienen la obligación de aceptarla directamente, y si el Estado desiste de la adquisición, las pistolas podrán salir del país