España, con una defensa nueva contra Francia
Luis de la Fuente aprendió en su segundo partido como seleccionador que las rotaciones pueden ser perjudiciales. Después de golear a Noruega en su debut hizo ocho cambios para enfrentarse a Escocia y sufrió una derrota que estuvo cerca de costarle el puesto sin casi haberle dado tiempo a tomar posesión.
Después de aquella derrota, el seleccionador se olvidó de las rotaciones y se dedicó a formar una alineación que funcionara como un equipo. Las rotaciones quedaron sólo para los amistosos y partidos sin trascendencia en los que el resultado ya no afecta a la clasificación de España.
Pero las sanciones y las lesiones le obligan a modificar un equipo que se ha mantenido casi inalterado desde el comienzo de la Eurocopa. Sólo en el partido contra Albania, con el primer puesto del grupo asegurado, se permitió dar oportunidades a todos. En los demás partidos sólo ha habido una modificación: Nacho empezó siendo titular por las molestias de Laporte y a partir del segundo partido, con Nacho doliente, fue Laporte el titular. Contra Francia tendrán que jugar los dos juntos ante la ausencia de Le Normand.
Ese ha sido el único movimiento en la alineación de De la Fuente y de repente, en la semifinal, tendrá que hacer un mínimo de tres cambios. Carvajal y Le Normand están sancionados y Pedri, al que se le diagnosticó un esguince de rodilla después de la entrada de Kroos, está lesionado.
Podía haber sido peor si la UEFA hubiera confirmado la tarjeta amarilla a Morata cuando ya había sido sustituido. «Es imposible que me hayan sacado tarjeta. No he hecho nada», se lamentaba el capitán español después del partido. La UEFA rectificó minutos después y le quitó la amarilla que le había atribuido en sus canales oficiales. Morata podrá estar liderando al equipo de nuevo en el penúltimo tramo del campeonato.
«Es momento para poner en valor lo que se ha conseguido, disfrutar de este momento histórico y cualquier contratiempo que tengamos se recupera mejor con una victoria», asumía el seleccionador después de derrotar a Alemania. De la Fuente espera para ver la evolución de sus futbolistas, porque Fabián también salió del campo con molestias, aunque no debe tener problemas para jugar el martes contra Francia. Nacho también terminó el partido con molestias, pero De la Fuente cuenta con él para la semifinal.
«Nunca pondré de excusa si falta Fulanito o Menganito. Estoy contento con los 26 que tenemos y si no está uno estará otro y estaré tranquilo porque están preparados para competir», asegura el seleccionador.
Para eso ha trabajado en que España sea un equipo, independientemente de los minutos que juegue cada uno. El ejemplo son Jesús Navas y Carvajal. El capitán del Sevilla jugó todo el partido contra Albania con el pie hinchado por un pisotón en el primer minuto. Pero debía aguantar para no poner en peligro la participación de Carvajal, que tenía una tarjeta amarilla, en el partido de octavos de final. Esa segunda tarjeta que supone un partido de sanción le llegó al madridista en el encuentro ante Alemania. Y consciente ya de que no podría jugar la semifinal, Carvajal no dudó en hacerse expulsar por dos tarjetas para cortar una jugada de Musiala, la última del partido, y amarrar la victoria de España. Su gesto lo decía todo, ya estaba sancionado y no le cambia la vida marcharse con una tarjeta o con dos si la Roja conservaba el resultado.
Los cambios en defensa parecen evidentes y lo mismo sucede con la ausencia de Pedri. Dani Olmo ya había estado entrenando con los titulares los días previos al partido y su actuación ante Alemania merece la oportunidad de ser titular. Marcó el primer gol, dio el segundo y fue elegido el mejor jugador del partido.
El seleccionador siempre ha defendido la importancia de que España sea un equipo en el que todos estén preparados. Y eso incluye lo que sucede en el campo y lo que pasa fuera. El ejemplo es el abrazo de Remiro a Morata después del partido. El capitán lloraba después de una semana complicada con robo a su familia incluido. Y el portero, el único que no ha jugado, lo consolaba.