La isla de los mosquitos: la marisma sevillana pide una “declaración de emergencia” por una plaga de insectos
Nubes de mosquitos en las farolas, montones de bichos al barrer… y el miedo al virus del Nilo revoloteando el ambiente. Es la situación que viven once municipios de la marisma sevillana afectados por una plaga de insectos y que solicitan una “declaración de emergencia” a la Junta de Andalucía para activar una “solución inmediata”. Unas molestias que afectan en extremo a un pueblo enclavado en el epicentro del arrozal: Isla Mayor. Se trataría de contratar de urgencia una fumigación a gran escala por la situación de “grave peligro” que supone esta plaga de mosquitos.
Las condiciones climatológicas y el fin de la sequía han provocado una “explosión” de insectos, reconoce el alcalde isleño, Juan Molero. “Es algo muy incómodo”, subraya. Otros vecinos son más explícitos: “No se pueden abrir las ventanas ni salir a andar sin que te entren en la boca”, lamentan. “Así no se puede vivir, ni de día ni de noche”, comentan.
La falta de agua y la crisis en el “desierto” del arrozal de Doñana son, por ahora, una complicación del pasado. La isla seca, con la amenaza de la ruina y exilio, como contó este periódico, ha dado paso a la isla de los mosquitos. “No es algo nuevo para el pueblo porque cuando hay arroz esto siempre ha pasado”, en palabras de Molero. La “única posibilidad” de atacar el problema, apunta el primer edil, es que la administración autonómica “haga una excepción y autorice al sector arrocero a realizar tratamientos”, señala Molero a elDiario.es Andalucía.
La Diputación de Sevilla reclama “poder actuar para dar solución inmediata a los cien mil habitantes afectados por la plaga de mosquitos”, potenciales transmisores de la enfermedad del Virus del Nilo en once pueblos: Palomares del Río, Villamanrique de la Condesa, Bollullos de la Mitación, Isla Mayor, Aznalcázar, Coria del Río, Almensilla, La Puebla del Río, Los Palacios y Villafranca, Las Cabezas de San Juan y Lebrija. Y añade que “va a poner encima de la mesa la cuantía económica que sea necesaria”, en palabras del diputado provincial de Servicios Públicos Supramunicipales de la Diputación de Sevilla, Gonzalo Domínguez.
Este mismo viernes, la Consejería de Salud ha confirmado la presencia de mosquitos con el virus del Nilo Occidental en los municipios sevillanos de Los Palacios, Palomares del Río y la Puebla del Río, en este último en el interior del pueblo.
La Junta de Andalucía, por su parte, acusa a la Diputación “de no actuar en materia de control del Virus del Nilo” y de “no ejercer, de manera reiterada, las competencias de asistencia técnica y económica a los ayuntamientos de la provincia” en relación al Programa de Vigilancia y Control Integral de Vectores Transmisores de Fiebre del Nilo Occidental (PEVA). Un plan desplegado en 2021 y de “obligado cumplimiento para las administraciones locales, diputaciones y ayuntamientos”, añade.
La Dirección General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía lanza esta “réplica”, según señalan en un comunicado, ante las “informaciones inciertas” del diputado provincial tras la reunión mantenida con los representantes de las poblaciones afectadas por su actividad agrícola y que han solicitado una reunión urgente para que la Junta decrete la emergencia.
Virus del Nilo
En los pueblos perjudicados revolotea el temor a posibles casos de Fiebre del Nilo Occidental (FNO). “Hay preocupación”, dice Carmen Campanario, vecina isleña. Y, más allá del miedo a enfermar, están las molestias cotidianas. “No se pueden abrir las ventanas para que entre aire fresco, hay que tenerlo todo cerrado a cal y canto y aun así entran, lavas la ropa y se quedan pegados, desprenden un olor muy desagradable… y esto es cada mañana al barrer el patio”, señala con una fotografía de una montaña de insectos.
Las actuaciones de vigilancia y prevención dejan un “significativo descenso” en la problemática, según los datos actualizados por la Consejería de Salud y Consumo de la Junta: 2020 contó 71 casos en humanos de virus del Nilo en Andalucía (57 en la provincia de Sevilla y 14 en la de Cádiz) con ocho fallecidos (cinco en Sevilla y tres en Cádiz) mientras 2023 sumó dos enfermos en Arroyomolinos de León (Huelva) y La Puebla de los Infantes (Sevilla). Este año confirmó un caso en Lebrija (Sevilla).
Las trampas para el control de estos artrópodos colocadas en 26 municipios capturaron cerca de 50.000 mosquitos hembra en 2023. El “refuerzo e incremento de la vigilancia entomológica” por la consejería, a través del Servicio de Salud Ambiental, ofrece un control de los mosquitos presentes en el territorio y su carga vírica. Y permite, subraya la Junta, “adoptar medidas preventivas e informar a la población de la situación existente y que, así, puedan adoptar medidas de protección en caso de riesgo para la salud”.
“Los ayuntamientos podemos hacer nuestro control de plagas, en parques, zonas verdes y demás, pero no de virus, no es nuestra competencia”, afea el alcalde de Isla Mayor. Porque en plena marisma hay un inconveniente añadido. “Nosotros no podemos tratar alrededor del pueblo, porque son arrozales, fincas privadas, y aquí es que literalmente a un metro del casco urbano ya están los canales de riego, el cultivo de arroz… hay una dejadez de la administración autonómica, la Junta nos dice que hagamos algo pero no cómo, no nos dan soluciones”, en palabras de Juan Molero.
Plagas de mosquitos
“No podemos dejar a estos once municipios desasistidos, porque ni tienen los recursos económicos, ni tienen los medios técnicos y humanos para poder desarrollar una fumigación a gran escala”, apunta el diputado provincial Gonzalo Domínguez. “La Diputación va a poner encima de la mesa la cuantía económica que sea necesaria, para atender lo antes posible a los vecinos y vecinas afectados”, manifiesta.
Para que este dinero del ente provincial llegue a los ayuntamientos, y “actuar de manera inmediata dada la situación de grave peligro para la salud pública”, la Diputación señala la tramitación de emergencia para Contratos del Sector Público “a causa de acontecimientos catastróficos, de situaciones que supongan grave peligro o de necesidades que afecten a la defensa nacional”. Un paso reclamado por la Diputación y los municipios afectados que implica a su vez “la necesidad de contar con una declaración de emergencia que justifique la utilización de este procedimiento excepcional”.
La Junta, a su vez, señala que la Diputación “no ha ejercido las labores de asistencia a los once municipios sevillanos afectados por la plaga de mosquitos”. El Programa de Vigilancia es una tarea “conjunta” con la que “se ha disminuido drásticamente el número de casos en humanos” tras los detectados en el “brote que se produjo en 2020”: La Fiebre del Nilo Occidental es una enfermedad viral transmitida principalmente por mosquitos del género Culex que ha registrado un aumento de casos “en los últimos años en diversas regiones de Europa, incluyendo Andalucía”, recuerda la Junta.
“Aquí paga la Diputación, los arroceros y los ayuntamientos, pero que nos digan cómo lo hacemos y que coordinen”, reitera el alcalde de Isla Mayor. Y el problema, más allá del mosquito transmisor del virus del Nilo, está en la “explosión” esta temporada de quironómidos. “Son dípteros, una especie de mosquitas, adulto del gusano rojo del arroz, que cuando se trataba de forma agrícola no había este problema”, explica Molero.
“Antes”, continúa, “se fumigaba el pueblo con avionetas pero hoy no se puede, no es ecológico, no es viable”. Un remedio radical, y extemporáneo, que incluso reclaman algunos vecinos. “Todos los días recojo dos recogedores enteritos llenos de mosquitos, esto no es normal, deberían fumigar ya”, reclama una usuaria en redes sociales, plagadas estos días de comentarios, fotos, vídeos… “La situación es horrible, pido una solución ya, es una verdadera pesadilla”, extiende otra. Aunque también hay quien relativiza el problema: “Sí, estamos en la Isla y se ha sembrado arroz, es normal” que haya mosquitos. Y quien pone el foco en “lo importante”, que son los casos de virus del Nilo, “eso es lo preocupante”.