Supernova del siglo XII: Nuevos hallazgos revelan vientos estelares recientes
Una explosión estelar registrada en 1181 fue recreada mediante un modelo informático, revelando que recientemente podría haber comenzado a generar vientos estelares. Conocida como supernova SN 1181, se documentó en registros históricos de Japón y otras partes de Asia. Sin embargo, su ubicación y estructura permanecieron sin resolver hasta que un equipo de investigadores la identificó en 2021.
Los científicos descubrieron que dos estrellas enanas blancas colisionaron, creando una “estrella invitada” temporal que se observó durante 180 días antes de desvanecerse. Ahora, con modelos informáticos y análisis observacionales, los investigadores recrearon la estructura del remanente enano blanco. Este fenómeno poco común, caracterizado por una formación de doble choque, podría haber comenzado a generar vientos estelares de alta velocidad en los últimos 20 a 30 años.
Este descubrimiento amplía nuestra comprensión de la diversidad de las explosiones de supernovas y destaca la importancia de la investigación interdisciplinaria, combinando historia y astronomía moderna para hacer nuevos descubrimientos en nuestra galaxia.
En 1181, en Japón, se documentó la Guerra Genpei, un conflicto que marcó un cambio en el poder político. Durante este periodo, se registró la aparición de una nueva estrella en el Azuma Kagami. Takatoshi Ko, estudiante de doctorado del Departamento de Astronomía de la Universidad de Tokio, explicó: “En su apogeo, el brillo de la estrella era comparable al de Saturno. Permaneció visible a simple vista durante unos 180 días, hasta que se atenuó y desapareció”.
El remanente de esta estrella, ahora conocido como remanente de supernova (SNR) 1181, fue creado por la colisión de dos enanas blancas. Este tipo raro de supernova, llamado supernova de tipo Iax, dejó una enana blanca brillante y de rápida rotación. Utilizando observaciones históricas, los astrofísicos localizaron su posición en una nebulosa hacia la constelación de Casiopea en 2021.
Los estudios sugieren que SNR 1181 está formado por dos regiones de choque, una exterior y otra interior. El desafío principal fue que, normalmente, una colisión de enanas blancas debería hacerlas desaparecer. Sin embargo, esta fusión dejó una enana blanca. Se esperaba que esta creara un viento estelar inmediatamente, pero los datos indicaron algo diferente.
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“Si el viento hubiera comenzado a soplar inmediatamente, no podríamos reproducir el tamaño de la región de choque interna”, dijo Ko. “Al tratar el inicio del viento como variable, explicamos todas las características observadas de SNR 1181 y desentrañamos las propiedades de este viento de alta velocidad”.
El equipo determinó que el viento pudo haber comenzado a soplar en los últimos 20 o 30 años, indicando que la enana blanca podría haber reiniciado la combustión debido a la materia arrojada por la explosión de 1181. Para validar su modelo, el equipo planea más observaciones utilizando el radiotelescopio Very Large Array en Nuevo México y el telescopio Subaru en Hawái.
“La capacidad de determinar la edad de los restos de supernova a través de perspectivas arqueológicas es invaluable para la astronomía moderna”, afirmó Ko. “Este tipo de investigación interdisciplinaria es emocionante y resalta el potencial de combinar diversos campos para descubrir nuevas dimensiones de los fenómenos astronómicos”.
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