Manual de supervivencia de Alcaraz para superar a Tiafoe y meterse en octavos de Wimbledon
Decía Carlos Alcaraz antes de empezar Wimbledon que había revisado vídeos de Federer y Murray para ver cómo se movían en hierba, una de las superficies más particulares. Incluso vídeos suyos del año pasado, en el que fue campeón. Por lo exhibido en su triunfo ante Frances Tiafoe (5-7, 6-2, 4-6, 7-6 [7/2] y 6-2) es posible que también viera alguno de Rafa Nadal, que no era un especialista sobre pasto, pero sí ganó dos veces en el All England Club, y jugó otras tres finales.
Charly, ve a por ello
En lo que era un especialista el balear era en mantenerse vivo en partidos en los que estaba siendo inferior, justo lo que le pasó a Alcaraz contra el carismático estadounidense. La tercera ronda se le estaba complicando de verdad al campeón. Tiafoe no está en su mejor momento, demasiado irregular, pero es un tenista con mucho talento que puede hacer magia con su raqueta. Cuando esa inspiración tiene continuidad, cuidado. Y Frances bordó el tenis durante más de tres horas, hasta el punto de ver que en el cuarto set la victoria la tenía a un paso porque estaba dominando. Con el saque imponía y al resto amenazaba. Cada vez que servía Carlos, había un 0-15, un 15-30. "Y yo me decía, punto a punto", reconoció después el murciano, que llegó a forzar el tiebreak y ahí cambió su discurso interior: "Charly, ve a por ello, ganes o pierdas". En ese desempate desató todo su tenis y dio un recital tanto de potencia como de resistencia para defender alguna bola imposible y terminar llevándose el punto.
El partido a partir de ese momento ya fue otro. Si antes, Tiafoe hacía daño cuando cambiaba a los paralelos o ganaba el juego de habilidad en la red cuando los dos se buscaban las cosquillas, al estadounidense ya se le hizo todo un mundo, sus ataques se quedaban en la red y las dejadas de Alcaraz eran puro veneno, cuando antes llegaba a todas. Tras un primer juego del quinto set todavía igualado, el español ya fue un huracán imparable hasta los octavos.
En la misma ronda está Paula Badosa, que hasta echó alguna lagrimilla con su victoria ante Kasatkina (7-6 [8/6], 4-6 y 6-4). Lo ha pasado muy mal los últimos tiempos y en Wimbledon está disfrutando.