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Июль
2024

Los libertarios se unen, el PRO se divide y el peronismo no tiene paz

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Este sábado, a partir de las 15, Karina Milei volverá a presentarse con el funcionario público más discutido por un sector del propio gobierno nacional. Sebastián Pareja, el presidente de La Libertad Avanza de la Provincia de Buenos Aires, será el anfitrión de "El Jefe" en la Primera Sección Electoral, adonde también estará Martín Menem en un acto de presentación del plan de afiliaciones del partido que defenderá al oficialismo en las próximas elecciones de 2025.

¿Por qué Pareja es el funcionario más discutido? Porque desde el Ministerio de Capital Humano que conduce Sandra Pettovello se insiste sobre su responsabilidad en un posible encubrimiento para obras inconclusas que provocaron un presunto desvío de miles de millones de pesos durante la gestión de Alberto Fernández a través de los planes urbanos desarrollados por el Fondo de Intervención Socio Urbana que condujo Fernanda Miño, una aliada directa de Juan Grabois.

El propio ministro de Economía, Luis Caputo, que días atrás se había reunido con Pareja y Karina Milei para hablar del tema y apoyó al secretario de Infraestructura Urbana, ahora dijo que se realizará una nueva auditoría debido a las dudas que presentaron algunos puntos que la SIGEN expuso como supuestas irregularidades de esos convenios.

Un Secretario de Estado con presencia territorial, de los pocos que hay, todavía sigue agarrándose la cabeza por esta situación. "El quilombo en el que nos mete Pettovello (le dicen de otra manera). Sebastián es el armador de la Provincia, presidente del partido y algunos lo quieren voltear... Es de locos".

Por eso el sábado, en Morón, casi en el límite con Ituzaingó, los libertarios bonaerenses tratarán de reivindicarlo. Y no es un dato menor que en el acto de presentación de afiliaciones estén Milei y Menem acompañándolo.

Igualmente, Pareja percibe que esa responsabilidad de armador y referencia partidaria le exige un montón de negociaciones que le quitarán margen para transformarse en candidato a gobernador, lo que postergó en 2023 para ampliar la propuesta bonaerense. "Para eso falta mucho, tres años. Van a pasar tantas cosas aún", le confesó uno que siempre está atento a todos los movimientos y que suele quedarse hasta tarde en la Casa Rosada.

Si bien nadie lo confirmó aún, es muy probable que el próximo lunes haya un encuentro entre "el profe" José Luis Espert y el propio Pareja. Ambos deberán aprender a convivir en el territorio donde ninguno tiene ni intendentes ni dirigentes en condiciones de disputarle el poder a los que ya están instalados en todas las localidades bonaerenses. Además, los dos saben que deberán esperar el cierre con los dirigentes del PRO que vendrán de manera dividida, primero los macristas y luego los bullrichistas. "Cobrarán por los dos lados", auguran.

Esa tensión interna dentro del partido creado a imagen y semejanza de Mauricio Macri se traduce en las incipientes diferencias entre los propios intendentes que ahora no pueden ni juntarse para desarrollar un proyecto o peticionar ante el gobernador. En el conurbano, Soledad Martínez, de Vicente López, y Ramón Lanús no tienen esa relación sin fisuras que mostraban cuando el segundo le ganó a Gustavo Posse la intendencia de San Isidro. Una cosa es ser candidato y algo muy diferente ser par.

En favor del novato sobrevuela la relación que tiene con Jaime Méndez, de San Miguel, el ahijado político de Joaquín De la Torre, quien apostó desde el minuto uno por Lanús. También Diego Valenzuela trata de cobijar al sanisidrense, aunque su nuevo distanciamiento con De la Torre enfrió esa posibilidad. Y es solo protocolar la relación entre el único bullrichista, Valenzuela, con la única macrista, Martínez. "No podemos explicar eso... Si perdemos es porque nos matamos entre nosotros", confesó un funcionario más que cercano a la cúpula PRO. La intendenta es, en definitiva, la única con partido que la respalde al ser vicepresidente a nivel nacional y representante de la mesa conductiva provincial.

En el peronismo bonaerense, más allá de la foto de unidad del lunes pasado en San Vicente, en conmemoración de los 50 años, la paz nunca llega. Máximo Kirchner no solo no quiso hablar en el acto en el que Axel Kicillof fue el orador central, sino que, además, prefirió sentarse a un costado del palco, evitando la centralidad del frente del escenario.

A quienes piden que se pelee con el hijo de los dos presidentes, el gobernador los mira y los frena con un gesto en el que sugiere que "ninguna pelea le sirve en esta etapa". Sabe que hasta el 2026 o entrado el 2027 habrá tiempo para que los melones se vayan acomodando arriba del camión. Hoy es el único peronista con centralidad, aunque el tobogán económico que padece la provincia ante la falta de recursos producido por la baja de la recaudación hará que todos los días deba extremar la imaginación para no profundizar el deterioro de los ya precarios servicios provinciales.

Además, hay circunstancias que pueden darse y que podrían modificar sustancialmente su plan de campaña, como ser la muy probable sanción de la boleta única en papel a nivel país. Si eso sucede, Kicillof debe salir de Buenos Aires para ser candidato nacional, rompiendo el maleficio de que ningún gobernador bonaerense pudo llegar a la Presidencia a través de los votos, confiando que los intendentes lo acompañen.

Muchos de ellos, fundamentalmente los de La Cámpora, prefieren ganar la gobernación antes que la Nación. Ya no lo consideran propio. Lamentablemente para Kicillof, muchos ven lo mismo... La relación personal no es lo suyo, salvo con sus amigos que trajo desde antes de la gestión.

Su desconfianza, sin embargo, a veces le da razones para ponerlo en guardia. Además de los escandalosos episodios con los que tuvo que convivir el año pasado por las tarjetas de débito de la Cámara de Diputados, en la cual los Albini, Claudio y Facundo, los jefes de "Chocolate" Rigau, siguen amenazando con declarar nadie sabe bien por qué y contra quien, ahora se enteró que su ministro de Transporte, Jorge D´Onofrio, tiene en su cartera un sistema por la cual los municipios no reciben lo que les corresponde en materia de multas a los automóviles que circulan por sus rutas o avenidas.

¿No se enteró Kicillof o no quiere echar a su ministro para no debilitar más la relación con el jefe del Frente Renovador, Sergio Massa? Es que fueron los intendentes en persona los que pusieron el grito en el cielo al advertir cómo se había empezado a reducir drásticamente la recaudación que se origina por las fotomultas. La crisis los hizo revisar todos los ítems de recaudación y ahí vieron algo que no cerraba. Las multas terminaban siendo reducidas a lo irrisorio o, directamente, salvadas por cuestiones técnicas.

D´Onofrio acusó a los "gestores" de realizar las maniobras que secan las arcas municipales. Sin embargo, por más artes y artilugios que estos pudieran arbitrar, fueron algunos juzgados provinciales de faltas los que, casualmente, limpiaban o rebajan hasta lo mínimo posible los montos finales. Inclusive hubo varios jueces municipales que alertaron sobre el tema. Al citar a los infractores y, días después, al ingresar al sistema, advertían que esas multas bajaban de $ 300.000 a $ 5000 en algunos casos".

Además, los problemas judiciales por los que está atravesando Fernando Espinoza, el intendente matancero que ahora está siendo procesado por abuso sexual, por ejemplo, profundiza los problemas en el principal territorio del país para el peronismo. Y en General San Martín, extrañamente, varios vecinos fueron encuestados para saber si sabían sobre la situación judicial por la que atraviesa el jefe comunal, Fernando Moreira, solo imputado por el delito que cometió el fallecido presidente del Concejo Deliberante, Sergio González, a través del cobro de tarjetas de débito que no le pertenecían.

Varios suponen que la encuesta la mandó a realizar algún enemigo, quizás no de Moreira sino de su jefe político, el ministro Gabriel Katopodis, uno de los mayores críticos de la gestión de Javier Milei.