Ana Rosa Quintana, Cristina Cifuentes y ahora Begoña Gómez: las únicas que se libran del paseíllo en Plaza de Castilla
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La mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez , declarará este viernes en los Juzgados de Plaza de Castilla como imputada por supuestos delitos de tráfico de influencias y corrupción en los negocios. En medio de un despliegue policial sin precedentes , Gómez ha entrado pasadas las 10.20 horas en coche y por el garaje de la puerta trasera del edificio, a petición del equipo de Seguridad de Presidencia del Gobierno. Una evasiva que solo tiene dos precedentes: los de Ana Rosa Quintana y Cristina Cifuentes, aunque sin autorización judicial. En 2011, la presentadora Ana Rosa Quintana acudió al Juzgado de Instrucción número 43 para declarar por una entrevista que realizó su programa a Isabel García, esposa de Santiago del Valle, por el 'caso Mari Luz'. El objeto de la citación esclarecer el modo en que se hizo la entrevista que, según se indicó entonces, podría incurrir en un posible delito de coacciones. El 23 de marzo de aquel año, cuando se personó para dar explicaciones de los métodos de su espacio, la presentadora esquivó el paseíllo con la ayuda del personal del juzgado. Según informó 'El Mundo', la presentadora burló a la prensa gracias a la ayuda de un juez , que la transportó en su vehículo para que pudiera así esquivar a los micrófonos y las cámaras. Poco antes de las 20.00 horas, salió del Juzgado en un todoterreno plateado con las lunas tintadas. Esta no es una práctica habitual. Ni la actual decana ni su antecesor autorizaron la entrada de personalidades a Plaza de Castilla por una puerta distinta a la principal habilitada para todos los abogados, imputados, testigos o funcionarios. No en vano, al margen de Ana Rosa Quintana y, este viernes, Begoña Gómez , solo existe otro precedente, el de Cristina Cifuentes en julio de 2018. La expresidenta madrileña acudió al Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid para declarar por las presuntas irregularidades en la obtención de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) . Lo hizo a escondidas, con escolta y por una de las puertas de servicio de los juzgados de Plaza de Castilla. En aquel momento, el decano tampoco le dio permiso, pero lo consiguió por otros medios. En concreto, según explicaron entonces fuentes del Gobierno de la Comunidad a ABC, Cifuentes se valió de su escolta policial para entrar por el garaje y burlar así las preguntas de los periodistas. En aquel momento, la expresidenta aún disponía de seguridad por un informe preceptivo del Ministerio del Interior.