Qué es el afelio, el fenómeno que afecta este viernes a nuestro planeta
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El Sol no está justo en el centro de nuestro viaje a su alrededor y eso tiene consecuencias. Una de ellas es que la gravedad de nuestra estrella no tiene el mismo poder según nos acercamos o nos alejamos. Y este viernes 5 de julio, nuestro planeta se encuentra en el punto más alejado de todo el año, un fenómeno conocido como afelio y que ocurre cada año entre el 2 y el 7 de julio. En concreto, el momento de mayor separación se producirá esta madrugada, a las 01.06 hora de España. Entonces, la distancia entre la Tierra y el Sol será de 152.104.285 kilómetros de distancia entre sí, unos cinco millones de kilómetros más que en el perihelio, el punto de mayor acercamiento y que este año se produjo el 2 de enero, informa el US Naval Observatory . Esta mayor distancia implica que nuestro planeta 'eche el freno'. De acuerdo con la segunda ley de Kepler, la mayor distancia se traduce en una menor velocidad orbital de traslación: 103.536 kilómetros por hora, más de 7.000 kilómetros por hora más lento que en el punto de máximo alejamiento del Sol, que nos situó unos 5 millones de kilómetros más cerca. El físico Johannes Kepler se dio cuenta de que la línea que conecta a los planetas y al Sol abarca igual área en igual lapso de tiempo. Esto significa que cuando los planetas están cerca del Sol en su órbita, se mueven más rápidamente que cuando están más lejos. Así, la velocidad orbital de un planeta será menor a mayor distancia del Sol, y a distancias menores la velocidad orbital será mayor. Sin embargo, la posición de la Tierra con respecto a nuestra estrella no es lo que determina las estaciones. De hecho, en el hemisferio sur estamos en verano, a pesar de estar en el lugar más alejado de nuestra órbita con respecto al Sol. ¿Por qué ocurre esto? Aquí la respuesta viene dada por la inclinación del eje de rotación de la Tierra, lo que determina las estaciones y temperaturas. El eje de la Tierra (la línea imaginaria que se traza de polo a polo) está inclinada con respecto al Sol. Es decir, está 'torcida' hacia un lado. Esto tiene como consecuencia que nuestro planeta esté iluminado de manera diferente en cada hemisferio. Un ejemplo concreto: en este mismo momento, el hemisferio norte, donde se encuentra España, está más inclinado hacia el Sol que el sur. Eso provoca que la luz incida más perpendicularmente y que haya más tiempo de día, lo que se traduce en el verano. En cambio, en el hemisferio sur pasa al contrario. No obstante, el hecho de que estemos más cerca o más lejos de nuestra estrella sí que tiene consecuencias en nuestras estaciones. Al estar un poco más cerca del Sol, recibimos un poco más de luz y también de calor. En concreto la Tierra recibe un 6,8% más insolación en el perihelio que en afelio. Así que los inviernos en el hemisferio norte son un poco menos fríos de lo que serían si la órbita de la Tierra fuese circular y estuviésemos siempre a la misma distancia del Sol. Ocurre algo equivalente en verano: en el hemisferio norte no son tan calurosos como deberían si la órbita fuese circular. En el hemisferio sur ocurre justo lo contrario: inviernos más fríos y veranos más cálidos.