Alcaraz, control y orden para solventar un buen estreno ante Lajal
Carlos Alcaraz tenía este 1 de julio un examen de posgrado, pues nunca había pisado pista central de Wimbledon como campeón y el honor de estrenar la hierba también conlleva responsabilidad. Pero solventa la prueba con muy buena nota. Hay buenos puntos cuando se ha visto atenazado desde el fondo, hay momentos de lucidez para que la derecha vuele libre, y sin manguito protector, y hay sobre todo un control absoluto del rival, del juego, de los errores propios, de las sensaciones y del tempo del encuentro. Sin despistes ni bajones, se deshace Alcaraz del estonio y de esos siempre complicados minutos iniciales en un torneo como este, en una pista como esta. Mark Lajal , 21 años como Alcaraz, y 262 del mundo, se ganó la plaza en el cuadro final desde la previa. Y en su primer partido de un Grand Slam, la pista central y contra el actual campeón. Así que salió a divertirse, a decirle a su padre y a su abuelo, piloto de motocross el primero, de rally el segundo, que esto de la raqueta fue la decisión acertada. El estonio, rastas en lo alto de la cabeza, buen saque, buenas subidas a la red y desparpajo, hasta se regaló una rotura ante el español en el primer set. Un 2-3 que enfadó un tanto a Alcaraz, también nervioso, pero por todo lo que se suponía que tenía que demostrar después de triunfar aquí el año pasado. Más activo que en los dos primeros juegos, enlazó diez puntos consecutivos para no solo darle la vuelta al marcador, sino para liderar el set y poner la superioridad del ranking y el palmarés encima del verde. Aceleró el español, aunque respondió sin miedo ante el crecimiento y con diversión, que esto era una oportunidad única y había que aprovecharla. Pero Alcaraz ha crecido mucho en esto del tenis, aunque compartan la misma edad. Como si se hubieran cambiado los papeles, la seriedad corrió del lado del murciano, concentración para doblegar la resistencia del estonio cuando la derecha empezó a funcionar de verdad. Lajal se quedó con las sonrisas y con algunos puntos para deleite de la central que ya tiene para siempre en su álbum de recuerdos. Alcaraz se quedó con el tie break, vencida al final la resistencia del rival, que cometió una doble falta para ese 7-6 con el que el número 3 del mundo iniciaba este Wimbledon 2024. No quería ni desgastarse ni sufrir. Que con lo que tiene de experiencia era suficiente. Así que tampoco se molestó Alcaraz en ponerse al cien por cien. Controló el segundo set, incluso cuando el estonio también le quitó un turno de saque para ponerse 2-0. No había sonrisas, pero tampoco despistes. Esta madurez que demuestra desde hace un tiempo el español y que le ha valido para ser el rival que nadie quiere tener enfrente. Aunque quizá sí lo quería tener Lajal. Valiente y sin nada que perder, se mantuvo siempre ahí, sin bajar los brazos y con alguna que otra virguería de vez en cuando. Así, igualdad en el marcador hasta el 5-5. Ahí, la experiencia, los 82 % de puntos ganados con el primer saque, esa facilidad para doblar la velocidad de la pelota y para defender desde el fondo incluso en hierba y la inteligencia que ha adquirido en este tiempo: acelerón al resto con 5-5 y sentencia con su saque para no alargar el segundo parcial hasta el tie break. Que ya lleva horas de vuelo. Porque este Alcaraz lleva puesto ya ese traje con el que se pone al porcentaje que necesita para cada rival. Que aunque el marcador diga que parece un partido apretado, es solo una ilusión, que el control de la pelota, del timing, de la derecha y hasta de las bolas que parecen ir fuera, lo tiene en su mano. Con un solo paso más hacia dentro de la pista, Alcaraz encontró el agujero en Lajal, que ya llevaba dos horas estupendas, pero le empezaba a pesar el duelo. Con una rotura en el segundo juego y otra más en el quinto, el murciano suma dos horas y veinte minutos de un partido controlado en todo momento: ante Lajal y ante sí mismo. Lo mejor para solventar un siempre difícil primer partido en esta pista, sobre todo con todos los honores y la responsabilidad de hacerlo como el actual campeón. Ya no lo es en esta edición de 2024, pero comienza el camino para su defensa con una actuación firme y convincente. «Me ha sorprendido un poco porque no lo había visto mucho. Ha mostrado un gran nivel. Es joven, como yo y sé que lo veremos mucho en el circuito y jugaré muchas veces contra él. Pero estoy contento con mi actuación hoy y por haber podido ganar. Tenía muchos nervios y emocionado. Es la pista más bonita en la que he jugado. Todavía me pongo nervioso, practiqué 45 minutos y ya estaba nervioso en un entrenamiento. Y me llegan recuerdos del año pasado, pero es un torneo totalmente distinto. Pero sí he sentido la piel de gallina al recordar esos momentos", comentó el murciano, feliz con una victoria controlada y sin nervios para empezar.