Antes que el Coliseo: este es el anfiteatro romano mejor conservado del mundo y se encuentra todavía en uso
El Coliseo de Roma es una de las maravillas del mundo, y no le cabe duda a nadie. Más allá de su historia y su importancia en el Imperio Romano, es un monumento que se ha conservado hasta nuestros días y atrae a millones de turistas de todos los países cada año. La capital de Italia cuenta así con una construcción única, sin embargo, no es la mejor conservada de su tipo. En otra parte del planeta, y muy cerca de España, se encuentra el anfiteatro que mejor se conserva a día de hoy.
Casi 2.000 años después de su construcción, el Coliseo romano es uno de los legados históricos que han sobrevivido con el paso del tiempo. Y eso que desde entonces, el mundo ha sufrido numerosos acontecimientos tanto naturales como provocados con el hombre: Italia ha estado inmersa en dos Guerras Mundiales, ha sufrido una serie de terremotos a lo largo de la historia y algún que otro ataque por ciudadanos de a pie, así como situaciones con falsas alertas de bomba en el anfiteatro.
De hecho, el Coliseo difiere de su inauguración a su estado actual. Una vez fue construido, se inauguró en un estado completo, con un aforo de 50.000 personas y con un trazado igualado hacia arriba. Pero una serie de terremotos sucedidos en 1349, así como la ambición de Nerón, hicieron que el anfiteatro se vea incompleto. De hecho, desde un lado se ve cómo la estructura ha sobrevivido, mientras que por el otro, falta una mitad.
Este es el anfiteatro del Imperio Romano mejor conservado: no es el Coliseo y está cerca de España
Este símbolo de la Antigüedad, no obstante, no es el único anfiteatro que se construyó, y a lo largo del mundo, existen otros conservados en las condiciones suficientes como para adentrarnos en época romana. E incluso, alguno en mejor estado que el Coliseo. Tales como el Anfiteatro de Itálica (a unos diez kilómetros de Sevilla), el de Verona o el de El Djem, en Túnez. Pero quizás el mejor conservado esté en la ciudad de Nimes, en Francia.
Conocido también como las Arenas de Nimes, este "coliseo romano" francés fue construido alrededor del año 70 d.C., prácticamente al mismo tiempo que de Roma. Originalmente, fue utilizado para gladiadores y otros espectáculos, a lo largo de su historia ha ido cambiando su uso, pero no su conservación. Por ejemplo, sirvió como fortaleza en la Edad Media, albergó un barrio en su interior e incluso se han ido celebrando algunos eventos como corridas de toros.
El anfiteatro tiene una capacidad para aproximadamente 24,000 espectadores alrededor de su ruedo elíptico, que cuenta con 133 metros de largo y 101 de ancho, rodeados por un total de treinta y cuatro gradas.
Hoy en día, el anfiteatro se utiliza para eventos culturales o conciertos, así como espectáculos relacionados con la tauromaquia, siendo uno de los colosos taurinos más importantes de Francia. Desde 1989, cuenta con una cubierta móvil y tiene su propio sistema de calefacción, en una de las numerosas remodelaciones que ha tenido en su historia.
Ejemplo de su utilidad es que en Pentecostés, consigue reunir a grandes figuras del toreo, así como importantes ganaderías, en una semana repleta de corridas de toros, diversos festejos y hasta encierros. Por otro lado, también es conocida la "Feria de la Vendimia", que se celebra en septiembre y tienen lugar corridas de todos y novilladas.
Arenas de Nimes, asimismo, destaca por su arquitectura robusta y diseño elíptico típico de los coliseos romanos, y muestra la ingeniería y arquitectura romanas, reflejando la importancia de Nimes en la época imperial romana.