«Vidal me dijo sos mío mono y negro de mierda»
Jayson Granger, jugador de Peñarol, habló en 100% Deporte de Sport 890 acerca de su futuro y lo sucedido durante las finales de la Liga Uruguaya.
Sobre lo deportivo: «No fue el resultado que queríamos, Aguada fue merecido campeón, llegaron en mejor forma e hicieron las cosas mejor que nosotros. El nivel de Sims fue increíble, no tuvimos respuesta para pararlo. Estoy triste por la expectativa que había de salir campeón pero ellos fueron justos vencedores.»
La distancia entre ambos finalistas: «Aguada fue el único equipo que no cambió jugadores a lo largo de la temporada, de hecho tienen una base que ha jugado muchos años juntos, se conocen y tienen mucha química. Eso se nota en los momentos difíciles, mientras que nosotros nunca nos sentimos cómodos, fue una temporada atípica. Nunca llegamos a fluir como equipo y en los momentos complicados ellos resolvieron mejor los finales cerrados. Al final ellos se llevaron el torneo por estar mejor en los detalles que te hacen ganar un partido.»
Las manos calientes en los momentos importantes: «Se notaba la diferencia, al final no podías concentrarte solo en un jugador sino que tenían varias herramientas para cerrar los juegos. Con detalles así te cambian la serie. Nosotros teníamos un equipo joven casi sin experiencia en finales y ahí se ve la diferencia, la jerarquía del rival.»
El impacto de enfrentar a Sims: «He jugado con muchísimos jugadores en mi carrera, y yo lo había escuchado a él pero nunca lo había visto jugar. Es un anotador puro, entra en racha y es difícil de frenar, es uno de los jugadores que me impactaron en mi carrera.»
Sus primeros días post campeonato: «Esta semana me quedo en Uruguay, pero en los próximos días me vuelvo a Madrid. Tengo contrato con Peñarol pero hasta el 15 de julio hay tiempo para rescindir, tengo que descansar, reflexionar en familia y decidir qué hacer. Me quedé con ese sabor de no poder ganar con Peñarol pero en las próximas semanas vamos a ver qué hacemos, no le cierro la puerta a nadie. Me han llegado ofertas de Europa cada tres meses, tengo varias sobre la mesa, pero por ahora no las analizo, quiero ir a casa, pensar en lo que me tocó vivir en Uruguay para después definir bien con mi mujer y representante.»
Lo vivido en las finales: «Fue una pesadilla, uno volvió a Uruguay para disfrutar de todo lo que ama que es jugar básquetbol y revivir cuando iba a la cancha con mi papá cuando era chico. Estoy arrepentido de lo que hice pero tiene un por qué. En mi carrera he ganado más de lo que he perdido, pero he sabido perder, jamás tuve un problema, más de mil partidos al máximo nivel. Quise volver para jugar los últimos años de mi carrera de manera tranquila y al final se volvió algo caótico. Hay líneas que no se pueden traspasar, perdí la cabeza en alguna ocasión pero por razones.»
Cuál fue el detonante del conflicto: «Se vio a lo largo de la serie, me intentaban sacar de quicio dejando de lado lo deportivo. Perdí la guerra psicológica, hubo agresiones que no se vieron, insultos racistas que me dolieron y lo que me hizo reaccionar. Se me faltó el respeto y para mí eso fue cruzar la línea. Yo aguanto cosas, pero eso no. Al final del partido cuando ya había ganado Aguada me dijeron “sos mío mono, negro de mierda”. Mi reacción surge a raíz de eso. Él tuvo la chance de denunciarme pero no tuvo el coraje de hacerlo porque sabe lo que pasó. La adrenalina te lleva a reaccionar, pero el respeto tiene que ser primordial entre jugadores. Cuando las provocaciones son constantes se te salta la cadena. No espero que pida disculpas públicamente como yo hice. En Europa, que es donde mi carrera está hecha, la gente me cree. Y en mi país no me creen. Nunca viví situaciones así hasta llegar acá.»
La relación con Vidal previa a las finales: «Nunca tuve relación, yo jugué en Cordón y él en Biguá, de chicos nos cruzamos pero nada más que eso. Nunca coincidimos ni en la selección. Antes de los partidos saludo a los colegas, pero con él nunca, no sé si quiere evitarme. No lo conozco. Con toda la carrera que tengo no me voy a acordar si pasó algo con él en formativas. Hay cosas más importantes para acordarme.»
El racismo presente en la Liga: «Me ha tocado vivir cosas en cancha de Aguada que no he vivido en otras canchas. Incluso niños con padres me hicieron comentarios aparte del propio jugador Vidal. Como persona te frustra e indigna, tarde o temprano iba a salir, me han faltado el respeto desde que llegué. Ni los jueces prestaron atención. Amenazas, escupitajos, personal de seguridad que me pisa encima de un partido, jueces que escuchan lo que me dicen y no hacen nada. Ha sido todo anormal, y acá está normalizado. Cuando un estadio te grita negro cagón tenes que sacar la voz contra eso. No es normal, en otros lados hay leyes para condenarlo. Esto viene de cuando jugaba mi papá, él salía a la calle con un cuchillo para cuidarse porque lo tenían amenazado. Ojalá se pueda hacer algo, es indignante que se viva esto en Uruguay, quería retirarme en paz y recibí odio por parte de jugadores e hinchas.»
Cómo incidió esto en la familia: «Mi mujer pasó mal, son situaciones nuevas. Con otros jugadores ha pasado en España y han reaccionado. Pero para nosotros fue nuevo, no pude llevar a mi hijo a un partido siquiera. Acá la gente va a descargar su ira, es complicado de ver. Mi viejo no la pasó tan mal porque ya, desgraciadamente, lo vivió en su infancia. No es que esté acostumbrado pero sabe cómo lidiar con eso. Yo con 34 años no lo viví nunca hasta ahora. Me costó disfrutar, yo quería básquetbol y no lo fue. Todos lo sufrimos, tengo que reflexionar y ver qué hacer con mi familia en el futuro.»
Apoyo de colegas: «He recibido muchos mensajes de extranjeros de otros equipos apoyándome, pero ellos son extranjeros, lo viven diferente porque entienden menos de la mitad de las cosas que les dicen y además juegan y se van. Yo nací acá, viví acá hasta los quince años, jugué por la selección, soy uruguayo. En Europa me cantan uruguayo. Venir a jugar acá, con toda mi trayectoria internacional y sufrir esto es indignante.»
Su futuro en el básquetbol: «Lo último que pienso hoy es en básquetbol, no sé si siquiera seguir jugando, menos lo sé en la selección, si quedarme o irme. Los últimos dos años han sido duros a nivel familiar y también deportivo. Hay una ventana en noviembre y ya hablaré con la FUBB para ver si vengo o no.»
Las ganas de ganar con el Aurinegro: «Me encantaría ganar un campeonato con Peñarol, nos quedamos con las ganas de ganar la Sudamericana y la Liga. Pero a lo largo de la temporada la pasé mal, sufrí. Quiero que mis últimos años de carrera sean disfrutables, y acá me costó.»
Mensaje a la gente de Peñarol: «Perdón, la temporada fue un fracaso, sé lo que hace la gente para ir al Palacio desde lo económico, lo mismo para el Antel Arena. Las próximas semanas van a ser cruciales, es un tema delicado, porque es difícil que cambie la situación y yo en lo que viene quiero pasarla bien. Una niña de máximo diez años me dijo “mono hijo de p” al lado de sus padres en la cancha, y ellos se reían, eso me partió el alma. Esta es la sociedad que me encontré al llegar. No cierro la puerta pero tampoco es que esté abierta de par en par.»
El día a día en Uruguay: «Familiarmente fue de mis mejores años, estoy en un lugar tranquilo, fui a buscar a mis hijos al colegio, que me vean en casa todos los días es impagable. Fines de semanas libres, navidades libres, eso hace años no lo vivía. No puedo decir nada malo de eso, lo disfrutamos como nunca»
La nota de Vidal luego de salir campeón, dos versiones diferentes: «No tengo la necesidad de mentir y menos en un tema así. En varios lados me mencionan que Vidal es educado y de buena familia, y yo también. La diferencia es que yo viví en Europa y el acá, que él es blanco de ojos claros y yo negro. Escuchar esos comentarios son cosas que me chocan, incluso me lo dijeron en la fiscalía. No tengo necesidad de mentir, él ha tenido todo el derecho de denunciarme por los gestos que hice, pero no lo hizo. Sé las razones, él sabe lo que hizo y por eso no me denunció. En Europa me creen y me apoyan, solo acá dudan de mí. Ojalá esto sirva para que los demás negros no tengan el problema que me ha tocado vivir a mí.»
Su experiencia en la fiscalía: «Fue horrible, me miraban como si fuera un delincuente, fue duro. Llegar y tener una conversación con el fiscal, escuchar su opinión antes de dar la mía fue espantoso, ahí es donde yo hablo del tema racial. Una persona imparcial no debería decir que tiene ganas de que me denuncien. Es duro, fue horrible y feo, ojalá nunca más lo tenga que vivir. No sé si la opinión del fiscal era flechada, pero que me diga que Vidal viene de buena familia cómo me deja a mí. Tuve mis motivos para reaccionar, pero perdí perdón por mis acciones, tuve el coraje de hacerlo. Estamos atrasados como sociedad en ese tema, espero que se mejore.»
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